La emblemática cinta “Top Gun” de 1986 no solo catapultó a Tom Cruise al estrellato, sino que también jugó un papel crucial en la revitalización de la percepción pública del ejército estadounidense, con un enfoque particular en la Marina de los EE. UU.
El adversario principal de la película, el imaginario MiG-28 soviético, presentado como un caza enemigo de vanguardia, fue interpretado por un Northrop F-5 de fabricación estadounidense.
La elección del F-5, por su simplicidad y eficacia, para encarnar al intimidante MiG-28, surgió de una necesidad creativa en el cenit de la Guerra Fría. El F-5, con una destacada trayectoria como caza eficiente y económico, realizó su vuelo inaugural en 1959, superando la barrera del sonido desde el primer despegue.
El F-5 y su papel dual en realidad y ficción
A lo largo de su servicio global, amparado por la Ley de Asistencia de Defensa Mutua, el F-5 se consolidó como un activo crítico en diversos enfrentamientos, incluyendo la Guerra de Vietnam, demostrando su valía más allá de su representación cinematográfica.
Mientras tanto, en los cielos azulados sobre el vasto Océano Pacífico, se desplegaba el F-14 Tomcat de la Marina estadounidense, comandado por el ícono de la Marina, el teniente Pete “Maverick” Mitchell y su oficial de intercepción de radar, el teniente Nick “Goose” Bradshaw, en un simulacro de combate aéreo contra el temido MiG-28 soviético. Este avión se distinguía por su silueta elegante y su acabado en negro intenso, marcado solo por la estrella roja distintiva.
La aproximación de estos esquivos cazas soviéticos a los Tomcats desencadenó una observación de Goose a Maverick, señalando la proximidad sin precedentes al legendario caza soviético.
Es importante señalar que los eventos narrados corresponden a una secuencia ficticia de “Top Gun”, película dirigida por Tony Scott en 1986, que no solo propulsó a Tom Cruise (Maverick) al superestrellato, sino que también contribuyó significativamente a remodelar la imagen de la Marina y del ejército estadounidense en general.
Esta obra cinematográfica transformó la percepción de la institución militar en los Estados Unidos, llevándola de un periodo de desilusión pos-Vietnam a ser una entidad altamente estimada por la ciudadanía, perspectiva que se mantuvo estable hasta los retos enfrentados durante la guerra de Irak en 2003.
El MiG-28 de Top Gun: Un Antagonista de Ficción con Base Real
La figura antagonista central de “Top Gun” se distingue por no ser humano, una desviación de los usuales villanos de las superproducciones de Hollywood. Este rol fue asignado al MiG-28, un avión que, con su diseño sencillo, pero efectivo, recibió un acabado particular para evocar una presencia más exótica y amenazante en la pantalla.
Curiosamente, el aparato presentado en “Top Gun” no era realmente un MiG-28, ya que esta aeronave no existe en la realidad. Los cineastas inventaron este modelo para el film, una práctica que repetirían en la secuela de 2023, “Top Gun: Maverick”, con el SR-72 “Darkstar”.
Para encarnar a la nueva amenaza soviética en su narrativa, los creadores de “Top Gun” optaron por el F-5 de Northrop, un avión estadounidense. Aunque no tan avanzado como el ficticio MiG-28, el F-5 se ha utilizado como aeronave de entrenamiento por la Marina de EE. UU. para formar a sus pilotos de combate. Esta elección reflejaba la necesidad práctica de la producción, dado el contexto de la Guerra Fría, que hacía imposible adquirir un caza soviético auténtico para el rodaje.
Así, los realizadores se adaptaron a las circunstancias, presentando al MiG-28 como el más moderno caza soviético de la época. Sin embargo, para el momento del estreno de la película en 1986, el F-5 ya era considerado un modelo antiguo. Diseñado en los años 50 por el contratista de defensa Northrop, el proyecto del F-5 fue financiado de manera privada, buscando desarrollar un caza supersónico que fuera simple, eficiente y económico. La primera versión del F-5 realizó su vuelo inaugural en 1959, marcando el comienzo de su historia como un avión de combate de bajo coste y alta eficacia.
El F-5E/F Tiger II: La Evolución de un Caza Versátil
La variante modernizada del avión, conocida como F-5E/F Tiger II, alzó el vuelo inicialmente en 1972, representando una evolución significativa desde el primer F-5A/B Freedom Fighter de Northrop, que había establecido récords de velocidad en su época. Impulsado por dos motores turborreactores General Electric YTJ85-GE-1, el F-5A/B superó la barrera del sonido en su debut aéreo el 30 de julio de 1959.
Su diseño, caracterizado por la simplicidad y eficiencia, fue valorado por el Pentágono, que lo ofreció a fuerzas anticomunistas globales bajo la Ley de Asistencia de Defensa Mutua. Capaz de alcanzar velocidades de hasta las 924 millas por hora y ascender hasta 50,500 pies, el F-5 tenía un alcance operativo de 195 millas y podía portar hasta 4,400 libras de munición. Equipado con dos cañones M39 de 20 mm y siete puntos de anclaje para armas, el F-5 demostró ser un caza formidable.
El F-5 en Conflicto: De Vietnam a Misiones Globales
El F-5 ha tenido un papel prominente en las fuerzas aéreas de numerosas naciones, participando en conflictos clave como la Guerra Civil de Yemen. En el contexto estadounidense, el F-5 brilló especialmente durante la Guerra de Vietnam, donde realizó aproximadamente 2,600 salidas y sufrió la pérdida de nueve unidades en enfrentamientos con las fuerzas norvietnamitas, la mayoría debido a misiles tierra-aire.
A pesar de no ser tan célebre como otros aviones de combate en el arsenal estadounidense, y a menudo eclipsado por contemporáneos como el F-4 Phantom, el valor del F-5 trasciende su glamour. Su eficacia como avión de exportación y su uso continuado en fuerzas aéreas extranjeras subrayan su importancia duradera en la aviación militar.
Así, aunque el F-5 no encarnó al ficticio MiG-28 en la realidad, cualquier fuerza aérea, incluida la Soviética, habría valorado contar con un caza tan eficaz y fiable. Sin duda, las fuerzas occidentales han beneficiado de tener a este caza simple, pero letal, en su inventario.