A pesar de su promoción, el caza MiG-35 de Rusia ha fallado en demostrar su eficacia y ha tenido problemas de exportación.
El MiG-35 de Rusia no cumple con las expectativas y enfrenta escepticismo
En 2017, la Corporación de Construcción Aeronáutica de Rusia destacó las capacidades avanzadas del MiG-35, mencionando su habilidad para rastrear múltiples objetivos y su aviónica mejorada. A pesar del entusiasmo generado, el MiG-35 no ha demostrado ser tan eficaz como se esperaba. Aunque es una mejora del MiG-29, con sistemas de radar y armamento actualizados, su rendimiento no ha alcanzado las expectativas. Actualmente, solo Rusia lo opera y la producción ha sido limitada, con pocas unidades desplegadas.
Los esfuerzos por exportarlo han fracasado y persiste el escepticismo sobre sus verdaderas capacidades. El MiG-35 parece más un esfuerzo publicitario que un avance real en la aviación militar. En enero de 2017, Yuri Slyusar, presidente de la Corporación de Construcción Aeronáutica de Rusia, promovió las capacidades del Mikoyan MiG-35 (conocido por la OTAN como “Fulcrum-F”), destacando su armamento “prometedor”. “Este caza está diseñado para conflictos de alta intensidad y defensa aérea densa. Sus altos indicadores se deben a un conjunto de equipos a bordo, un nuevo sistema óptico de localización y una firma de radar reducida”, explicó Slyusar en una reunión de la Comisión Militar e Industrial, según el medio estatal Tass.
A casi siete años de su presentación, el MiG-35 sigue siendo mayormente publicidad. Los funcionarios del Kremlin aseguran que el radar del caza puede detectar y rastrear entre 10 y 30 objetivos a una distancia de 160 kilómetros, pero esto parece un intento de atraer compradores extranjeros. En el equipamiento militar ruso, hay una brecha entre las afirmaciones y la realidad. El MiG-35 es una versión avanzada del MiG-29K/KUB y del MiG-29M/M2. Desarrollado por la oficina de diseño Mikoyan, una subsidiaria de United Aircraft Corporation (UAC), está pensado como un avión multifuncional capaz de destruir objetivos enemigos en cualquier momento, ya sean terrestres o marítimos, móviles o estacionarios.
La realidad detrás de las capacidades promocionadas del MiG-35
Algunos expertos creen que la denominación “MiG-35” es más una estrategia de marketing que una realidad sustancial, pretendiendo quizás ser la respuesta rusa al Lockheed Martin F-35 Lightning II. Sin embargo, los expertos en aviación consideran que sigue siendo un caza multifunción de cuarta generación “++”. Rusia sigue promoviendo las capacidades del MiG-35, mencionando su aviónica mejorada y avanzados sistemas de armas, como el radar de matriz en fase activa Phazatron Zhuk, capaz de detectar múltiples objetivos.
Este radar, según informes, puede rastrear más de 30 objetivos y atacar seis simultáneamente, además de detectar amenazas a 50 km (30 millas) y ser resistente a contramedidas electrónicas. Aún está por verse si este sistema funciona como se afirma. El avión también cuenta con dos motores turbofán Klimov RD-33MK con postcombustión, permitiéndole alcanzar Mach 2,25 y un alcance de combate de 620 millas. Con nueve puntos de anclaje, el MiG-35 puede llevar una variedad de misiles, cohetes y bombas, como los misiles antibuque Kh-31A, los misiles antirradar Kh-31P, los misiles Kh-29TE y las bombas guiadas por TV KAB-500Kr.
Está armado con un cañón de 30 mm, pero solo tiene 150 rondas de munición. Rusia sigue siendo el único operador del MiG-35, y aunque la producción ha sido lenta, se ha considerado una variante para exportación. India fue mencionada como posible comprador, compitiendo el MiG-35 con el Eurofighter Typhoon, el F/A-18E/F Super Hornet, el Dassault Rafale, el JAS 39 Gripen y el F-16 Falcon en el concurso MRCA de la Fuerza Aérea de India para un nuevo avión de combate multifuncional.
El fracaso del MiG-35 en el mercado internacional
Sin embargo, India no quedó satisfecha con el rendimiento del MiG-35, especialmente en capacidades de radar y empuje. Otros países interesados fueron Argentina, Bangladesh, Egipto, Malasia, Myanmar y Perú, pero hasta ahora no se ha entregado ninguna aeronave. Aun si el MiG-35 cumpliera con todas las expectativas, enfrenta el mismo problema que el Sukhoi Su-57 y el tanque T-14 Armata: Moscú no puede construir suficientes. Según Harrison Kass de The National Interest, solo media docena de MiG-35 se han entregado a las fuerzas rusas.
El año pasado, Sergei Korotkov de la UAC afirmó que el MiG-35 se había desplegado en Ucrania, aunque Defense-Blog.com señala que no hay pruebas que respalden esta afirmación, más allá de una declaración en medios rusos. Rusia continúa promocionando sus “avanzadas” armas, afirmando éxitos sin presentar pruebas, lo que dificulta aceptar que el MiG-35 sea más que un prototipo del MiG-29K.
El MiG-35 tiene potencial en teoría, pero la falta de pruebas concretas y las limitaciones de producción han afectado su reputación. Si bien se promocionó como un gran avance, la realidad demuestra que sus capacidades no han sido validadas en el campo de batalla, y los intentos de exportación han sido infructuosos. La promoción continua de sus características avanzadas parece más una estrategia para atraer interés internacional que una realidad basada en el desempeño comprobado del caza.
La comparación con otros cazas multifuncionales
En comparación con otros cazas multifuncionales como el F-35 y el Eurofighter Typhoon, el MiG-35 no ha logrado destacarse. Los intentos de Rusia por presentar el MiG-35 como una opción competitiva no han convencido a los compradores potenciales. Las capacidades avanzadas de aviónica y armamento que se promocionan no han sido demostradas de manera efectiva, y las limitaciones en la producción continúan siendo un obstáculo significativo.
El mercado internacional de cazas multifuncionales es altamente competitivo, y los compradores buscan sistemas probados y confiables. El MiG-35 no ha logrado establecerse como una opción viable frente a sus competidores occidentales, que han demostrado su eficacia en múltiples escenarios de combate. La falta de pruebas concretas y la desconfianza en las afirmaciones promocionales de Rusia han contribuido a su fracaso en el mercado.
En conclusión, el MiG-35 no ha cumplido con las expectativas generadas por su promoción. Las capacidades avanzadas que se afirman no han sido validadas en la práctica, y la falta de pruebas concretas y la producción limitada han afectado su reputación. Mientras Rusia continúa promocionándolo como un avance significativo, la realidad demuestra que el MiG-35 enfrenta serios desafíos para ser aceptado como un caza de alto rendimiento en el mercado internacional.