Los vecinos del norte de África apuestan por cazas de última generación: Argelia por el Su-57 ruso y Marruecos por el F-35 estadounidense.
Argelia y Marruecos refuerzan sus fuerzas aéreas con nuevos cazas
En los últimos años, el norte de África se ha convertido en escenario de una intensa carrera armamentística entre Argelia y Marruecos. Ambos países están invirtiendo de forma significativa en la modernización de sus fuerzas armadas, a pesar de sus diferentes estrategias políticas y alianzas internacionales.
Durante 2022, Argelia destinó unos 9.100 millones de dólares a su ejército, una cifra considerablemente mayor a los 5.000 millones que Marruecos empleó en el mismo periodo. Argelia sigue dependiendo de la tecnología militar rusa, mientras que Marruecos opta por estrechar lazos con Occidente e Israel, configurando un nuevo equilibrio de poder en la región.
De acuerdo con informes recientes, Argelia planea adquirir cazas Su-57 de fabricación rusa, mientras que Marruecos tiene la vista puesta en el avanzado F-35 estadounidense. Este último busca posicionarse como el primer país en África y el mundo árabe en disponer de este avión de combate de quinta generación.
La adquisición de estos aviones se da en un contexto de competencia militar global, donde incluso Arabia Saudita ha mostrado interés en el F-35. Además, Marruecos continúa modernizando sus F-16C/D existentes, actualizándolos a la versión F-16V con tecnologías avanzadas de radar y combate.
Datos clave sobre la modernización militar en el norte de África
- Argelia gastó 9.100 millones de dólares en defensa en 2022; Marruecos, 5.000 millones.
- Argelia planea adquirir cazas Su-57 de Rusia, mientras Marruecos apunta a los F-35 de EE. UU.
- Marruecos moderniza sus actuales aviones F-16C/D a la versión F-16V.
- Israel apoya a Marruecos en el marco de los Acuerdos de Abraham para obtener los F-35.
- Los Emiratos Árabes Unidos financian parte de los acuerdos de armamento de Marruecos.
El papel de Israel y los Acuerdos de Abraham en la carrera armamentística
Israel ha jugado un papel crucial en los esfuerzos de Marruecos por obtener los cazas F-35, aprovechando los lazos establecidos en los Acuerdos de Abraham. Estos acuerdos buscan normalizar las relaciones entre Israel y varios países árabes, creando beneficios estratégicos y militares para ambas partes.
Por otro lado, los Emiratos Árabes Unidos están participando en la financiación de estos acuerdos, lo que añade un nivel más de complejidad a la dinámica geopolítica en el norte de África. Mientras tanto, Argelia busca fortalecer su influencia militar con la adquisición del Su-57, un avión diseñado para proporcionar maniobrabilidad y capacidades de combate aéreo avanzadas.
Ambas naciones están, por lo tanto, en una carrera por integrar tecnologías de vanguardia en sus fuerzas armadas, lo que está alterando significativamente el equilibrio de poder en la región y redefiniendo sus relaciones internacionales.
Características y comparación entre el F-35 y el Su-57
El F-35 y el Su-57 son aviones de combate de quinta generación que presentan diferencias significativas en su diseño y capacidades. El F-35, desarrollado por Lockheed Martin, destaca por su versatilidad y sistemas electrónicos avanzados, incluyendo capacidades de sigilo y una integración profunda en redes de defensa occidentales.
El Su-57, fabricado por Sukhoi, ofrece una excelente maniobrabilidad y motores potentes que lo hacen ideal para combates aéreos. Aunque también emplea tecnología furtiva, esta no es tan avanzada como la del F-35, lo que podría ser una desventaja en ciertos escenarios tácticos.
Una de las fortalezas clave del F-35 es su capacidad de operar en red con otras plataformas y recursos, mientras que el Su-57 sigue siendo un sistema más aislado. Por otro lado, el Su-57 tiene menores costos de producción, lo que lo convierte en una opción más viable para países con presupuestos de defensa limitados.
Ambos aviones reflejan las distintas prioridades estratégicas de Argelia y Marruecos, lo que pone de manifiesto las divergencias en sus conceptos operativos y enfoques militares.
Implicaciones estratégicas para el norte de África
La adquisición del Su-57 por parte de Argelia podría fortalecer significativamente su posición militar en la región, proporcionando capacidades avanzadas para operaciones aéreas y una mayor disuasión frente a amenazas potenciales.
Por otro lado, Marruecos, con el F-35, busca mejorar su capacidad para operar en coaliciones internacionales y garantizar una ventaja tecnológica en escenarios de combate más complejos. Este caza le permitirá proyectar poder estratégico y reforzar su defensa en posibles conflictos regionales.
En conclusión, la competencia entre estos países no solo influirá en el equilibrio militar, sino también en las alianzas estratégicas y el panorama político del norte de África en los próximos años.