Programa de Tupolev para un bombardero estratégico subsónico de baja observabilidad. Sustituirá Tu-95MS, complementará Tu-160 y apunta a primer vuelo en 2026.
Origen del programa, objetivos estratégicos y configuración de ala volante
El Complejo Aeronáutico de Aviación de Largo Alcance define el PAK DA como un bombardero estratégico de baja observabilidad destinado a patrullar, disuadir y lanzar armamento de largo alcance. El fabricante es Tupolev, en la Corporación Aeronáutica Unificada, con diseño para sustituir los Tu-95MS y complementar los Tu-160 modernizados. Las primeras referencias sobre la fabricación de un prototipo aparecieron en mayo de 2020 y ubicaron ensayos y producción inicial en la segunda mitad de la década.
El origen inmediato del programa se sitúa en la década de 2010, cuando Defensa encomendó a Tupolev un desarrollo que prioriza la discreción frente al alcance supersónico, a diferencia del Tu-160. El 26 de mayo de 2020, medios citaron a fuentes estatales para confirmar el inicio de la construcción del primer bombardero. Ese hito fijó un punto de partida verificable y consolidó una hoja de ruta inédita desde el final de la Guerra Fría.
Las fuentes industriales han descrito una configuración de ala volante, con velocidad subsónica y bahías internas para todo el armamento. Esa arquitectura concentra volumen útil en la estructura central, reduce superficies reflectantes y se asocia con equipos de autoprotección para interferir y burlar amenazas. La industria indicó que el PAK DA integrará un conjunto de ayudas defensivas de nueva generación y que todas las armas viajarán en el interior, con énfasis en misiles de largo alcance.
El diseño se orienta a misiones de gran radio y permanencia, con empleo de armamento de largo alcance lanzado fuera del alcance de defensas contrarias. La apuesta por la baja observabilidad aparece combinada con un sistema defensivo integral y con transporte interno de todas las cargas, incluidas armas de nueva generación compatibles con las bodegas. La agencia industrial precisó que volará a velocidad subsónica y priorizará la discreción electromagnética y térmica durante la misión.
Datos clave confirmados por fuentes oficiales e industriales
- Fabricante: Tupolev, integrada en la Corporación Aeronáutica Unificada.
- Configuración de ala volante, velocidad subsónica y bahías internas.
- Motor “producto RF” de UEC-Kuznetsov con pruebas en banco en 2022.
- Primer vuelo previsto en 2026 y producción inicial a partir de 2027.
- Sustitución de Tu-95MS y complemento de Tu-160 modernizados.
Propulsión, hitos de pruebas y cronograma oficial hacia 2026 y 2027
El programa de propulsión constituye un capítulo propio. El grupo motor previsto, identificado como “producto RF” y desarrollado por UEC-Kuznetsov, superó tandas de pruebas en banco según confirmaciones oficiales difundidas en otoño de 2022. Para esos ensayos, la industria habilitó instalaciones específicas de verificación y preparó líneas con vistas a la producción. Esos pasos suelen anteceder campañas en prototipo y la integración en un banco volante, y sostienen el avance de la planta motriz del bombardero.
El calendario declarado ha sufrido revisiones, pero mantiene un eje: construir prototipos, validar sistemas y alcanzar una producción inicial en la segunda mitad de la década. Tras el anuncio de 2020, fuentes oficiales situaron un demostrador para 2023, en paralelo a la fabricación de subconjuntos y al alistamiento de elementos críticos. A cierre de 2025, análisis ubican el primer vuelo en 2026 y arranque de producción desde 2027, condicionado por la madurez de sistemas e industria.
El avance técnico incluye preparación de bancos de pruebas específicos, fabricación de subconjuntos y desarrollo de equipos de eyección para la tripulación. La secuencia habitual —prueba en banco, banco volante y, por último, integración en prototipo— figura como ruta prevista para validar los sistemas principales. Esa metodología, común en aeronaves complejas de nueva planta, condiciona el inicio de campañas de vuelo y marca hitos claros para la certificación y la integración final.
Las referencias cronológicas a fabricación y ensamblaje permiten encadenar hechos con el calendario. El anuncio de mayo de 2020 sobre el inicio de la construcción del prototipo estableció el arranque físico en la factoría principal de Tupolev. Las confirmaciones sobre el motor “producto RF” corroboraron en 2022 que la propulsión avanzaba en su senda técnica. Notas de 2023 describieron la preparación de estructuras e instalaciones para culminar la integración del primer ejemplar.
Prioridad dentro de la flota estratégica y modernización del Tu-160
El encaje del PAK DA dentro de la flota estratégica rusa explica la prioridad del programa. A inicios de 2025, estimaciones del SIPRI situaban el inventario en torno a 67 bombarderos estratégicos heredados, principalmente Tu-95MS y Tu-160, plataformas modernizadas que sostienen la disuasión aérea con misiles de crucero de largo alcance. Ese parque siguió en actualización, aunque los programas de nueva generación acumularon demoras significativas que condicionan la renovación plena del vector.
En paralelo, el país mantiene la modernización del Tu-160, con producción reanudada de aparatos profundamente revisados y con nueva aviónica. Esa vía, confirmada en comparecencias oficiales y actos públicos, coexiste con el desarrollo del PAK DA y cubre parcialmente la brecha entre el inventario actual y el futuro. Los balances internacionales advierten que el ritmo de fabricación de los Tu-160 modernizados crece poco por la complejidad técnica y por las exigencias de la cadena industrial.
La función doctrinal mantiene continuidad con los Tu-95MS y Tu-160: portar y lanzar misiles de crucero de largo alcance, convencionales o nucleares, desde espacios seguros y con apoyo de reabastecimiento en vuelo. La modernización reciente incorporó misiles de nueva generación, navegación y comunicaciones actualizadas, y sostuvo el vector aéreo de la disuasión. Documentación pública y declaraciones industriales señalan que el PAK DA operará con cargas internas y con equipos de guerra electrónica y autoprotección.
En 2025, el cuaderno de la Federación de Científicos Estadounidenses registró que la modernización rusa en el ámbito de bombarderos progresa con lentitud y que los grandes programas de nueva generación enfrentan demoras y ajustes. Esos balances técnicos recogen la prioridad oficial de mantener la capacidad de ataque a distancia mediante misiles aerolanzados desde plataformas estratégicas, mientras el reemplazo completo del segmento aéreo depende de que la base industrial cumpla hitos de certificación y producción.
Ataques a bases, disponibilidad reducida y límites de la industria rusa
El contexto operativo añadió presión a los plazos. En junio de 2025, imágenes satelitales y evaluaciones difundidas por canales gubernamentales de Estados Unidos confirmaron daños en bases rusas que alojaban bombarderos de largo alcance, con destrucción o afectación de hasta una decena de Tu-95MS y Tu-22M3 durante ataques con vehículos no tripulados. Aquellos hechos redujeron la capacidad de lanzar misiles convencionales y subrayaron la dificultad de reponer unidades mientras el PAK DA permanece en desarrollo.
Las pérdidas y daños obligaron a redistribuir tareas entre unidades, aceleraron procesos de revisión y aumentaron la dependencia de plantas de producción y reparación para devolver aparatos al servicio. En ese contexto, la apuesta por un bombardero de nueva generación recibió un impulso adicional por necesidad de reposición, pero encontró a la vez el límite práctico de una industria que debe atender la fabricación de aviones heredados modernizados y la integración de un sistema completamente nuevo.
Los marcos temporales manejados por análisis y balances especializados ubican el primer vuelo en 2026 y la producción inicial desde 2027, con carácter de objetivo sujeto a la madurez de sistemas y de la base industrial. Esa dependencia de capacidades de planta., que debe integrar propulsión, aviónica, ayudas defensivas y estructuras con baja observabilidad antes de iniciar campañas de vuelo.
El eje declarado del programa permanece claro: construir prototipos, validar sistemas y alcanzar una producción inicial en la segunda mitad de la década. La secuencia técnica elegida —bancos de prueba, banco volante y prototipo— ordena las tareas y regula riesgos. Los hechos verificados de 2020 a 2023, sumados a las pruebas de motor de 2022, trazan una hoja de ruta tangible hacia el primer vuelo y la industrialización inicial del bombardero.