El Departamento de Defensa de EE. UU. registra que el H-20 expande capacidades de proyección de poder aéreo chino con baja detectabilidad y alcance superior a 10.000 kilómetros.
Avance militar chino preocupa al Departamento de Defensa estadounidense
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha registrado en su informe anual sobre desarrollos militares y de seguridad de la República Popular China que el avance del bombardero estratégico H-20 representa una expansión en las capacidades de proyección de poder del Ejército Popular de Liberación Aéreo, con un diseño que incorpora características de baja detectabilidad y un alcance superior a los 10.000 kilómetros. Funcionarios de inteligencia estadounidenses han indicado que este proyecto no genera una preocupación inmediata, ya que el diseño presenta desafíos de ingeniería que lo sitúan por debajo de las plataformas estadounidenses equivalentes.
El desarrollo, anunciado públicamente por líderes del Ejército Popular de Liberación Aéreo en 2016, se enmarca en los esfuerzos de modernización de las fuerzas aéreas chinas para transitar de operaciones defensivas territoriales a misiones ofensivas en distancias extendidas. El H-20, producido por la Corporación de la Industria Aeronáutica de China en Xi’an, adopta una configuración de ala volante similar a la de bombarderos estratégicos existentes, con intakes de aire en forma serpenteante y superficies de cola plegables para optimizar la estabilidad en vuelos a baja velocidad y reducir la firma radar.
Este modelo incorpora un radar de barrido electrónico activo y permite el transporte interno de armamento, lo que contribuye a su perfil de baja observabilidad. El bombardero puede extender su alcance global mediante reabastecimiento en vuelo, lo que le permite cubrir objetivos en la región del Pacífico occidental y más allá. Informes del Departamento de Defensa estiman que el H-20 tiene una capacidad de carga de entre 10 y 40 toneladas, lo que facilita el despliegue de misiles de crucero lanzados desde el aire con un alcance de 2.000 kilómetros, como el CJ-20.
Así como variantes hipersónicas derivadas del YJ-21, capaces de velocidades de Mach 6 y distancias de 1.500 kilómetros. En el contexto de la flota aérea china, el H-20 complementa a los bombarderos H-6, derivados de diseños de los años cincuenta y producidos a un ritmo de 20 a 30 unidades anuales. El nuevo modelo integra sistemas de mando y control mejorados, con énfasis en operaciones coordinadas entre plataformas tripuladas y no tripuladas, incluidas defensas antiaéreas y vehículos aéreos no tripulados.
Características clave del bombardero estratégico H-20 chino
- Alcance superior a 10.000 kilómetros con reabastecimiento en vuelo.
- Capacidad de carga entre 10 y 40 toneladas para misiles de crucero.
- Velocidades hipersónicas de Mach 6 en variantes derivadas del YJ-21.
- Proyecciones de 500 a 600 ojivas nucleares chinas en 2024.
- Potencial para 50 o más unidades fabricadas hasta 2035.
Integración operativa y rol nuclear en la tríada china
El Ejército Popular de Liberación Aéreo ha transferido unidades de aviación naval para centralizar el comando, lo que fortalece la integración operativa. El H-20 forma parte de un concepto de fuerza aérea estratégica que incluye la indigenización rápida de aeronaves, con avances en la producción de motores y materiales compuestos que igualan estándares internacionales. El rol nuclear del H-20 se detalla en comunicados de medios estatales chinos, que confirman su misión dual para emplear armamento convencional y nuclear, y contribuye al componente aéreo de la tríada nuclear de la República Popular China.
Estimaciones del Pentágono indican que China posee entre 500 y 600 ojivas nucleares en 2024, con proyecciones de hasta 1.500 ojivas estratégicas y de teatro para 2035. El bombardero podría transportar 16 armas, incluidas misiles balísticos lanzados desde el aire y ojivas tácticas, con capacidad para configuraciones duales en misiles como el DF-26, de 2.000 millas de alcance. Investigadores del Departamento de Defensa han señalado que la producción civil-militar fusionada en China permite una capacidad de alto ritmo, con potencial para fabricar 50 o más H-20 para 2035.
Lo que elevaría la amenaza de ataques nucleares en masa. El cronograma de desarrollo establece que el H-20 no debutará antes de finales de la década de 2020, con un período de más de diez años desde su anuncio inicial para alcanzar operatividad plena. Declaraciones del subcomandante Wang Wei en marzo de 2024 afirmaron que no existen cuellos de botella tecnológicos mayores y que se prevé una presentación pública seguida de vuelos de prueba y puesta en servicio.
Sin embargo, el informe del Departamento de Defensa de 2024 contradice estas expectativas al indicar que el proyecto enfrenta retrasos, y no se exhibió en eventos como la Feria Aérea de Zhuhai en septiembre de 2024, donde se presentaron otros modelos como el J-35A y el J-20S. Reportes previos de 2018 y 2019 estimaban un rango operativo de 8.500 kilómetros, lo que permite operaciones más allá de la segunda cadena de islas, abarcando territorios como Guam y Hawái.
Comparaciones con plataformas estadounidenses y respuestas estratégicas
Funcionarios de inteligencia del Pentágono han expresado que el diseño del H-20 no alcanza la calidad de las plataformas de baja observabilidad estadounidenses, particularmente las avanzadas en desarrollo. Un representante anónimo indicó que los desafíos de ingeniería impiden que funcione de manera similar a modelos consolidados, y que incluso una presentación pública no garantiza capacidades o cantidades suficientes para alterar el equilibrio militar. La capacidad del personal chino para emplear estos sistemas a escala y velocidad también se cuestiona, en línea con observaciones sobre otros programas como el J-20.
En comparación, el bombardero estadounidense B-21 Raider, presentado en diciembre de 2022 y en vuelo inicial en noviembre de 2023, entrará en servicio a mediados de la década de 2020, con planes para al menos 100 unidades y posible expansión. El avance del H-20 se inscribe en la modernización general del Ejército Popular de Liberación, que incluye inversiones en misiles hipersónicos por parte de la Fuerza de Cohetes, submarinos de misiles balísticos de nueva generación para la Armada y sistemas de bombardeo orbital fraccionado probados en 2021.
Estas iniciativas buscan operaciones en todos los dominios, desde tierra y mar hasta espacio y ciberespacio, para contrarrestar intervenciones externas en conflictos regionales. El Departamento de Defensa destaca que la corrupción institucional, como la remoción de líderes de la Fuerza de Cohetes en 2023 y la expulsión del ministro de Defensa, en 2024, junto con rivalidades entre servicios, podría afectar la implementación plena. La diplomacia militar china, con cooperaciones como transferencias tecnológicas de Rusia para submarinos y ejercicios conjuntos como Unidad por la Paz-2024 con Tanzania, amplía estas capacidades.
Respuestas estadounidenses incluyen iniciativas como Replicator para sistemas autónomos, despliegues de fuego de precisión de largo alcance como Typhon en Filipinas y rotaciones de submarinos bajo el acuerdo AUKUS en Australia. El informe del Pentágono de 2024 subraya que el H-20, junto con el H-6N equipado con misiles balísticos lanzados desde el aire, completa la tríada nuclear china, con implicaciones para la arquitectura de seguridad en Asia y riesgos de confrontación. La producción potencial del H-20 eleva la capacidad de ataques a larga distancia, aunque los desafíos en sigilo y entrenamiento limitan su efectividad inmediata.