El personal en formación de la Real Fuerza Aérea (RAF) enfrenta largas esperas entre cursos, afectando la moral.
Informes de Ofsted revelan impacto negativo en el entrenamiento de la RAF
Inspectores de Ofsted, el organismo regulador educativo del Reino Unido, han señalado que los futuros militares en formación de las Fuerzas Armadas británicas sufren largos periodos de espera en la fase de “retención”. Esto ocurre entre la finalización de un curso de entrenamiento y el inicio de otro.
El informe destaca que en los casos más graves, los pilotos en formación esperan años para comenzar su entrenamiento de vuelo, lo que afecta negativamente la retención y el bienestar del personal, especialmente en la RAF. La desmotivación y el aburrimiento entre los reclutas pueden incluso llevarles a abandonar el ejército.
Las estadísticas de personal militar a 1 de enero de 2024 muestran una disminución continua, con un total de 183.130 efectivos, 7.040 menos que el año anterior, lo que supone una caída del 4%. Desde enero de 2022, se han reducido en 14.010 personas.
La calidad de la formación es buena, pero la retención necesita mejoras
Pese a los problemas de retención, el informe señala que la calidad del entrenamiento militar es “buena” o “excelente”, con la preparación adecuada para la siguiente fase de entrenamiento o para su primer trabajo militar. Sin embargo, cuando los reclutas deben esperar para avanzar, los servicios deben garantizar actividades significativas que mantengan la moral y sigan desarrollando habilidades.
Actualmente, los aprendices en la fase de retención realizan actividades similares, muchas veces repetitivas e innecesarias, lo que afecta negativamente su motivación, vida personal y carrera profesional. Tampoco reciben suficiente información sobre la duración y ubicación de los periodos de retención, dificultando su planificación personal.
La RAF ha enfrentado críticas anteriormente por problemas continuos, como la falta de confiabilidad del entrenador de combate Hawk T2. Para hacer frente a estos desafíos, se están explorando nuevas formas de diversificar los métodos de entrenamiento, incluyendo el uso de simuladores.
El simulador, una tecnología con potencial para mejorar la formación militar
En febrero de 2023, el ex jefe del Estado Mayor del Aire, el mariscal jefe del aire Mike Wigston, afirmó que la tecnología moderna de simulación es más valiosa que el entrenamiento en un entorno real, ya que permite situaciones más variadas y desafiantes. Esta tecnología ofrece a los estudiantes experiencias y tensiones que no serían posibles de replicar de manera segura en el mundo real.
A nivel mundial, se espera que el mercado de equipos de entrenamiento y simulación experimente un crecimiento significativo en la próxima década. Se prevé que su valor aumente de 29.000 millones de dólares en 2022 a 37.500 millones de dólares en 2032, con un crecimiento anual del 2,6%, según un informe de GlobalData sobre ‘Tecnología de simulación y gamificación en defensa’ (2024).
El Ministerio de Defensa del Reino Unido ya ha invertido en esta tecnología, otorgando un préstamo de 544.742 libras a VRAI para aplicar algoritmos de aprendizaje automático y mejorar los conocimientos prácticos a partir de los datos de entrenamiento de la RAF.
Futuro incierto para el avión de entrenamiento sucesor del Hawk
El Comité de Defensa del Reino Unido expresó su preocupación a fines de enero de 2024 por la falta de un avión de entrenamiento que reemplace al actual Hawk. El Comité destacó la necesidad de un sucesor inmediato antes de que el ciclo de vida del Hawk termine dentro de 16 años.
Temen que la RAF dependa exclusivamente de sistemas de simulación si no se desarrollan aeronaves para el entrenamiento en el mundo real, lo que podría limitar las capacidades y experiencias de vuelo de los pilotos en formación.
La búsqueda de soluciones para la fase de retención y la introducción de un nuevo avión de entrenamiento se presentan como los desafíos clave para garantizar un entrenamiento militar eficaz y sostenible en la RAF y otras ramas de las Fuerzas Armadas británicas.