El Departamento de Defensa australiano emitió un comunicado conjunto el 16 de septiembre de 2025, en el que reveló el inicio de un programa valorado en $700 millones para la Base de la RAAF en Townsville. Este proyecto incluye hangares modernos, espacios de entrenamiento y centros de mando destinados a contener la flota de helicópteros AH-64E Apache del Ejército. Además, el anuncio detalla la reubicación del cuartel general de la 16ª Brigada de Aviación desde Brisbane, así como el traslado gradual del 1er Regimiento de Aviación de Darwin hacia esa misma base.
Allí, los nuevos Apache operarán junto con una flota ampliada de CH-47F Chinook, lo que aumenta la capacidad operativa en el norte del país. La configuración específica para Australia incluye un cañón de cadena M230 de 30 mm, misiles AGM-114R Hellfire y cohetes guiados de 70 mm mediante kits APKWS. Todo ello se basa en el radar de control de fuego Longbow y el sistema de pilotaje y orientación M-TADS, elementos que aumentan la precisión en entornos complejos.
Los hangares recién construidos incluyen renovaciones exhaustivas, y una sala de simulación dedicada permite el entrenamiento de pilotos Apache y del Ala de Helicópteros de Ataque en el Centro de Entrenamiento de Aviación del Ejército. El diseño general del plan incluye una área aviatoria más extensa en el norte, junto con una frecuencia operativa mayor. Por consiguiente, los estacionamientos, talleres y alojamientos se dimensionan para apoyar tanto destacamentos desplegados como la generación cotidiana de fuerzas.
Defensa designó a CPB Contractors como el contratista principal, y la fase de construcción se prolongará hasta 2028. Este enfoque considera las ventajas de la ubicación compartida, especialmente con la expansión de los Chinook en la misma línea de vuelo. De esta manera, los planificadores del Ejército obtienen opciones prácticas para misiones de escolta, vigilancia armada y entrenamiento integrado, sin necesidad de traslados constantes a lo largo del territorio nacional.
El programa central que adquiere y sostiene la aeronave constituye la base de estas transformaciones en el aeródromo. Bajo la iniciativa LAND 4503 Fase 1, Australia compra 29 unidades AH-64E Apache mediante Ventas Militares Extranjeras, con el fin de sustituir al antiguo ARH Tiger. El gobierno consolidó esa elección mediante un contrato de soporte inicial por siete años, firmado en febrero de 2024 con Boeing Defence Australia.
Ese acuerdo, valorado en unos $306 millones, cubre el mantenimiento integral, la ingeniería especializada, el apoyo logístico y la capacitación para tripulaciones aéreas y técnicos. Así, la flota Apache y el personal local que la opera mantienen su operatividad en condiciones óptimas. En el ámbito estadounidense, la notificación inicial de FMS delineó el paquete con precisión, desde motores T700 GE 701D hasta sensores M-TADS y PNVS.
Además, incluyó radares de control de fuego Longbow para una porción de la flota, sistemas avanzados de advertencia de radar y misiles, terminales Link 16, el modo MUM-T para colaboración con equipo no tripulado, lanzadores M299 y un arsenal con AGM-114R Hellfire más dos mil secciones de guía APKWS. Aunque los volúmenes finales se definirán en convenios posteriores, la estructura de capacidades resulta clara y completa.
Esta plataforma justifica la decisión del Ejército de ubicarse nuevamente en Townsville, ya que el AH-64E corresponde a la variante Guardian en red con motores 701D de mayor potencia, palas compuestas y una transmisión optimizada. La aviónica central proporciona interoperabilidad digital, lo que permite una integración en redes modernas. Por ello, el radar Longbow, montado sobre el rotor, detecta objetivos en áreas amplias, incluso en medio de desorden o humo denso.
El sistema M-TADS ofrece identificación electroóptica e infrarroja a larga distancia para designación láser, mientras las suites MRFI y CMWS aumentan la supervivencia ante emisores contemporáneos y amenazas portátiles. El paquete australiano introduce al Ejército en el conjunto de sistemas que las fuerzas estadounidenses han utilizado por años, con énfasis en la coordinación con sistemas no tripulados. Las tripulaciones procesan video en tiempo real y metadatos de UAS, reasignan sensores y asignan blancos, lo que acelera los procesos de decisión y reduce riesgos inherentes.
La elección de Townsville para el regimiento de helicópteros de ataque corresponde a la Estrategia de Defensa Nacional 2024, que resalta la posición en el norte. Desde esa posición estratégica, los destacamentos Apache monitorean accesos septentrionales y noroeste, apoyan operaciones litorales y anfibias del Ejército, y conducen ejercicios regulares con aliados que transitan por los campos conjuntos australianos. Tal ubicación permite una vigilancia continua y una respuesta rápida ante dinámicas regionales.
Las misiones principales incluyen reconocimiento armado en equipos combinados, ataques precisos contra blindados, artillería y radares antiaéreos, escoltas para helicópteros de elevación en asaltos aéreos y maniobras tácticas, así como seguridad de áreas y despeje de rutas en cualquier condición lumínica. Con Hellfire y cohetes guiados de 70 mm, las tripulaciones ajustan efectos y consumo de munición según el blanco y las directrices de combate. La integración con unidades Chinook en la base misma permite entrenamientos realistas de escolta para desplazamientos extensos, que de lo contrario requerirían logística compleja.
Defensa proyecta la llegada de los primeros fuselajes a finales de 2025, con la entrega completa de las 29 unidades en 2029, un ritmo equilibrado para incorporar un sistema de aviación de combate nuevo mientras se expande la mano de obra. La sala de simulación en Townsville, unida a la presencia del Centro de Entrenamiento de Aviación del Ejército, reduce riesgos en ese itinerario, ya que permite a instructores, técnicos y pilotos acumular competencias previas a la culminación de las obras.
Esta consolidación proporciona al Ejército la oportunidad de estandarizar procedimientos, acumular pericia con rapidez y desplegar unidades preparadas en momentos críticos. Las bases septentrionales se refuerzan y amplían porque la distancia sola no proporciona seguridad suficiente. Un regimiento de helicópteros de ataque en el norte de Queensland, integrado con drones y fuegos conjuntos, dificulta las estrategias de cualquier oponente en el área de interés australiana inmediata.
Además, esta disposición aumenta la colaboración cotidiana con Estados Unidos y aliados que operan en Queensland y adyacencias, dado que el Apache comparte tácticas y logística consolidadas. Ningún elemento individual genera atención mediática, pero el conjunto —soporte estructural, simuladores, contratos de mantenimiento y arsenal— se orienta hacia un objetivo claro: una fuerza capaz de entrenar a gran escala en el norte y movilizarse con rapidez cuando las circunstancias lo exijan.