El Mando de Sistemas Aéreos de la Armada de los Estados Unidos (NAVAIR) ha llevado a cabo un evento de integración en laboratorio para explorar el manejo en cubierta del avión de reabastecimiento no tripulado Boeing MQ-25 Stingray en desarrollo.
El trabajo se llevó a cabo del 28 al 30 de junio en el laboratorio de pruebas e integración de sistemas del MQ-25, con la Estación de Control en Tierra (GCS) de Lockheed Martin controlando el vehículo aéreo Hardware-in-the-Loop (HITL) de Boeing, que utiliza tanto la aeronave como el software para crear un “sustituto realista” del MQ-25, dice NAVAIR.
“Este logro es el resultado de semanas de preparación y dedicación por parte de equipos altamente cualificados”, afirma TJ Maday, director de laboratorios e integración del MQ-25.
“Reunir varios sistemas nunca es fácil, pero el equipo conjunto del gobierno y la industria, uniéndose, entendiendo los problemas y encontrando soluciones, hizo que este evento fuera un éxito. Aprendimos cómo funciona el sistema en su conjunto y que el aprendizaje y el descubrimiento tempranos son clave para que el programa siga avanzando”.
El proyecto preveía que Boeing y Lockheed proporcionaran el software que permitiera la conectividad entre el GCS y el HITL.
Este otoño, NAVAIR llevará a cabo un vuelo completo con el avión HITL, que también demostrará el cambio de conexiones a la aeronave, y “la adición de otro hardware y software de la aeronave en la mezcla”.
Cuando está en funcionamiento, la cubierta de vuelo de un portaaviones representa un área de trabajo compleja y dinámica. Los movimientos precisos y coordinados de las aeronaves son esenciales tanto para la seguridad como para la fluidez de las operaciones. El MQ-25 no tripulado tendrá que integrarse plenamente en este desafiante entorno.
A finales de 2021, el demostrador MQ-25 T1 de Boeing completó una serie a bordo del USS George HW Bush para evaluar sus características de manejo en cubierta.
Durante el proyecto, los directores de la cubierta de vuelo de la USN -conocidos como “camisas amarillas”- utilizaron señales manuales estándar para dirigir el MQ-25, que fue controlado por un oficial de manejo de cubierta mediante un sistema de control remoto.
El MQ-25 rodó, se conectó a las catapultas, despejó la zona de aterrizaje y practicó el estacionamiento.