El RC-135 Rivet Joint aporta inteligencia de señales a Lanza del Sur, vigila defensas y comunicaciones cerca de Venezuela y alimenta el mando conjunto estadounidense.
Operación Lanza del Sur y papel central del RC-135 de inteligencia
El avión de reconocimiento RC-135 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos actúa en la operación Lanza del Sur como plataforma principal de inteligencia electrónica y de señales. Su misión consiste en detectar, identificar y localizar emisiones de radares, sistemas de mando y redes de comunicaciones en el Caribe y en los alrededores de Venezuela. La aeronave transmite esa información en tiempo casi real al mando de la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear y al Comando Sur estadounidense.
La operación Lanza del Sur, anunciada públicamente a mediados de noviembre de 2025 por el secretario de Defensa Pete Hegseth, tiene como marco el Caribe meridional y el Pacífico oriental. El Pentágono la presentó como una misión destinada a expulsar a los narcoterroristas del hemisferio y a proteger a Estados Unidos de las drogas ilegales, bajo la conducción de la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear y del Comando Sur de las fuerzas armadas estadounidenses.
El inicio formal de Lanza del Sur coincidió con la llegada al mar Caribe del grupo de combate del portaaviones Gerald R. Ford y con una campaña de ataques a embarcaciones que Washington vincula con el tráfico de estupefacientes. Recuentos de medios y fuentes oficiales sitúan esos ataques alrededor de la veintena desde principios de septiembre, con más de ochenta personas muertas, en una ofensiva dirigida contra estructuras de narcotráfico y organizaciones que Estados Unidos clasifica como terroristas.
En este marco, el RC-135 Rivet Joint aporta la capacidad de observación técnica a larga distancia que respalda la dirección de la campaña. Según la documentación de la Fuerza Aérea y del Mando de Combate Aéreo, el aparato se diseñó como derivado profundamente modificado del C-135 para apoyar a mandos tácticos, de teatro y nacionales mediante la recogida, el análisis y la difusión de inteligencia sobre la escena de operaciones con plazos de transmisión casi instantáneos hacia esos centros de decisión.
Claves operativas del empleo del RC-135 en Lanza del Sur
- Plataforma principal de inteligencia electrónica y de señales para detectar radares, sistemas de mando y comunicaciones en el Caribe y frente a Venezuela.
- Transmisión de inteligencia procesada en tiempo casi real al mando de la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear y del Comando Sur estadounidense.
- Participación en paquetes aéreos que reúnen bombarderos estratégicos, cazas embarcados y otros medios de vigilancia durante vuelos de patrulla sobre el Caribe meridional.
- Capacidad para mantener órbitas prolongadas en espacio aéreo internacional cerca de la costa venezolana sin entrar en espacio soberano, con observación continua del entorno electromagnético.
Capacidades técnicas del RC-135 Rivet Joint como plataforma SIGINT
El RC-135V/W Rivet Joint, versión empleada por la Fuerza Aérea estadounidense, integra un conjunto de sensores que permite a la tripulación de misión detectar, identificar y situar emisiones a lo largo de todo el espectro electromagnético. La aeronave puede reenviar la información obtenida en distintos formatos a un abanico amplio de destinatarios mediante un sistema de comunicaciones de gran alcance, lo que refuerza la coordinación entre mandos tácticos, de teatro y autoridades nacionales durante operaciones conjuntas.
El modelo Rivet Joint aloja a más de treinta personas, repartidas entre la tripulación de vuelo, con pilotos y navegantes, y la tripulación de misión, formada por oficiales de guerra electrónica, operadores de inteligencia y técnicos de mantenimiento en vuelo. La ficha de la Fuerza Aérea indica una dotación mínima de cinco tripulantes de vuelo y entre veintiuno y veintisiete integrantes de misión, cifra que sitúa a este aparato entre las plataformas de inteligencia con capacidad de explotación a bordo.
Con un techo operativo cercano a los quince mil metros y un alcance aproximado de seis mil quinientos kilómetros sin reabastecimiento, el RC-135 puede sostener órbitas prolongadas sobre aguas internacionales frente a zonas de interés. Esa característica permite que la aeronave permanezca cerca de la costa venezolana sin penetrar en espacio aéreo soberano, aspecto que resulta relevante en un escenario como el venezolano, en el que la vigilancia se apoya en medios técnicos alejados del territorio observado.
La función del RC-135 se define por el tipo de inteligencia que produce. Documentos de la Fuerza Aérea y del Mando de Combate Aéreo lo describen como una plataforma capaz de obtener inteligencia de señales sobre radares de defensa antiaérea, enlaces de mando y control y otros transmisores militares, además de proporcionar información de gestión de batalla y apoyo de guerra electrónica a los mandos de teatro y a las fuerzas desplegadas, con un flujo de datos prácticamente inmediato hacia las unidades en primera línea.
Vuelos del RC-135 frente a Venezuela y su integración en Lanza del Sur
Durante Lanza del Sur, la función general del RC-135 se traduce en vuelos de patrulla electrónica sobre el Caribe meridional coordinados con bombarderos estratégicos, cazas embarcados y otros medios de vigilancia. El 20 de noviembre de 2025, varios bombarderos B-52H despegados desde la base de Minot volaron frente a la costa norte de Sudamérica en una misión descrita por la Fuerza Aérea como patrulla de presencia, con apoyo de cazas F/A-18 Super Hornet y de un RC-135 Rivet Joint de inteligencia de señales.
Todos esos aparatos activaron sus transpondedores durante parte del trayecto, hecho que permitió seguir sus rutas en páginas de rastreo civil. Fuentes militares estadounidenses citadas en medios especializados indicaron que los RC-135 han realizado múltiples misiones dentro de esta campaña, denominada en inglés Operation Southern Spear, en coordinación con el grupo de combate del Gerald R. Ford y con otros activos desplegados en el Caribe y en el Pacífico oriental.
El 21 de noviembre, cronologías de análisis de inteligencia situaron a un avión RC-135 Rivet Joint de Estados Unidos en el sur del Caribe, seguido por el Comando de Defensa Aeroespacial venezolano. La aeronave formó parte de una secuencia de maniobras de presión y vuelos de reconocimiento asociada a la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear, dentro del marco general de Lanza del Sur y de la presencia militar estadounidense cercana al espacio aéreo de Venezuela.
Entre los días 19 y 21 de noviembre, un análisis de operaciones militares señaló que Estados Unidos había intensificado su vigilancia cerca de la costa venezolana mediante vuelos de un RC-135V Rivet Joint acompañado por cazas F/A-18. El objetivo consistió en evaluar las capacidades de defensa antiaérea de Venezuela y recabar inteligencia sobre el grado de alistamiento de sus fuerzas, dentro de una secuencia de misiones que mantuvo la presión militar en el entorno del país.
En paralelo, plataformas de seguimiento de tráfico aéreo mostraron el 20 de noviembre el tránsito de al menos cinco aeronaves militares estadounidenses frente al litoral venezolano, entre ellas un Boeing RC-135 especializado en inteligencia electrónica que utilizó el indicativo ALBUS39. Esos aviones describieron un amplio arco frente al estado venezolano de Delta Amacuro, siempre en espacio aéreo internacional, y mantuvieron sus equipos de identificación activados, rasgos que analistas y medios latinoamericanos vincularon a los movimientos asociados a Lanza del Sur y al despliegue del Gerald R. Ford y de más de doce mil efectivos.
La literatura técnica y los documentos de defensa precisan la naturaleza de la información que genera el RC-135 en misiones de este tipo. El conjunto de sensores de a bordo capta emisiones electromagnéticas, determina su localización y clasifica su origen. En un entorno como el venezolano, esas emisiones incluyen radares de alerta temprana y de control de tiro, enlaces de datos entre centros de mando y unidades aéreas o navales y otros transmisores asociados a redes militares o a organizaciones bajo seguimiento.
Al volar en las proximidades de la costa, el avión provoca la activación de los sensores de defensa y registra sus patrones de funcionamiento, las frecuencias empleadas y los tiempos de reacción de las unidades que manejan esos equipos. Esa información se transforma en un cuadro detallado de la orden de batalla radioléctrica del país observado, elemento esencial para valorar la capacidad de respuesta de sus defensas ante una operación de presión.
Los datos recogidos no permanecen en la aeronave. Tanto el Mando de Combate Aéreo como el contratista principal del programa Rivet Joint destacan que el RC-135 transmite inteligencia procesada en tiempo casi real a mandos tácticos y estratégicos, lo que alimenta con información actualizada el cuadro de situación de la operación. En Lanza del Sur, ese flujo se integra en la estructura de mando de la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear y del Comando Sur, junto con productos de otros medios de reconocimiento desplegados en la región.
Entre esos medios figuran aviones de patrulla marítima P-8 Poseidon, aeronaves no tripuladas MQ-9 Reaper y aviones de ataque AC-130J. La combinación de estas plataformas ofrece a los mandos responsables de la campaña datos sobre defensas antiaéreas, movimientos navales y actividad de embarcaciones que Estados Unidos vincula con el narcotráfico.
En este contexto, la presencia del RC-135 en las patrullas próximas a Venezuela sostiene la vigilancia técnica del espacio electromagnético regional y actúa como nodo de inteligencia para el resto de los participantes en Lanza del Sur. La información obtenida por esta flota, compuesta por diecisiete aparatos RC-135V/W en servicio activo según los datos más recientes de la Fuerza Aérea, se integra en el ciclo de operaciones de un despliegue que combina bombarderos estratégicos, cazas embarcados, buques de superficie, fuerzas anfibias y medios de reconocimiento en el Caribe y en el Pacífico oriental.