Desarrollo, características y servicio del Sukhoi Su-27, caza pesado soviético concebido para igualar al F-15 Eagle en alcance, maniobra y armamento aéreo.
Origen del Su-27 Flanker frente al F-15 y programa PFI soviético
El Sukhoi Su-27, conocido en la OTAN como Flanker, es un caza pesado de superioridad aérea de diseño soviético que entró en servicio en 1985. Nació como respuesta directa al programa estadounidense F-X y al F-15 Eagle de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, con la misión principal de asegurar la defensa antiaérea de largo alcance de la Unión Soviética frente a bombarderos estratégicos y aviones de combate occidentales.
El origen del Su-27 se sitúa a finales de los años sesenta, cuando Estados Unidos seleccionó el F-15 como resultado del programa F-X, destinado a obtener un caza específico de superioridad aérea con gran maniobra, radar potente y capacidad de combate más allá del alcance visual. Esa elección llevó al Estado Mayor soviético a formular el requisito Perspektivnyy Frontovoy Istrebitel, que exigía un gran radio de acción y operación desde pistas relativamente cortas.
El requisito PFI también pedía elevada maniobra, velocidad superior a Mach 2 y una carga considerable de misiles aire-aire. Las autoridades decidieron dividir el programa en dos líneas: un caza ligero, del que surgió el MiG-29, y un caza pesado de largo alcance que se asignó a la oficina de diseño Sukhoi. Esta oficina, con apoyo del instituto aerodinámico TsAGI, definió una configuración de gran tamaño con fuselaje y ala integrados.
La solución de Sukhoi adoptó doble deriva, dos motores separados por un voluminoso túnel central y volumen adicional para combustible y equipos, con el objetivo de igualar o superar al F-15 en alcance, techo operativo y combate a larga distancia. El diseño T-10 voló en 1977 con motores Lyulka AL-21 y mostró prestaciones inferiores a las previstas, junto con problemas de manejo que provocaron varios accidentes en la fase de prototipos.
Aspectos clave del origen y concepción del Su-27 Flanker
- El Su-27 se concibió como caza pesado de superioridad aérea para la defensa antiaérea de largo alcance de la Unión Soviética frente a fuerzas occidentales.
- El programa estadounidense F-X y la selección del F-15 impulsaron el requisito soviético PFI para un caza con gran radio de acción, maniobra elevada y radar potente.
- La división del PFI originó el MiG-29 como caza ligero y encargó a la oficina Sukhoi el desarrollo del caza pesado de largo alcance Su-27.
- La configuración inicial T-10 integró fuselaje y ala, adoptó doble deriva y dos motores separados por un túnel central, aunque mostró deficiencias de prestaciones y manejo.
Rediseño T-10S, motores AL-31F y prestaciones del Flanker
Los resultados insatisfactorios del T-10 y la comparación con el F-15, que ya operaba en unidades de primera línea, llevaron a Sukhoi y al TsAGI a emprender un rediseño profundo. La variante T-10S recibió un ala de borde más recto, derivas desplazadas hacia el exterior de los motores, una extensión trasera de fuselaje, un freno aerodinámico dorsal y mejoras en los elementos hipersustentadores para corregir inestabilidades y ampliar la envolvente de vuelo.
Durante el desarrollo del T-10S aparecieron incidentes graves relacionados con fallos en los dispositivos de borde de ataque, situación que obligó a modificar esos elementos y a introducir refuerzos. Una vez resueltos los problemas, los pilotos de pruebas destacaron una mejora clara de estabilidad y maniobra respecto a los T-10 iniciales, hecho que permitió avanzar hacia la producción en serie del Su-27 como caza pesado de referencia soviética.
El Su-27 definitivo adoptó dos turbofanes Saturn/Lyulka AL-31F desarrollados de manera específica para este modelo y sus derivados, con un empuje con posquemador superior a 120 kilonewtons por motor y un peso aproximado de tonelada y media por unidad. La elevada relación empuje-peso y la capacidad de los motores para trabajar con grandes variaciones de flujo y ángulos de ataque altos resultaron esenciales para aprovechar toda la maniobrabilidad prevista en el diseño.
Desde el punto de vista geométrico, el Su-27 mide 21,9 metros de longitud, 14,7 metros de envergadura y casi 6 metros de altura, con un peso en vacío cercano a 16,3 toneladas y un máximo al despegue de 30 toneladas. Su ala de gran superficie, con prolongaciones de borde de ataque integradas en el fuselaje, y la potencia de los AL-31F permiten superar Mach 2,3, alcanzar techos cercanos a 18.500 metros y volar más de 3.500 kilómetros sin tanques externos.
Control de vuelo, maniobra y sensores del Su-27 Flanker en combate
El Su-27 introdujo un sistema de control de vuelo eléctrico con cuádruple redundancia que actúa sobre flaperones, estabilizadores horizontales y derivas, gran novedad para la aviación de combate soviética. Este sistema permite un control preciso a muy baja velocidad y con ángulos de ataque extremos. En 1989 un Su-27 mostró en el Salón Aeronáutico de París la maniobra cobra, con una rápida elevación del morro por encima de 90 grados y posterior recuperación estable.
En el campo de los sensores, el Su-27 de serie utiliza un radar de impulsos Doppler N001 instalado en el morro, capaz de detectar y seguir blancos a gran distancia y atacar objetivos que vuelan a baja cota gracias al filtrado del eco del terreno. Como complemento integra el equipo de búsqueda y seguimiento infrarrojo OLS-27 y una mira montada en casco que permite designar blancos mediante el movimiento de la cabeza.
El armamento fijo del Flanker incluye un cañón Gryazev-Shipunov de 30 milímetros con unos 150 proyectiles, alojado en la raíz alar. Además dispone de diez puntos de anclaje externos capaces de transportar más de 4.000 kilos de carga, con espacio para hasta seis misiles de alcance medio R-27 en distintas versiones y misiles de corto alcance R-73 guiados por infrarrojos, combinación adecuada para combate lejano y enfrentamiento cercano.
Estas capacidades buscaban ofrecer un conjunto comparable al del F-15, caza táctico muy maniobrable con radar de búsqueda y seguimiento de largo alcance, sistemas electrónicos de guerra, visor en cabina y amplio repertorio de misiles aire-aire de medio y corto alcance. En prestaciones generales, el Su-27 queda en el mismo rango que el F-15 en velocidad y techo y supera a su rival en alcance interno, dentro de doctrinas de empleo distintas.
Doctrina de empleo, récords y servicio del Su-27 y su familia operativa
El F-15 se diseñó para operar de manera relativamente autónoma dentro de grupos de combate apoyados por aviones de alerta temprana, con un uso intenso de sus propios sensores. El Su-27, en cambio, se integró en el modelo soviético de defensa antiaérea, basado en radares terrestres, puestos de mando y enlaces de datos capaces de guiar a los interceptores incluso con el radar de a bordo apagado durante la aproximación al blanco.
En el plano operativo, los primeros Su-27 de producción se incorporaron a unidades de la Fuerza Aérea soviética a mediados de los años ochenta mediante una introducción progresiva condicionada por dificultades de fabricación. El modelo se destinó tanto a la aviación táctica de primera línea como a las fuerzas de defensa antiaérea, con misiones de interceptación lejana de bombarderos B-52 y B-1, aeronaves de patrulla marítima, aviones de apoyo de alerta temprana y escolta de bombarderos propios.
Una parte destacada de la rivalidad técnica con el F-15 pasó al terreno de los récords de ascenso. A partir de un prototipo T-10S se creó el aparato experimental P-42, sin equipos de combate ni elementos considerados innecesarios y con ajustes específicos en los motores para reducir el peso y maximizar el empuje. Entre 1986 y 1988 este avión fijó varias marcas mundiales, entre ellas la trepada hasta 15.000 metros en poco más de 70 segundos, superior a los registros del F-15 Streak Eagle.
La aparición pública de la familia Flanker en exhibiciones aéreas occidentales a finales de los años ochenta mostró a observadores europeos y estadounidenses un caza de grandes dimensiones capaz de ejecutar maniobras de muy alta carga y ángulos de ataque extremos. El alcance notable y la abundante carga de misiles situaron al Su-27 como eje de la flota de superioridad aérea soviética en los últimos años de la Guerra Fría, en paralelo al papel del F-15 entre los aliados occidentales.
Exportación, derivados del Su-27 y vigencia hasta la década de 2020
Tras la disolución de la Unión Soviética, el Su-27 pasó a equipar a las nuevas fuerzas aéreas de Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Kazajistán y otros Estados surgidos del antiguo espacio soviético como heredero de la flota de superioridad aérea. La continuidad del modelo en varios países mantuvo la relevancia del diseño original y aseguró una base amplia de usuarios que más tarde adoptó distintas modernizaciones nacionales.
El Su-27 también se convirtió en un producto de exportación, con entregas a países como China, Vietnam, Indonesia, Etiopía o Angola y variantes adaptadas a requisitos concretos. En el caso chino, la cooperación incluyó producción bajo licencia, experiencia que dio lugar al J-11, derivado local basado en la célula y en numerosos componentes del Flanker original, aunque sujeto a desarrollos propios en aviónica y armamento.
Las características básicas del Su-27 sirvieron de base para una familia amplia de aeronaves relacionadas. De ese diseño surgieron el Su-30 biplaza de empleo polivalente, el Su-33 embarcado para portaaviones, el Su-34 destinado al ataque de largo alcance y el Su-35 modernizado, que conservan la estructura general y, en muchos casos, una parte significativa de los sistemas originales del Flanker.
En la década de 2020, distintas variantes del Su-27 y de sus derivados continúan en servicio en varias fuerzas aéreas, con programas de modernización que introducen motores mejorados, radares de nueva generación y sistemas electrónicos actualizados. Estas mejoras se apoyan en la célula y en la configuración aerodinámica concebidas para enfrentarse al F-15 Eagle durante la Guerra Fría, y prolongan la vigencia operativa de la familia Flanker en el combate aéreo moderno.