La legislación denominada Countering America’s Adversaries Through Sanctions Act (CAATSA), promulgada en 2017 durante la presidencia de Donald Trump, ha planteado importantes dificultades a numerosas naciones que pretenden adquirir material militar avanzado, en concreto cazas rusos Su-35 o Su-57.
Esta medida legislativa ha colocado a Indonesia, entre otros países, en una situación de incertidumbre respecto a sus planes de refuerzo aéreo militar.
La CAATSA estipula que las naciones que realicen transacciones significativas con Corea del Norte, Irán o Rusia, especialmente en lo relativo a la compra de material militar, podrían enfrentarse a sanciones por parte de Estados Unidos. Este marco ha generado una nube de dudas sobre la posibilidad de que Indonesia y otros países finalicen la compra del Su-35 o incluso del más avanzado Su-57.
A pesar de las restricciones impuestas por las sanciones de la CAATSA, ha surgido una posible salida. Un vídeo publicado por el canal de YouTube, Lycma Mil-Tech sugiere que la ley no es completamente hermética y podría contener lagunas explotables.
Alternativas estratégicas a las restricciones de la CAATSA

Aunque la CAATSA fue firmada por el presidente Trump, este expresó sus reservas sobre la ley, argumentando que, en su afán por aprobarla, el Congreso había incorporado disposiciones potencialmente inconstitucionales.
Estas declaraciones, recogidas por el canal de YouTube, Lycma Mil-Tech, reflejan una visión crítica sobre la ley, aunque cabe señalar que se trata, al fin y al cabo, de opiniones personales que requieren una interpretación jurídica para determinar su validez y sus posibles lagunas.
La especulación de que Indonesia podría negociar un nuevo acuerdo para adquirir el Su-35, con un posible acuerdo para 2024, ilustra la persistencia del interés por reforzar sus capacidades aéreas a pesar de las restricciones impuestas por la CAATSA. No solo el Su-35 es objeto de interés, sino también el Su-57, su homólogo más avanzado, lo que demuestra la ambición de Indonesia por actualizar su flota aérea a pesar de los desafíos legales y diplomáticos.
La posibilidad de que las Fuerzas Aéreas indonesias se hubieran reforzado con cazas rusos Su-35 sin las sanciones de la CAATSA subraya las implicaciones de esta legislación en los planes de defensa de la nación.
La influencia de Estados Unidos se hizo evidente cuando, según Bloomberg, en marzo de 2020, Washington persuadió a Yakarta para que desistiera de adquirir el Su-35, argumentando una violación de la CAATSA. En respuesta, el Ministerio de Defensa de Indonesia reconsideró sus opciones y finalmente se decantó por la adquisición de cazas estadounidenses F-15EX y franceses Rafale, marcando un cambio estratégico en su política de defensa aérea.
Indonesia evalúa sus opciones ante las sanciones internacionales

El ministro de Defensa de Indonesia ha subrayado la urgencia de actualizar y reforzar la flota de cazas de la Fuerza Aérea ante el inminente envejecimiento de aviones clave como el F-5 Tiger.
“La necesidad de reemplazar los F-5 Tiger, que se acercan al final de su ciclo operativo, es crítica. Los intentos de adquirir cazas Sukhoi Su-35 se han visto frenados por las sanciones estadounidenses CAATSA y OPAC”, reveló una declaración oficial del Ministerio de Defensa. Esta declaración pone de relieve la complicada situación a la que se enfrenta Indonesia en su esfuerzo por modernizar su capacidad aérea militar.
La declaración continúa detallando la imperiosa necesidad de integrar nuevos sistemas de armas, en particular aviones de combate, para sustituir a los que están llegando al final de su vida útil. Este planteamiento se ajusta a la estrategia de defensa nacional para garantizar la operatividad y eficacia de su fuerza aérea en el futuro.
A pesar de las complejidades provocadas por las sanciones internacionales, y tras haber cancelado previamente la adquisición de cazas Mirage 2000 de segunda mano a Qatar a principios de 2024, Indonesia sigue contemplando la posibilidad de integrar el Su-35 o incluso el Su-57 en su arsenal aéreo. Esta ambición refleja la voluntad de Yakarta de no cerrar la puerta a futuras adquisiciones que refuercen su defensa aérea.
La revista Military Watch Magazine (MWM) informó en julio de 2023 de que Indonesia está explorando alternativas para la adquisición segura del Su-35, a pesar de las restricciones impuestas por EE. UU. “Existe un intenso interés por parte de Indonesia en encontrar un mecanismo que permita la adquisición del Su-35 u otro caza ruso avanzado, eludiendo las sanciones de EE. UU. y asegurando una transacción financiera fiable con Rusia”, según declaraciones de MWM.
Este medio también señaló las medidas proactivas del gobierno indonesio para proteger su economía de posibles conflictos económicos con Occidente, citando las sanciones contra Rusia como una de las razones de esta estrategia defensiva.
En resumen, a pesar de los retos geopolíticos y las limitaciones internacionales, Indonesia persiste en su empeño de renovar y reforzar su flota aérea, lo que pone de manifiesto un planteamiento estratégico y decidido para garantizar su soberanía y su capacidad defensiva a largo plazo.