El radar AESA N036 Byelka del Su-57 detecta blancos a 400 km, ofrece alta resolución y resiste contramedidas electrónicas, mejorando las capacidades tácticas del caza.
Radar AESA impulsa capacidades del Su-57 Felon
El Sukhoi Su-57 Felon, primer caza de quinta generación de Rusia, incorpora el radar de matriz activa de barrido electrónico (AESA) N036 Byelka, desarrollado por el Instituto Tikhomirov. Este sistema representa un avance significativo en la tecnología de detección rusa, diseñado para proporcionar al Su-57 una ventaja táctica en combate aéreo y operaciones multirole. El radar, integrado en el sistema Sh-121 MIRES, cuenta con más de 1,500 módulos de transmisión/recepción (T/R) en su antena frontal de banda X, complementada por dos radares laterales en banda L para una cobertura angular ampliada. Este arreglo permite al Su-57 detectar blancos convencionales a 400 kilómetros y objetivos de baja firma radar a aproximadamente 150 kilómetros, según especificaciones del fabricante.
La configuración del N036 Byelka destaca por su capacidad de rastrear hasta 60 objetivos simultáneamente y atacar hasta 16 con precisión, gracias a su alta resolución angular y de rango. Esta resolución permite distinguir entre blancos cercanos, incluso en formaciones densas, lo que es crítico en escenarios de combate aéreo moderno. Además, el radar opera con un sistema de escaneo electrónico que elimina la necesidad de movimiento mecánico, reduciendo el tiempo de reacción y aumentando la confiabilidad frente a sistemas tradicionales. La integración con el sistema IMA BK, que utiliza canales de fibra óptica y más de cuatro millones de líneas de código, asegura una fusión de datos eficiente, presentando al piloto una imagen táctica clara.
El Su-57 también incorpora radares en banda L en los bordes de ataque de las alas, optimizados para detectar aviones furtivos como el F-35 a larga distancia, aunque con menor resolución. Esta combinación de bandas X y L amplía la capacidad del Su-57 para operar en entornos donde los adversarios emplean tecnologías de baja observabilidad. La arquitectura modular del radar permite actualizaciones futuras, garantizando que el sistema permanezca relevante frente a amenazas emergentes.
El diseño del N036 Byelka prioriza la robustez en entornos hostiles. Su capacidad para operar en presencia de contramedidas electrónicas se basa en técnicas avanzadas de procesamiento de señales y algoritmos adaptativos que mitigan interferencias. El radar puede ajustar dinámicamente sus patrones de emisión, reduciendo la probabilidad de ser detectado o bloqueado por sistemas de guerra electrónica enemigos. Esta característica es vital en combates contra adversarios equipados con plataformas como el F-22 Raptor o sistemas de defensa aérea avanzados.
Datos clave del radar AESA del Su-57 Felon
- Alcance máximo: 400 km para blancos convencionales, 150 km para blancos furtivos.
- Capacidad de rastreo: Hasta 60 objetivos simultáneamente.
- Capacidad de ataque: Engancha hasta 16 objetivos al mismo tiempo.
- Bandas de operación: Banda X (alta resolución) y banda L (detección de furtivos).
- Resistencia a contramedidas: Algoritmos adaptativos y ajuste dinámico de patrones de emisión.
- Integración: Compatible con el sistema de guerra electrónica L402 Himalayas y el sistema electro-óptico 101KS Atoll.
Contramedidas electrónicas fortalecen al Su-57
El Su-57 Felon está equipado con el sistema de guerra electrónica L402 Himalayas, que complementa al radar N036 Byelka para operar en entornos saturados de contramedidas electrónicas. Este sistema incluye sensores de detección pasiva, contramedidas activas como señuelos y emisores de interferencia direccional. La integración del L402 con el radar AESA permite al Su-57 identificar y neutralizar intentos de interferencia, manteniendo la integridad de sus datos de detección. La capacidad del radar para cambiar frecuencias rápidamente y emplear técnicas de baja probabilidad de intercepción dificulta los esfuerzos enemigos por bloquear o engañar al sistema.
El sistema de contramedidas electrónicas del Su-57 también incluye el sistema 101KS Atoll, que combina un sensor infrarrojo de búsqueda y seguimiento (IRST) con contramedidas infrarrojas direccionales (DIRCM). Estas contramedidas, montadas detrás y debajo de la cabina, utilizan rayos láser modulados para cegar misiles guiados por infrarrojos, como el AIM-9X. Esta capacidad es única, ya que ningún otro caza en servicio cuenta con un sistema DIRCM integrado de manera similar. La combinación de estas contramedidas con el radar AESA asegura que el Su-57 pueda operar eficazmente en escenarios de alta amenaza, como zonas protegidas por sistemas de defensa aérea como el Patriot o el S-400.
La resistencia del Su-57 a contramedidas electrónicas se ve reforzada por su diseño de baja firma radar, estimada en 0.1 a 1 metro cuadrado, según fuentes rusas. Aunque esta cifra es mayor que la de sus contrapartes occidentales, como el F-22 (0.001 m²), la combinación de stealth moderado, contramedidas electrónicas y maniobrabilidad superior permite al Su-57 evadir detección y mantener la ventaja en combates aéreos. La capacidad del radar para operar en conjunto con el sistema IRST, que detecta blancos térmicos a 50-70 kilómetros, ofrece una alternativa pasiva para evitar emisiones de radar en misiones furtivas.
En operaciones reales, el Su-57 ha demostrado su capacidad para lanzar misiles de largo alcance, como el R-77M y el Kh-59MK2, desde Ucrania en 2022, utilizando su radar y sistemas de guerra electrónica para mantenerse fuera del alcance de las defensas enemigas. Estas misiones destacan la capacidad del Su-57 para operar en entornos con fuertes contramedidas, manteniendo su efectividad en roles de ataque y superioridad aérea.
Superioridad aérea y comparación con sistemas occidentales
El radar AESA del Su-57 contribuye significativamente a su rol como plataforma de superioridad aérea. Su capacidad para detectar y rastrear múltiples objetivos a largas distancias permite al Su-57 dominar el espacio aéreo, especialmente en combates más allá del alcance visual (BVR). El misil K-77M, guiado por radar activo y con un alcance de 150 kilómetros, se beneficia de la alta precisión del N036 Byelka, permitiendo al Su-57 enfrentarse a objetivos de alto valor, como aviones AWACS o cazas enemigos, antes de que puedan responder. La maniobrabilidad del Su-57, potenciada por su vectorización de empuje 3D, complementa estas capacidades, dándole una ventaja en combates cercanos.
En comparación con sistemas occidentales, el radar APG-77 del F-22 Raptor y el APG-81 del F-35 Lightning II presentan ventajas y desventajas. El APG-77, con aproximadamente 1,956 módulos T/R, ofrece una mayor densidad de módulos que el N036 Byelka, lo que se traduce en una resolución potencialmente superior y un alcance similar. Sin embargo, el diseño del N036, con sus radares laterales en banda L, proporciona al Su-57 una cobertura angular más amplia, ideal para detectar aviones furtivos desde ángulos no frontales. El APG-81 del F-35, con 1,676 módulos T/R, está optimizado para operaciones multirol, incluyendo guerra electrónica avanzada, pero su alcance de detección es ligeramente inferior al del N036 en ciertos escenarios, según análisis técnicos.
La principal diferencia radica en la experiencia tecnológica. Estados Unidos ha desplegado radares AESA desde el año 2000, con tres generaciones de sistemas en servicio, mientras que Rusia comenzó a implementar AESA con el Su-57. Esto se refleja en la sofisticación de los algoritmos y la miniaturización de los componentes occidentales. Sin embargo, el enfoque ruso prioriza la potencia y el alcance de detección, alineado con la doctrina de defensa de un vasto territorio. El N036 Byelka compensa las limitaciones tecnológicas con una arquitectura robusta y una integración efectiva con otros sensores, como el IRST y el sistema de guerra electrónica.
En términos de superioridad aérea, el Su-57 se beneficia de su capacidad para operar junto al dron S-70 Okhotnik-B, que actúa como un ala leal, extendiendo el alcance de detección y ataque del caza. Esta combinación, junto con el radar AESA y las contramedidas electrónicas, posiciona al Su-57 como una plataforma formidable, capaz de competir con el F-22 y el F-35 en escenarios específicos, especialmente en entornos donde la maniobrabilidad y el alcance son críticos. Aunque el Su-57 no iguala el nivel de furtividad de sus rivales occidentales, su radar y sistemas asociados le permiten mantener una ventaja táctica en combates aéreos prolongados.