El avance tecnológico en el ámbito de la aviación militar ha llevado a países como China y RusiaRusia pierde 2.000 tanques en Ucrania: El declive de los MBT de Moscú bajo análisis a buscar desarrollar aviones de combate de quinta generación para contrarrestar la superioridad aérea de Estados Unidos.
Entre estos intentos, el J-20 chino y el Su-57 ruso han sido presentados como aviones furtivos capaces de competir con los modelos estadounidenses F-22 Raptor y F-35 Joint Strike Fighter.
Sin embargo, a pesar de las afirmaciones de Pekín y Moscú, existen aspectos técnicos que impiden considerar a estos aviones verdaderos cazas de quinta generación.
Desarrollo del Su-57
El Su-57, conocido como Felon por la OTAN, fue desarrollado por el fabricante ruso Sukhoi a finales de la década de 1990. No obstante, su producción y desarrollo se vieron afectados por diversos contratiempos. Durante los vuelos de prueba iniciales, el avión experimentó problemas estructurales y técnicos que causaron sucesivos retrasos.
La tendencia de la plataforma a agrietarse fue evidente y, en la actualidad, solo se han puesto en servicio alrededor de cinco docenas de aviones Su-57.
Ausencia del Su-57 en la guerra en Ucrania
A pesar de los alardes del Kremlin sobre la superioridad del Su-57 frente al F-22 y al F-35, este avión ha estado notablemente ausente en la guerra en Ucrania. Esta ausencia plantea interrogantes sobre la verdadera capacidad del Su-57 y por qué ha sido relegado a tareas menos arriesgadas, como el despliegue de municiones de reserva.
Algunos analistas sugieren que Moscú teme exhibir el avión, ya que no estaría a la altura de las circunstancias y podría dañar su reputación.
Mínima detectabilidad: clave para ser considerado un caza furtivo
Uno de los elementos clave para ser considerado un caza furtivo es la mínima detectabilidad. En este sentido, el F-35 y el F-22 poseen secciones transversales de radar más pequeñas, lo que dificulta enormemente su localización por parte de las aeronaves enemigas.
Comparativamente, el Su-57 tiene una sección transversal de radar 1.000 veces mayor que el F-35, lo que implica un alcance de detección 5,6 veces mayor. Estos cálculos evidencian que el F-35 tiene un alcance de detección casi seis veces superior al del Su-57.
Amenazas y afirmaciones exageradas del Kremlin
En medio de la guerra en Ucrania, el Kremlin continúa amenazando con desplegar sus aviones de quinta generación. Sin embargo, estas amenazas y las afirmaciones exageradas de Moscú deben ser recibidas con escepticismo. La evidencia técnica demuestra que el Su-57 no puede considerarse un rival cercano a los cazas furtivos estadounidenses.
Aunque China y Rusia han buscado desarrollar sus propias plataformas de quinta generación, aún tienen camino por recorrer para alcanzar el nivel de los aviones de combate más avanzados del mundo.
China y Rusia en el desarrollo de aviones de quinta generación
China y Rusia han invertido importantes recursos en el desarrollo de aviones de combate de quinta generación, buscando disminuir la brecha tecnológica con Estados Unidos.
Sin embargo, a pesar de los avances logrados, aún tienen un largo camino por recorrer. La capacidad furtiva, la aviónica avanzada, la integración de sistemas y otras características de los aviones estadounidenses siguen siendo superiores. El Su-57 y el J-20 representan un avance en el desarrollo aeroespacial de sus respectivos países, pero aún no se comparan con los aviones de combate más avanzados del mundo.
Conclusión
El Su-57 ruso ha sido presentado como un caza furtivo capaz de competir con los modelos estadounidenses F-22 Raptor y F-35 Joint Strike Fighter, pero los aspectos técnicos y evidencia demuestran lo contrario. Problemas estructurales y técnicos, baja producción, la ausencia en conflictos reales y su mayor sección transversal de radar hacen que el Su-57 esté lejos de ser considerado un verdadero caza de quinta generación.
China y Rusia han avanzado en el desarrollo de aviones de combate, pero aún tienen camino por recorrer para alcanzar la superioridad de los aviones estadounidenses.