El pulso de la guerra en Ucrania hace resaltar la ausencia palpable de una poderosa bestia de acero: el Su-57 ruso, un arma de guerra sin precedentes, aún aletargada en la penumbra de su escaso despliegue.
Caza Su-57: Dominio aéreo latente en el teatro de la guerra ucraniana
Desde el amanecer del conflicto en Ucrania, el espíritu beligerante de Rusia se ha manifestado en todo su fulgor, al desplegar un impresionante contingente de sus cazas más avanzados. El Su-34 y el Su-35, ambos halcones de batalla altamente capacitados, han dibujado rutas mortíferas en los cielos de Ucrania.
En medio de la tempestad de la guerra, el Su-35 ha demostrado su valor, obteniendo victorias aire-aire contra la aviación ucraniana. A pesar de las bajas sufridas, el rendimiento del Su-35 resplandece, dado el constante aluvión de misiles ucranianos y la intensidad operacional de estos fieros halcones de batalla.
Estos dos pájaros de presa, el Su-34 y el Su-35, son la punta de lanza de las operaciones aire-tierra rusas. Pero una figura se encuentra a la sombra de estos dos poderosos caballos de batalla, el caza pesado de última generación Su-57, un actor que se mantiene sorprendentemente ausente en el teatro de operaciones ucraniano.
El auge y la hibernación del Su-57: De la promesa a la realidad
Mientras que el Su-34 y el Su-35 son remasterizaciones del cuarteto Su-27 Flanker, el Su-57 es el emblema de una nueva era. Como la última joya del panteón de cazas rusos, el Su-57 sobrepasa sus predecesores en términos de ataque y superioridad aérea.
A pesar de su nacimiento en 2010 y un programa de producción que prometía una fuerza de 200 unidades para 2025, el Su-57 ha sido un león enjaulado por las circunstancias adversas. Debido a un deterioro continuado en el sector de la defensa ruso tras el colapso soviético, el Su-57 se encontró sin la financiación y el apoyo técnico necesarios para su producción a gran escala.
Por lo tanto, esta maravilla técnica solo entró en producción en serie en 2019, y finalmente se unió al arsenal de la Fuerza Aérea rusa en diciembre de 2020. Su ausencia en el conflicto ucraniano puede verse como una oportunidad perdida para demostrar su supremacía en el campo de batalla.
El Su-57: un guerrero furtivo en el ciberespacio del combate aéreo
El Su-57 es una bestia de otro tipo. Su capacidad para desvanecerse en el cielo gracias a su diseño sigiloso lo distingue de otros cazas rusos. En combinación con su sistema de guerra electrónica Himalayas, se vuelve un espectro prácticamente indetectable.
Enfrentado a las anticuadas defensas aéreas ucranianas y sus misiles tierra-aire guiados por infrarrojos, el Su-57 podría deslizarse con impunidad en los cielos ucranianos. Con una firma térmica reducida, su presencia sería prácticamente imperceptible.
La visión panorámica que ofrece el Su-57, gracias a sus seis radares, supera con creces a la de otros cazas rusos y occidentales. Este verdadero ojo de halcón puede rastrear hasta 60 objetivos simultáneamente, poniendo a su disposición un campo de batalla completamente mapeado.
Poder destructivo del Su-57: un golpe potencial a las defensas ucranianas
Si el Su-57 se hubiera desplegado en el conflicto ucraniano, con su avanzado arsenal, podría haber cambiado el rostro de la batalla. Con la bomba planeadora PBK-500U Drel, podría atacar objetivos a 30-50 km de distancia con una precisión letal.
Lo que hace a esta bomba tan especial es su capacidad de guiado inercial y por satélite GLONASS, permitiendo un enfoque “disparar y olvidar”. Un solo racimo de estas bombas podría aniquilar una batería completa de misiles o una columna de tanques.
El Su-57 podría haber derribado las defensas aéreas ucranianas mucho más rápidamente que los cazas existentes utilizando el misil antirradiación Kh-58UShE. Sus avanzadas capacidades de combate aire-aire habrían dado a Rusia una ventaja sustancial en Ucrania.
El Su-57 en el conflicto ucraniano: Un as bajo la manga sin desplegar
El Su-57, con su capacidad para desaparecer en el cielo y sus capacidades únicas de ataque, podría haber sido el as bajo la manga de Rusia en el conflicto ucraniano. Sin embargo, este instrumento de guerra sin parangón sigue guardado, un recurso poco aprovechado en medio del tumulto de la guerra.
El Su-57 es mucho más que un caza. Es un símbolo de una nueva era en la guerra aérea. Pero hasta que no se despliegue en el campo de batalla, esta fiera dormida seguirá siendo solo una promesa de poder.
El impacto potencial del Su-57 en el conflicto ucraniano nos recuerda que las guerras no las ganan solo los soldados en el campo de batalla, sino también las decisiones estratégicas que determinan qué armas se despliegan y cuándo.
La guerra en Ucrania ha movilizado un gran arsenal de aviones de combate rusos, con cazas como el Su-34 y el Su-35 desempeñando un papel destacado. Los Su-34 y Su-35 han resistido el volumen significativo de misiles tierra-aire ucranianos, reflejando su eficiencia en el campo de batalla.
El Su-57, con sus capacidades de sigilo y su sofisticado sistema de guerra electrónica Himalayas, podría ser un activo significativo en la guerra en Ucrania. Sus capacidades de seguimiento y su sistema de defensa láser podrían neutralizar eficazmente la defensa antiaérea ucraniana, basada en gran medida en tecnologías soviéticas de los años ochenta.
Si se hubieran desplegado en grandes cantidades, los Su-57 podrían haber proporcionado un apoyo aéreo inigualable, acelerando el progreso de las fuerzas terrestres rusas. Su avanzada artillería, en particular la bomba planeadora PBK-500U Drel, podría haber infligido daño a gran escala a las fuerzas ucranianas.
El Su-57 es un caza de quinta generación con capacidades significativamente mejoradas en comparación con otros cazas rusos. Está equipado con seis radares, lo que le permite rastrear simultáneamente hasta 60 objetivos. Además, su diseño de quinta generación y tecnologías de sigilo le hacen un adversario formidable en el teatro de guerra moderno.
El Su-57 tiene un potencial considerable en el combate aire-aire y la supresión de defensas aéreas. Con su misil antirradiación Kh-58UShE, podría neutralizar las defensas aéreas ucranianas mucho más rápido que los cazas existentes. Además, con sus avanzadas capacidades de combate aire-aire, el Su-57 podría dar a Rusia una ventaja substancial en Ucrania.