Revelaciones del periódico británico The Sun han puesto de manifiesto las dificultades recurrentes que los Challenger 2 enfrentan al quedar inmovilizados frecuentemente en el chernozem ucraniano, también conocido como tierra negra.
Una narración en primera persona por parte de un corresponsal británico, desde la posición dominante de la torreta de un Challenger 2, ilustra concretamente esta problemática. La escena no es solo anecdótica; mediante una exposición visual, se muestra cómo estos imponentes tanques británicos sucumben ante la densidad del suelo oscuro y fértil.
Al encarar inclinaciones, el tanque es obligado a incrementar su potencia, aunque este esfuerzo adicional puede ser insuficiente cuando las orugas ya están atrapadas en el suelo de Ucrania. La situación trasciende de preocupante a alarmante.
British tanks are designed for military trade shows but not for the battlefield? According to this Sun report the biggest ‘challenge’ for the ‘Challenger’ tank are ordinary puddles by Ukrainian standards. “It keeps getting stuck.” pic.twitter.com/svAixCGD34
— Kim Dotcom (@KimDotcom) March 11, 2024
“El principal inconveniente del Challenger 2 en Ucrania es su propensión a quedarse varado en el barro”, señala el reportero de The Sun a sus lectores. Describe el terreno como extensas áreas de tierra negra blanda y profunda, constituyendo un obstáculo significativo en el conflicto actual.
La gravedad de este escollo se evidencia a medida que el tanque se hunde gradualmente en el barro durante la cobertura del reportero. El agua comienza a elevarse, acercándose peligrosamente al chasis del tanque.
La tripulación se enfrenta al riesgo de que su vehículo se sumerja demasiado en este terreno blando, complicando enormemente cualquier operación de rescate debido a las propiedades absorbentes del suelo.
Desafíos del Chernozem: Un obstáculo para los tanques en Ucrania
El chernozem, o tierra negra de Ucrania, se distingue por su alto contenido de humus, que alcanza hasta un 15%, dotándolo de un color oscuro característico y una fertilidad excepcional.
No obstante, este suelo presenta propiedades físicas particulares que pueden ser adversas para la maquinaria pesada, como los tanques Challenger, Abrams y Leopard. Dicha tierra tiene una gran capacidad para retener agua, atribuida a su alto contenido de materia orgánica.
Esta retención se traduce en una transformación del suelo en una masa blanda y lodosa ante la lluvia, lo que representa un riesgo de hundimiento para vehículos pesados. Además, la presencia de arcilla en el chernozem, que compacta las partículas del suelo reduciendo su permeabilidad, agrava la lentitud del drenaje y la saturación del terreno.
Aunque los tanques están diseñados para maniobrar eficazmente en diversos tipos de terreno, el chernozem presenta desafíos específicos no totalmente anticipados. Las amplias orugas de estos vehículos, ideadas para dispersar el peso y evitar el hundimiento en superficies inestables, pueden no ser tan efectivas en el suelo arcilloso y viscoso del chernozem.
La lección pendiente para los tanques occidentales
Video, possible from the range in Rostov region. Digger helping tanks stuck in the mud pic.twitter.com/jGFTL5puki via @4emberlen
— Liveuamap (@Liveuamap) February 10, 2022
La estrategia militar efectiva demanda una comprensión cabal del terreno, un aspecto aparentemente subestimado en la implementación de los tanques occidentales en el chernozem ucraniano.
Este descuido nos invita a un análisis crítico más que a una reacción de sorpresa. La naturaleza desafiante del chernozem para la movilidad de vehículos militares y civiles debería instar a una reflexión estratégica más que a ser motivo de burla por parte de los observadores locales.
Surge la interrogante crucial: ¿Cuál fue la razón detrás del despliegue de blindados occidentales en Ucrania? Ante la evidencia de que los tanques rusos poseen una estructura más liviana y, por ende, una mayor agilidad en este tipo de terreno, es lógico cuestionar la previsión estratégica occidental.
La disminución en la frecuencia de estos incidentes entre los tanques rusos contrasta marcadamente con la de sus pares occidentales, destacando una posible brecha de conocimiento. Este escenario resalta la desconexión entre los planificadores militares occidentales y las características específicas del suelo ucraniano, sugiriendo una alarmante falta de comunicación y coordinación.
El hecho de no haber considerado la adquisición de tanques soviéticos, dispersos globalmente y probadamente efectivos en este escenario, señala una omisión estratégica significativa. Así, la movilidad emerge como una prioridad indiscutible en el campo de batalla.
La premonición rusa y el desafío de Chernozem
Días antes del estallido del conflicto, un incidente en la región de Rostov del Don, Rusia, presagiaba la importancia crítica del terreno. Un ejercicio militar ruso con tanques T-72B3 se convirtió en un caso de estudio involuntario sobre las dificultades de movilidad en suelos similares al chernozem ucraniano.
A pesar de la proximidad geográfica y las similitudes de terreno, los tanques rusos quedaron inmovilizados, necesitando la intervención de maquinaria pesada para su rescate. Este episodio subraya la universalidad de los desafíos que presenta el chernozem, independientemente de las fronteras políticas.
El desafío agravado por el peso de los tanques occidentales
La infraestructura ucraniana, diseñada con especificaciones para soportar el peso de tanques soviéticos como el T-72, enfrenta un desafío sin precedentes con la introducción de tanques occidentales significativamente más pesados. La prevalencia de tanques soviéticos más liviananos y su adaptación al entorno local ha permitido hasta ahora un equilibrio entre la capacidad militar y la infraestructura existente. Sin embargo, el despliegue de blindados occidentales introduce un factor complicado, ya que los puentes y otras estructuras no fueron concebidos para soportar cargas superiores a las de los modelos soviéticos.
Este detalle no solo implica un desafío logístico para el movimiento y la operatividad de estos tanques en Ucrania, sino que también resalta la importancia de una planificación estratégica que contemple integralmente las capacidades y limitaciones de la infraestructura en el teatro de operaciones.
La adaptabilidad y el conocimiento del terreno, así como de sus implicaciones logísticas, emergen como componentes críticos en la efectividad de las operaciones militares en contextos geográficos y estructurales específicos.