La Fuerza Aérea de los Estados Unidos presentó públicamente el avión de reconocimiento U-2 Dragon Lady durante el Royal International Air Tattoo 2025, realizado en la base RAF Fairford, en el Reino Unido. Se trató de una de las contadas ocasiones en que esta aeronave se mostró en una exhibición aérea internacional. La presentación atrajo la atención de profesionales militares, representantes industriales y delegaciones extranjeras.
El U-2 fue desarrollado por la división Skunk Works de Lockheed como una plataforma de reconocimiento estratégico con capacidad para recolectar inteligencia sobre territorio enemigo desde altitudes superiores a los 70.000 pies. Su diseño aerodinámico le permite permanecer en el aire entre 10 y 12 horas por misión. Está destinado a operaciones de observación detallada en regiones de alto riesgo, mediante el uso de sensores de largo alcance.

Entre sus características técnicas se incluyen una carga útil modular, techo operativo elevado y capacidad de adaptación a distintos perfiles de misión. El avión puede portar cámaras electroópticas, sensores infrarrojos, radar de apertura sintética, equipos SIGINT y nodos de retransmisión de comunicaciones. Es compatible con el sensor SYERS-2C, que ofrece resolución multiespectral, y con el radar ASARS-2A, funcional tanto de día como de noche y bajo cualquier condición meteorológica. También incorpora el sistema DCGS, que proporciona datos en tiempo real a centros de análisis y mandos de combate.
Desde su introducción, el U-2 ha sido empleado en casi todos los conflictos relevantes en los que han intervenido Estados Unidos y sus aliados. Participó en misiones de observación durante la Guerra de Vietnam, Irak, Afganistán, Siria y en operaciones sobre la península de Corea. Durante la campaña Tormenta del Desierto, entregó imágenes y señales clave que permitieron planificar las operaciones aéreas. En años recientes, se utilizó en misiones de vigilancia prolongada para identificar posiciones enemigas, coordinar ataques de precisión y rastrear movimientos insurgentes.

La aeronave mantiene su funcionalidad en zonas donde los sistemas GPS resultan degradados o bloqueados. Programas recientes como ATR y OMS han modernizado su cabina mediante instrumentos digitales, software de navegación actualizado y arquitectura abierta, con lo cual se ha logrado integrar de forma eficaz con redes aliadas de mando y control. Estas mejoras han ampliado su interoperabilidad y su rendimiento en operaciones combinadas.
A pesar del desarrollo de satélites espía y drones avanzados, el U-2 presenta ventajas operativas específicas. Su altitud de vuelo, la posibilidad de reasignación rápida y la entrega inmediata de datos le otorgan capacidades que otros sistemas no igualan. En zonas donde los satélites pueden ser neutralizados o los vehículos no tripulados, interceptados, el U-2 mantiene su utilidad como medio de observación confiable.
La presencia del U-2 en RIAT 2025 reafirmó su condición como plataforma ISR estratégica. La Fuerza Aérea de Estados Unidos dejó en claro que el sistema sigue operativo, plenamente integrado en misiones actuales y relevante en escenarios donde la recolección precisa de inteligencia resulta crítica.