La Marina de EE. UU. probó en 1942 el Vought V-173, un avión circular con despegue corto, pero limitado por su baja velocidad y motores débiles.
Un diseño poco convencional para necesidades estratégicas navales
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Marina de Estados Unidos aprobó un prototipo que rompía con los diseños tradicionales: el Vought V-173, también conocido como “panqueque volador”. Su fuselaje circular y dos hélices frontales desafiaban la lógica aerodinámica del momento. Concebido para despegar en distancias muy cortas, ofrecía una solución innovadora para operaciones desde portaaviones.
El concepto nació en los años 30, cuando Charles Zimmerman, ingeniero del Comité Asesor Nacional de Aeronáutica (NACA), propuso una nave que combinara velocidad y estabilidad. La Marina firmó un contrato con Vought el 4 de mayo de 1940 para fabricar y evaluar este modelo, con la intención de usarlo en escenarios con viento y cubierta limitada.
Dotado de dos motores Continental A-80 de 80 hp, el V-173 integraba el ala al fuselaje en una sola superficie de 634 pies cuadrados. Sus hélices de madera, de más de 5 metros, giraban a un ángulo de 22 grados para generar sustentación suficiente en despegues casi verticales. El diámetro del avión era de 26 pies y 8 pulgadas, según datos de MilitaryFactory.com.
La idea era ofrecer una alternativa ágil y eficiente para entornos hostiles como el Pacífico, donde el viento y el espacio escaso limitaban las operaciones aéreas convencionales. Los cálculos apuntaban a mantener el control incluso en condiciones adversas, con vientos de hasta 48 km/h, según Vought.org.

Capacidades técnicas únicas con limitaciones evidentes
El Vought V-173 fue pensado para despegar con solo 200 pies de pista y mantenerse estable en el aire como un helicóptero. Su peso vacío era de 2,260 libras, y su maniobrabilidad fue destacada por el piloto Boone Guyton, quien declaró en 1943 que “podías controlarlo en los tres ejes como si estuviera suspendido por cables”, según registros de Vought y TheAviationist.com.
La estabilidad del avión se debía a las fuerzas giroscópicas generadas por las hélices. Estas características anticiparon algunas cualidades del actual V-22 Osprey, según el científico de la NASA Al Bowers, entrevistado en 2015 por AirForceMag.com. No obstante, su velocidad seguía siendo un punto débil frente a otros cazas contemporáneos.
Datos clave del Vought V-173 según fuentes oficiales
- Velocidad máxima: 138 mph, con un techo de 5,000 pies (MilitaryFactory.com).
- Primer vuelo: 23 de noviembre de 1942 en Stratford, Connecticut, con Boone Guyton.
- Horas de prueba: 131 horas acumuladas en más de 190 vuelos hasta 1943.
- Despegue mínimo: 50 pies con viento favorable, según Vought.org.
- Área de ala/fuselaje: 634 pies cuadrados en diseño circular.
El avión demostró su utilidad en pruebas cortas desde cubiertas pequeñas, algo esencial para la Marina. Sin embargo, su velocidad limitada de 138 mph contrastaba con cazas como el P-51 Mustang, que superaban las 400 mph, lo que redujo su viabilidad táctica, según AviationWeek.com.

Los controles, distintos a los de aeronaves convencionales, también dificultaban su integración rápida en unidades de combate. A pesar del entusiasmo de algunos pilotos, las pruebas dejaron claro que necesitaba modificaciones profundas para ser competitivo.
Otros experimentos inusuales durante la Segunda Guerra Mundial
El caso del V-173 se enmarca en una serie de proyectos no convencionales impulsados por la urgencia de la guerra. Por ejemplo, Alemania desarrolló el Horten Ho 229, una ala volante a reacción diseñada para minimizar su firma de radar, según Luftwaffe.de.
El Reino Unido, por su parte, construyó el Hafner Rotabuggy, un jeep con un rotor para mejorar la movilidad híbrida, según RAFMuseum.org.uk. En este panorama de innovación forzada, el “panqueque volador” representaba la apuesta estadounidense para optimizar el uso de portaaviones en el Pacífico.
La Marina necesitaba aeronaves capaces de operar en espacios reducidos con condiciones atmosféricas adversas. En 2025, cuenta con más de 4,000 aviones, pero en ese entonces requería soluciones urgentes, incluso experimentales. El V-173 cumplía varias de esas condiciones, aunque no lograba cubrir todas las expectativas.
Con la posibilidad de despegar con apenas 50 pies en condiciones favorables y mantenerse estable ante turbulencias, el diseño ofrecía ventajas tácticas. Sin embargo, la evolución tecnológica de los motores dejó su concepto obsoleto en pocos años.
Cancelación del programa y legado técnico en diseños posteriores

Después de 1944, los recortes presupuestarios y el avance de los turborreactores pusieron en duda la continuidad del proyecto. Modelos como el F-80 Shooting Star, que voló por primera vez en 1944, ofrecían mejores resultados, según AirForceMag.com.
El 17 de marzo de 1946, la Marina canceló oficialmente el programa V-173. Las limitaciones de velocidad y la falta de motores adecuados sellaron su destino, pese a las pruebas realizadas entre 1942 y 1943. El prototipo costó $500,000 y sumó 131 horas de vuelo.
Actualmente, el único ejemplar del V-173 se encuentra preservado en el Museo Nacional del Aire y el Espacio en Suitland, Maryland, según SmithsonianMag.com. Aunque nunca participó en combate, el aparato se considera un ejemplo de innovación en tiempos de guerra.
Tras la disolución del proyecto, Zimmerman continuó desarrollando ideas similares en Vought, donde trabajó en el XF5U-1, un modelo posterior que también fue cancelado en 1947. A largo plazo, sus investigaciones influyeron en aeronaves modernas como el V-22 Osprey, operativo desde 2007, según Boeing.com.