El mes pasado, el avión espacial reutilizable X-37B de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos alcanzó un nuevo hito. El sexto vuelo del Vehículo de Pruebas Orbitales construido por Boeing, que forma parte del 3er Escuadrón de Experimentación Espacial, eclipsó un récord de resistencia anterior, y sigue estableciendo nuevos récords a diario. Como parece que el vehículo sigue en órbita, ¡ha pasado más de 800 días en órbita! La Fuerza Aérea de los Estados Unidos había volado previamente cinco misiones del X-37B, de la OTV-1 a la OTV-5.
Según Estados Unidos, los objetivos principales del X-37B -que se asemeja a una mini-versión del largamente retirado Transbordador Espacial y que se ha convertido en el favorito de los frikis del espacio- son dos: tecnologías de naves espaciales reutilizables para el futuro de Estados Unidos en el espacio y experimentos operativos que puedan ser devueltos y examinados en la Tierra.
Sin embargo, los funcionarios de Pekín y Moscú tienen otra opinión. No ven simplemente un avión espacial reutilizable que tenga una cuarta parte del tamaño del transbordador espacial y que pueda utilizarse para realizar experimentos en el espacio. No, muchos observadores chinos y rusos ven un bombardero espacial.
Las cargas útiles del X-37B y los detalles de la misión suelen ser clasificados, por lo que no está claro qué podría llevar el OTV al espacio, y por ello, los funcionarios chinos han sugerido que podría ser utilizado con intenciones agresivas. Esta paranoia es esperable, sencillamente porque Pekín y Moscú diseñarían casi con toda seguridad un avión espacial reutilizable de este tipo para que sirviera de arma, y desafiaría su retorcida lógica que Estados Unidos no hiciera lo mismo.
“Los analistas de la industria dijeron que la nave espacial podría ser un precursor de un arma en órbita, capaz de lanzar bombas o inutilizar satélites enemigos mientras da la vuelta al mundo”, informó por primera vez la agencia de noticias estatal china Xinhua hace una década. Desde entonces, la paranoia no ha hecho más que aumentar.
Los temores rusos son aún mayores
A principios de esta primavera, el jefe de un contratista de defensa ruso también expresó su opinión de que el avión espacial X-37B es en realidad un bombardero secreto de alto vuelo que fue diseñado para lanzar ojivas nucleares desde la órbita. Yan Novikov, director general de la empresa estatal de diseño Almaz-Antey, hizo la falsa afirmación durante la conferencia virtual New Knowledge, según el medio de comunicación estatal ruso RIA Novosti, informó Popular Mechanics.
En teoría, sería posible modificar un arma nuclear para que cupiera en el compartimento de carga, pero el X-37B sería un bombardero altamente ineficaz. Lanzar una cabeza nuclear desde la órbita es mucho más difícil de lo que parece, y requeriría un sistema de guía y un vehículo de reentrada especialmente diseñados. Incluso así, no sería nada preciso, mientras que simplemente alinear un objetivo para los ataques llevaría días de cambios orbitales, durante los cuales se perdería cualquier elemento de sorpresa.
Como sugirió además Popular Mechanics, el bombo de Novikov sería sólo una forma inteligente de promocionar las capacidades del sistema de defensa aérea S-400 “Triumf”. Es capaz de disparar una variante del misil antibalístico A-235 -el PL-19 “Nudol”- que fue desarrollado para derribar naves espaciales en la órbita baja de la Tierra.
Al afirmar que el X-37B es un bombardero, o que al menos podría funcionar como tal, Rusia (y probablemente China) tiene una excusa para construir armas para contrarrestarlo. Por supuesto, esas armas, como el S-500, ahora en desarrollo, también podrían usarse para derribar satélites estadounidenses, así que tal vez sea Estados Unidos quien deba empezar a estar un poco más paranoico sobre lo que Pekín y Moscú puedan estar tramando en el ámbito del espacio.