El programa NextRS busca crear un bombardero capaz de alcanzar Mach 5. DARPA planea un prototipo para 2030, en medio de la carrera global por esta tecnología.
NextRS: el ambicioso plan de Estados Unidos para un bombardero hipersónico
El gobierno de Estados Unidos trabaja en un nuevo bombardero hipersónico dentro del programa Next Generation Responsive Strike (NextRS), diseñado para alcanzar Mach 5. Esta iniciativa, que combina características de bombardero y avión espía, se perfila como el siguiente gran proyecto de la Fuerza Aérea tras el desarrollo de un caza de sexta generación.
El SR-71 Blackbird, retirado en la década de 1990, sigue ostentando el récord de velocidad con Mach 3,2, alcanzado en su vuelo de Los Ángeles a Washington DC en solo 1 hora y 4 minutos. A pesar del avance tecnológico, ningún avión ha superado esa marca en más de 30 años.
El NextRS busca cambiar este panorama. La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) planea desarrollar un prototipo reutilizable capaz de realizar misiones de inteligencia y ataque. El objetivo es que esté listo para volar en la década de 2030.
Este avión formará parte del programa Next Generation Air Dominance (NGAD), que pretende introducir el primer caza de sexta generación en los próximos años. Se espera que NextRS complemente la flota de bombarderos, incluyendo el futuro B-21 Raider.
La velocidad extrema del NextRS frente a los sistemas de defensa
Un avión que alcance Mach 5 superaría con facilidad el récord del SR-71, realizando el trayecto entre Los Ángeles y Washington DC en aproximadamente 40 minutos. Su velocidad lo haría prácticamente inalcanzable para cualquier caza interceptor, incluyendo el F-22 Raptor.
Sin embargo, el NextRS enfrentaría desafíos contra sistemas de defensa avanzados como el S-400 ruso. Este sistema cuenta con misiles 48N6 que pueden alcanzar Mach 12, lo que representa una amenaza real si el bombardero entra en su radio de intercepción.
Desde la década de 1970, la estrategia estadounidense ha priorizado el sigilo sobre la velocidad en sus aeronaves de ataque. Modelos como el B-1, B-2 y el B-21 Raider fueron diseñados para reducir su visibilidad en radares enemigos. La introducción del NextRS supone un giro en esta estrategia.
Características clave del bombardero hipersónico NextRS
- Capaz de alcanzar Mach 5 o más, superando la velocidad de cualquier avión actual.
- Diseñado para misiones de inteligencia y ataque, combinando capacidades de bombardero y avión espía.
- Se espera que su prototipo esté listo para 2030.
- No prioriza el sigilo, sino la eficiencia aerodinámica y la velocidad extrema.
- Podría lanzar armas hipersónicas desde fuera del alcance de los sistemas de defensa enemigos.
Un diseño sin sigilo pero con gran poder ofensivo
El NextRS no tendrá un diseño furtivo, ya que su estructura debe priorizar la aerodinámica para soportar las temperaturas extremas generadas por la fricción del aire a velocidades hipersónicas. Esto implica que su sección transversal de radar será mayor y que generará una intensa firma infrarroja detectable por sensores espaciales.
La falta de sigilo sugiere que el NextRS no será un bombardero convencional. En su lugar, podría especializarse en el lanzamiento de municiones hipersónicas desde fuera del radio de intercepción del S-400, permitiendo que sean los misiles los que penetren las defensas enemigas.
Otra posibilidad es que el NextRS sea mucho más rápido que Mach 5, lo que reduciría significativamente el riesgo de intercepción. Un avión que volara a Mach 12 a una altitud de 100.000 pies sería casi imposible de alcanzar para los sistemas de defensa actuales.
El desarrollo del NextRS refleja un cambio estratégico en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. En abril de 2024, la institución anunció que su flota de B-21 Raider no superará las 100 unidades, lo que abre la puerta a la incorporación de un nuevo avión de ataque, probablemente el NextRS.
Competencia global y desafíos para el NextRS
El programa NextRS se desarrolla en un contexto de competencia global. Otras potencias militares, como China, también investigan bombarderos hipersónicos, lo que refuerza la urgencia de este proyecto para Estados Unidos.
Uno de los principales desafíos será el financiamiento. La reducción del presupuesto de defensa ordenada por el expresidente Donald Trump podría retrasar el desarrollo del NGRS, dando ventaja a otros países en la carrera por esta tecnología.
Aunque Estados Unidos sigue liderando el desarrollo de aviones hipersónicos, la verdadera incógnita es si será el primer país en operar un bombardero de este tipo. En los próximos años, la velocidad y la capacidad de ataque a larga distancia definirán el futuro del poder aéreo.