El reciente pronunciamiento del ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, imponiendo un embargo de armas a Israel, resuena con notable contradicción en el contexto de la histórica colaboración militar entre ambas naciones.
Este anuncio contrasta directamente con la realidad operativa de las Fuerzas Armadas canadienses, que actualmente se benefician de los sistemas de defensa israelíes en múltiples teatros de operaciones mundiales.
El despliegue de tecnología bélica israelí se ha convertido en un pilar fundamental para la protección de infraestructuras críticas y del personal militar canadiense, extendiendo su cobertura desde las fronteras del territorio nacional hasta los puestos avanzados de la OTAN en la periferia rusa. Este apoyo estratégico evoca la participación canadiense en Afganistán, donde se combatió a los talibanes bajo un manto de cooperación internacional.
Contrariamente al discurso oficial, Defensa Canadá ha destinado más de mil millones de dólares en la última década a la adquisición de avanzados sistemas israelíes, una decisión basada en rigurosas evaluaciones de rendimiento, coste y plazos de entrega, superando las propuestas de otras potencias occidentales.
Impacto y dependencia mutua en la industria de defensa
Este intercambio no ha sido unilateral; Israel ha comprado a Canadá componentes y subsistemas por valor de decenas de millones de dólares. Este flujo comercial subraya la influencia de la industria de defensa israelí en el mercado mundial y su dependencia estratégica de las exportaciones.
En particular, en diciembre de 2023, Canadá ratificó la compra de misiles antitanque LR 2 Spike a Rafael Advanced Defense Systems por 32 millones de dólares, una compra en previsión de posibles escenarios bélicos como una invasión rusa de Letonia, donde Canadá tiene desplegada una división militar. Este no ha sido el primer acercamiento a la tecnología de misiles israelí, ya que en 2018 se incorporaron modelos anteriores de Spike para unidades de fuerzas especiales.
Un hito en la cooperación bilateral se vio con la transacción de vehículos blindados de General Dynamics Canadá al ejército colombiano, un acuerdo refrendado por 418 millones de dólares. La decisión de Colombia favoreció a estos modelos debido a su integración con torretas de cañones Rafael de 30 mm, lo que proporciona una capacidad defensiva superior sin comprometer la seguridad del operador.
El vínculo más significativo se estableció en 2015, con la compra de 10 sistemas de radar Cúpula de Hierro, diseñados para la detección y neutralización de amenazas aéreas.
Continuidad y expansión de la cooperación militar Canadá-Israel
La colaboración entre Canadá e Israel se ha extendido más allá del suministro de sistemas de radar, abarcando la adquisición por parte de Canadá de radares navales avanzados para aviones de patrulla, radares de largo alcance para sus buques de guerra y sistemas de radar móviles destinados a proporcionar una capa adicional de seguridad a las unidades de infantería. Estas incorporaciones representan una inversión continua, que añade cientos de millones de dólares al valor de las relaciones bilaterales en materia de defensa.
Historia del embargo y resistencia de la cooperación
El actual embargo de armas impuesto por Canadá no es un precedente aislado. En retrospectiva, en 1956, en medio de la creciente tensión en Oriente Medio, Israel trató de asegurar su defensa mediante la adquisición de cazas a reacción, lo que llevó a un acuerdo con Canadá para la compra de 24 cazas F-86 Sabre, fabricados bajo licencia estadounidense. Este acuerdo se truncó posteriormente por la presión diplomática británica, a pesar de que los aviones ya habían comenzado a fabricarse con marcas israelíes.
Este obstáculo no impidió futuras transacciones militares, como se puso de manifiesto medio siglo después, cuando en 2008 Canadá alquiló UAV Heron a Israel Aerospace Industries para misiones de vigilancia en Afganistán. Este paso marcó el inicio de una serie de adquisiciones que incluyeron los minisubmarinos Skylark UAV de Elbit Systems, adaptaciones para la exportación del “Sky Rider” utilizado por las Fuerzas de Defensa de Israel en operaciones actuales.
Expansión de la tecnología de defensa y vigilancia
La relación se ha diversificado hacia los sistemas de mando y control, así como las comunicaciones por satélite, y Canadá ha incorporado tecnologías de Elbit a sus aviones y vehículos. En particular, los aviones de reabastecimiento canadienses han sido equipados con DIRCM (Directed Infrared Counter Measures), una solución de defensa antimisiles basada en láser.
Transport Canada también ha adoptado tecnología UAV de Elbit, con el arrendamiento del Hermes 900 Starliner, un dron capaz de integrarse en el espacio aéreo civil sin riesgo de interferir con el tráfico aéreo comercial.