La UE eleva su gasto militar y fortalece alianzas con Asia para reducir su dependencia armamentista de Estados Unidos.
La UE redefine su estrategia industrial y de defensa ante nuevos riesgos
La Unión Europea ha incrementado su inversión en defensa y modificado su política de aprovisionamiento con el fin de disminuir su dependencia militar de Estados Unidos. Esta nueva dirección se oficializó en marzo de 2025 con el lanzamiento del programa Readiness 2030 y la Estrategia Industrial de Defensa Europea (EDIS). Ambos proyectos tienen como objetivo reforzar la base industrial y tecnológica de defensa europea (EDTIB) y ampliar la gama de proveedores. Entre 2022 y 2024, un 78% del gasto en defensa de la UE se destinó a proveedores no europeos, de los cuales el 80% correspondía a compras a EE. UU.
Con miras a 2030, la EDIS busca que al menos la mitad del gasto en defensa se destine a proveedores europeos, que el 40% de los equipos se adquieran de forma colaborativa y que el comercio interno alcance el 35% del mercado militar europeo.
La estrategia también contempla la incorporación de nuevos socios en Asia. Corea del Sur y Japón se unieron formalmente al programa de cooperación en defensa de la UE en marzo de 2025, junto con Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein, miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).
Esta colaboración busca asegurar el suministro armamentístico ante un posible alejamiento de EE. UU., cuyo enfoque estratégico se orienta hacia la región Asia-Pacífico. Ya existen alianzas activas entre la UE y países asiáticos como Corea del Sur y Japón, lo que ha permitido avanzar en proyectos conjuntos, como el contrato de 14,500 millones de euros firmado por Polonia con Corea del Sur en 2022.
Datos clave sobre la estrategia de defensa europea en 2025
- Entre 2022 y 2024, el 78% del gasto en defensa fue con proveedores no europeos.
- El objetivo de la EDIS es que el 50% del gasto en defensa sea europeo en 2030.
- Readiness 2030 y EDIS buscan fortalecer la industria militar del bloque.
- Corea del Sur y Japón son los nuevos socios asiáticos de la UE en defensa.
- REARM Europe canalizará 650,000 millones de euros hacia la defensa.
El gasto militar europeo se dispara ante amenazas regionales
Con un presupuesto estimado en 800,000 millones de euros en los próximos años, la UE ha iniciado una etapa de refuerzo militar sin precedentes. El plan REARM Europe propone canalizar 650,000 millones mediante aumentos medios del 1.5% del PIB por país. Esta decisión se apoya en informes de inteligencia de la OTAN y Dinamarca, que advierten sobre una posible ofensiva rusa en los próximos cinco años.
La estrategia incorpora instrumentos como el programa ASAP y el Fondo Europeo de Defensa. No obstante, el presupuesto inicial del Programa Europeo de la Industria de Defensa (EDIP), de 1,500 millones de euros, ha sido cuestionado por su falta de correspondencia con las metas propuestas.
Las tensiones con Estados Unidos aumentaron tras la exclusión de sus empresas en los planes de adquisición SAFE. Esta decisión refleja un cambio de relación con Washington, que se aceleró tras declaraciones del expresidente Donald Trump en 2024, cuando instó a Europa a asumir su propia defensa y enfocó su atención en China.
A pesar de esta exclusión, la UE mantiene la posibilidad de incluir al Reino Unido en futuras alianzas, con negociaciones previstas para mayo de 2025. Este reposicionamiento también responde al impulso por reforzar la autonomía estratégica europea, defendida por figuras como Emmanuel Macron.
Fragmentación industrial y dependencia de componentes críticos
La necesidad de diversificación ha revelado debilidades estructurales. Uno de los principales desafíos es la dependencia de componentes como semiconductores, donde China mantiene un papel clave. Tanto la OTAN como la UE consideran a China un “rival sistémico”, lo que ha impulsado nuevas alianzas con Corea del Sur y Japón.
El mercado de defensa europeo presenta una alta fragmentación, con 29 tipos de destructores, 17 de tanques y 20 de aviones de combate, en contraste con la estandarización estadounidense. Esto eleva los costos y dificulta la interoperabilidad.
La EDIS propone acciones concretas como la simplificación regulatoria y la creación de un mecanismo europeo de ventas militares, similar al modelo estadounidense, para incrementar la competitividad global de la industria europea.
Estas medidas buscan mejorar la coordinación y reducir las ineficiencias, especialmente ante la creciente presión por modernizar los sistemas de defensa en plazos reducidos.
La UE acelera reformas para mejorar su capacidad de producción
La guerra en Ucrania expuso la escasez de reservas armamentistas y la debilidad de las cadenas de suministro. Alemania, por ejemplo, se comprometió a destinar el 2% del PIB a defensa, aunque enfrenta críticas por su escasa inversión previa.
La UE ha desarrollado mecanismos como la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO) y el Fondo Europeo de Defensa, pero la falta de coordinación y los intereses nacionales han limitado sus resultados.
Ante la incapacidad de los fabricantes europeos para atender demandas urgentes, países como Polonia optaron por proveedores asiáticos. Alemania, por su parte, no pudo reponer de forma rápida los tanques enviados a Ucrania, lo que subrayó la lentitud de su industria.
Iniciativas como un banco europeo de rearmamento y un fondo de defensa de 100,000 millones de euros propuesto por Thierry Breton buscan resolver estos desafíos financieros sin comprometer la estabilidad fiscal de los Estados miembros.
Gobernanza y cooperación para transformar el sector de defensa
Con el objetivo de superar la fragmentación, la UE ha introducido nuevas estructuras de gobernanza. La EDIS contempla la creación de un Consejo de Preparación Industrial de Defensa y un Grupo de la Industria de Defensa Europea para coordinar la acción entre estados y empresas.
Asimismo, el programa SEAP ofrecerá exenciones fiscales y bonificaciones a los proyectos colaborativos, mientras que las instalaciones “siempre activas” permitirán mantener operativas las cadenas de producción incluso en tiempos de baja demanda.
La UE también ha programado un diálogo estratégico con la industria de defensa para junio de 2025, con el fin de alinear las expectativas entre sector público y privado.
Este conjunto de reformas apunta a transformar el sector de defensa en un pilar estratégico para la seguridad europea, a través de un enfoque coordinado, industrializado y menos dependiente del exterior.