La evolución en armamento y tecnología militar ha permitido el desarrollo de una nueva generación de guerra antibuque, con resultados sorprendentes.
Los inicios: Billy Mitchell y Ostfriesland
En 1921, el general Billy Mitchell fue el primero en mostrar el potencial de la aviación militar para hundir grandes navíos enemigos, utilizando bombas de 2.000 libras en el acorazado alemán Ostfriesland. No obstante, esta hazaña estuvo rodeada de controversia por las condiciones en las que se llevó a cabo.
Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial, los aviones de guerra demostraron su capacidad para hundir acorazados en condiciones bélicas reales, superando barreras de maniobras y defensas antiaéreas.
Tallboy vs. Tirpitz: el poderío del siglo XX
Uno de los casos más destacados ocurrió el 12 de noviembre de 1944, en la Operación Catecismo, donde bombarderos Lancaster de la RAF, equipados con bombas “Tallboy” de 12.000 libras, lograron hundir el acorazado Tirpitz de la Kriegsmarine.
La tecnología ha avanzado desde entonces, permitiendo el desarrollo de armamento antibuque más eficiente y letal.
El programa Quicksink y la JADM
El programa Quicksink ha creado una bomba inteligente basada en la Munición Conjunta de Ataque Directo (JADM) de 2.000 libras. Esta nueva arma está diseñada para proporcionar a la Fuerza Aérea de EE. UU. la misma capacidad de un solo disparo y una sola muerte que los torpedos Mk-48 de la fuerza de submarinos de la Marina estadounidense.
El buscador WOSA integrado en la JADM permite que la tecnología se adapte a una variedad de sistemas de armas actuales y futuros, así como atacar objetivos marítimos estáticos y móviles.
La demostración: F-15, Quicksink y el carguero Courageous
La demostración de la eficacia de este nuevo armamento antibuque tuvo lugar en el Golfo de México, utilizando un F-15E Strike Eagle y la bomba Quicksink para hundir el granelero Courageous, con un tonelaje bruto de 30.046 toneladas, en tan solo 40 segundos.
Este resultado es un claro avance en comparación con las hazañas del siglo XX, donde se requería el uso de múltiples bombarderos pesados.
El futuro: enfrentando a embarcaciones ligeramente armadas
La bomba Quicksink está lista para enfrentarse a la creciente amenaza de embarcaciones civiles y militares ligeramente armadas, como las que utiliza China en apoyo a acciones militares o para lograr objetivos marítimos.
Esta nueva arma llena un vacío en la estrategia de defensa, permitiendo a la Armada y la Guardia Costera de Estados Unidos hacer frente a una amplia variedad de buques gubernamentales ligeramente armados y embarcaciones civiles de doble uso.
Estas embarcaciones, a menudo difíciles de controlar, detener o hundir, se emplean en flotas de cientos de unidades y representan un desafío importante en el escenario marítimo actual.
Resumen
La tecnología militar ha avanzado, permitiendo el desarrollo de armas antibuque más eficientes y letales.
La bomba Quicksink y el F-15E Strike Eagle han demostrado su capacidad para hundir un carguero de gran tamaño en tan solo 40 segundos, marcando un hito en la evolución del armamento y la estrategia de defensa marítima.