El más reciente diseño de bomba nuclear de América ha sido probado con éxito en el F-15E, convirtiendo al Strike Eagle en el primer avión de combate que es oficialmente compatible con el diseño de la bomba nuclear B61-12.
Dos vuelos de prueba fueron realizados dos veces en marzo en el campo de pruebas de Tonopah en Nevada, según un comunicado de Sandia Labs. El simulacro de arma fue lanzado en una prueba a unos 1.000 pies y a casi la velocidad del sonido, mientras que una prueba a mayor altitud ocurrió a unos 25.000 pies; ambas pruebas dieron en el blanco según lo planeado.
“Es representativo del entorno del arma”, dijo Steven Samuels, gerente del equipo del sistema B61-12 de Sandia, en un comunicado de prensa. “La prueba de vuelo es realmente todo lo que se conjuga para decir que estamos bien”.
El programa B61-12 reemplazará las variantes de la bomba de nuclear de caída libre B61-3, -4, -7 y -10 con un nuevo diseño de ojivas. La ojiva está siendo desarrollada y producida por la Administración Nacional de Seguridad Nuclear, una agencia semi-independiente ubicada dentro del Departamento de Energía, mientras que el Pentágono está desarrollando nuevos conjuntos de cola para el diseño.
Un estimado de la NNSA sitúa el costo probable del programa entre 8.000 y 9.000 millones de dólares. La variante mejorada será certificada en los aviones F-15, F-16 y B-2 de Estados Unidos, así como en los aviones de los países miembros de la OTAN. Se espera que el F-35 pase la certificación del arma en algún momento de la próxima década. El arma pasó su revisión final de diseño en octubre de 2018.
Notablemente, el comunicado de la NNSA establece que la primera unidad de producción está programada para ser completada en el año fiscal 2022, cuando las declaraciones previas de la agencia habían establecido ese objetivo en marzo de 2020. El origen del retraso es probablemente un problema con una pieza estándar, que no cumplía con los estándares de la NNSA para las piezas del arma, que fue descubierta el verano pasado y que dará lugar a retrasos y a la sustitución de cientos de millones de dólares.
“El éxito de estas pruebas es un hito importante en el camino hacia la producción a pleno rendimiento y la capacidad de operación inicial del B61-12 en el F-15E en los próximos años”, dijo en un comunicado el general de brigada Ty Neuman, principal subadministrador adjunto de la NNSA para aplicaciones militares. “Una vez entregada, esta capacidad sustentará la disuasión de nuestra nación y fortalecerá nuestras asociaciones con la OTAN”.