El 68º Escuadrón de Guerra Electrónica (EWS) de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ha modificado los sistemas de guerra electrónica de los aviones F-16, que están siendo transferidos de Dinamarca a los Países Bajos. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio para reforzar las defensas de Ucrania contra las tácticas de guerra electromagnética desplegadas por Rusia.
En medio de la guerra con Rusia, tanto Noruega como los Países Bajos están aumentando su apoyo a las capacidades de defensa aérea de Ucrania. Noruega planea entregar seis aviones F-16 excedentes a Ucrania antes de que finalice el año 2024. Simultáneamente, los Países Bajos han anunciado el suministro de 24 F-16, junto con un apoyo financiero adicional de 300 millones de euros (equivalente a 336 millones de dólares) para la compra de municiones.
El proceso de reprogramación de un sistema de guerra electrónica, hasta entonces desconocido y con plazos ajustados, para que los aviones estén listos para el combate al ser entregados a Ucrania, resultó ser una tarea desafiante. Al respecto, el ingeniero jefe del escuadrón mencionó la complejidad de la misión, indicando: “La mayoría de los centros de reprogramación habrían dicho «de ninguna manera» al abordar este desafío; es una política desconocida”.
Para enfrentar estas dificultades, el 68.º EWS optó por un enfoque no convencional, enviando a su personal a trabajar directamente en los laboratorios de los países socios, específicamente en Dinamarca y Noruega. Este enfoque colaborativo y práctico resultó esencial para desarrollar y probar las actualizaciones necesarias de los sistemas.
El trabajo conjunto con los equipos daneses y noruegos permitió al 68º EWS optimizar y mejorar los procedimientos de reprogramación. Este esfuerzo conjunto ha mejorado significativamente las capacidades de la Fuerza Aérea de Ucrania de manera inmediata y ha fortalecido la cooperación entre Estados Unidos y sus aliados en la OTAN.
Mientras Ucrania comenzaba a recibir sus primeros aviones de combate F-16 proporcionados por sus aliados europeos, Rusia incrementó sus ataques contra aeródromos ucranianos. Entre los objetivos estaba el aeródromo de Starokostiantyniv, donde se espera que operen los nuevos aviones.
Esta operación también ha acelerado la integración de Ucrania en una coalición global respaldada por el 68.º EWS. Los datos recopilados del campo de batalla ucraniano serán utilizados para seguir mejorando las capacidades de guerra electrónica, beneficiando así a los 31 países miembros del 68.º EWS.
El director del escuadrón subrayó la relevancia de estos esfuerzos, señalando que, aunque un F-16 equipado con un sistema de guerra electrónica mejorado puede no ser suficiente por sí solo para cambiar el curso de la guerra, su intervención en momentos críticos podría proporcionar a las fuerzas ucranianas la ventaja necesaria para cumplir con sus objetivos estratégicos.