Un F-22 Raptor perteneciente a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) tuvo que abortar su despegue en la base aérea de Kadena, Japón, tras sufrir un pinchazo en uno de sus neumáticos. A pesar de la situación, tanto el avión como el piloto evitaron un accidente grave, y el aparato logró continuar su trayectoria por sus propios medios.
Según informó The Aviationist, que fue el primer medio en cubrir la noticia basándose en imágenes publicadas por la cuenta @ma6400 en X, el F-22 sufrió un pinchazo durante su carrera de despegue, lo cual fue captado por cámaras. Una densa columna de humo se elevó desde el avión furtivo justo cuando este comenzaba a despegar desde Kadena, en Okinawa, Japón, antes de que el piloto decidiera reducir la velocidad y detenerse de manera segura.
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— 0046 (@ma6400) October 19, 2024
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Se presume que el tren de aterrizaje principal izquierdo del F-22 quedó dañado durante el incidente, ya que más tarde el caza fue visto rodando por la pista con una inclinación notable hacia su lado izquierdo. Este F-22 forma parte del 525th Expeditionary Fighter Squadron, que normalmente opera desde la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, aunque recientemente estuvo estacionado en Kadena a principios de octubre.
Hasta ahora, no se ha revelado la magnitud de los daños que pudo haber sufrido el caza furtivo, cuyo costo asciende a 350 millones de dólares. Es probable que la información al respecto se mantenga clasificada por motivos de seguridad. No obstante, un neumático reventado puede causar daños significativos en un avión si los restos del neumático impactan en cualquier parte del aparato a alta velocidad.
Problemas del F-22 en Kadena incluyen aterrizajes de emergencia
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) devolvió este año el F-22 Raptor a la base aérea de Kadena tras la llegada de los cazas operados por los escuadrones de caza 199 y 19. Sin embargo, desde que el avión se encuentra en Okinawa, ha sufrido varios percances en la base aérea.
El mes pasado, otro F-22 Raptor, asignado al 27.º Escuadrón de Cazas de la Base Conjunta Langley-Eustis, tuvo que realizar un “aterrizaje de precaución” en Kadena tras un incidente no especificado, que se cree fue causado por una falla en el motor. Además, en dos incidentes anteriores, un F-22 experimentó el colapso de su tren de aterrizaje delantero, mientras que otra estructura del avión se desplazó de su lugar de estacionamiento de forma accidental.
A finales de 2022, el 18.º Ala, que es la unidad anfitriona en la Base Aérea de Kadena, informó sobre la retirada gradual de sus cazas F-15 C/D, con el último avión partiendo en agosto. En los próximos años, la base está programada para recibir hasta 36 nuevos aviones F-15EX. Como resultado de esta transición, Kadena ha estado alojando despliegues rotativos de diferentes aviones de combate, incluidos el F-22 Raptor, el F-35 Lightning II y el F-16 Fighting Falcon.
Riesgo de reventones de neumáticos en cazas como el F-22
Los reventones de neumáticos representan un riesgo considerable, especialmente en aviones a reacción de alta velocidad como el F-22. Aunque en este último incidente la estructura del avión parece no haber sufrido daños importantes, un neumático reventado puede desencadenar situaciones más graves, como incendios o la salida del avión de la pista.
Un ejemplo trágico de este tipo de accidentes fue el del Concorde de Air France en julio de 2000, cuando fragmentos de neumáticos dañaron uno de los tanques de combustible durante el despegue, provocando un fatal accidente.
Generalmente, los reventones de neumáticos resultan ser más un inconveniente costoso que una emergencia grave. Un caso reciente involucró a un Boeing 747-400F de Atlas Air en Hong Kong, cuyo incidente obligó a cerrar una pista y causó retrasos en cientos de vuelos.