Puede que haya más detalles desconocidos de relevancia para el caza furtivo chino de 5.ª generación J-20 que específicos conocidos, pero el Ejército Popular de Liberación lleva muchos años escribiendo sobre su J-20 en varios aspectos, así que hay un puñado de observaciones pertinentes clave que hacer sobre el alcance de la amenaza que puede suponer.
J-20: ¿Hasta qué punto es una amenaza?
A primera vista, los informes del Congreso de EE. UU. y los ensayos del Pentágono han considerado que el sigiloso fuselaje es lo que podría llamarse una copia “transparente” de la tecnología sigilosa estadounidense de 5.ª generación. Esta posibilidad, y las visibles similitudes en la configuración furtiva entre el J-20 y el F-35 y el F-22, se han citado en varios informes del Pentágono, todo ello como parte de una preocupación ya antigua y públicamente documentada sobre el robo chino de tecnología militar estadounidense.
El J-20 parece sigiloso, ya que tiene una forma sigilosa estándar de cuerpo de ala combinada, fuselaje redondeado, pocas o ninguna estructura sobresaliente que pueda generar una firma de radar de retorno y lo que parece ser una bahía de armas interna desprovista de pilones externos.
Aunque muchos han establecido comparaciones entre el J-20 y el F-35, la configuración aparentemente bimotor del J-20 se parece un poco a la del F-22. Además, la doble ala del J-20 no se parece en nada a la del F-35. Además, la configuración de doble ala del J-20 es algo diferente a la de los diseños existentes del F-22 o el F-35, ya que su fuselaje de doble ala es más alargado y más grande que el de los aviones estadounidenses de quinta generación.
Aunque las especificaciones disponibles publicadas por Aerocorner dicen que el J-20 es casi cinco metros más largo que el F-22, las mayores diferencias parecen ser la carga útil máxima al despegue y la capacidad de combustible.
Según Aerocorner, la longitud del J-20 es de 23 metros, mientras que la del F-22 es de 18,9 metros.
Aerocorner informa de que el J-20 vuela con un depósito de combustible de 4.166 galones de capacidad, frente a los 2.400 del F-22. Esta disparidad se traduce en una enorme autonomía. Esta disparidad se traduce en una enorme diferencia de autonomía, ya que el J-20 tiene un alcance de casi 3.000 km más que el F-22. Según la hoja de especificaciones, el J-20 puede alcanzar una distancia de 5.926 km, lo que sitúa a Taiwán muy cerca de China continental, mientras que el F-22 tiene un alcance de 2.963 km. Sin embargo, con dos tanques de combustible externos no blindados, un F-22 puede recorrer más de 1.864 km, aunque un avión con esta configuración comprometerá la capacidad de combate aéreo y la velocidad.
Al ser un caza furtivo más largo y de dos alas, el J-20 es probablemente mucho menos maniobrable que un F-22 y, por tanto, tiene menos posibilidades de desafiar al Raptor por la supremacía aérea en combate aire-aire. Sin embargo, una vez sobre el área del objetivo, el J-20 parece tener una capacidad de carga útil mucho mayor para lanzar municiones, una de las razones por las que el J-20 es mucho más lento que el veloz F-22; las especificaciones indican que la velocidad del F-22 es de 1.963 nudos y la del J-20 de 1.333 nudos.
La capacidad de carga también es muy diferente, ya que el J-20 puede despegar con 27.998 libras de armamento interno y externo, mientras que el F-22 puede despegar con una fracción de esa cantidad, 3.915 libras. Esto sugeriría que un avión de combate aire-aire más ligero y rápido como el F-22 estaría bien posicionado para destruir un J-20 en el aire con relativa rapidez y eficacia, dependiendo del alcance y la fidelidad de los sensores de armas, la orientación de precisión y la tecnología de puntería.
Incluso el F-35, un caza polivalente con más carga útil que un F-22, opera con una carga útil al despegue de 18.000 libras de armamento interno y externo. Esto significa que un J-20 puede operar con mayor tiempo de permanencia sobre las zonas objetivo, lanzar un porcentaje mucho mayor de bombas en una misión determinada y, sin duda, alcanzar miles de kilómetros más en términos de alcance, a menos que un F-22 vuele con depósitos de combustible externos poco sigilosos.
Las comparaciones de propulsión también parecen favorecer en gran medida al F-22, aunque los periódicos chinos informan de que el J-20 se construye ahora con un motor WS-15 de producción nacional, el primero de su clase. Aunque no está claro en qué medida influye esto en el rendimiento, parece poco probable que un J-20 pueda rivalizar con un F-22 en el aire.
Puede que tampoco esté bien preparado para desafiar a un F-35, aunque una verdadera comparación entre el F-35 y el F-22 con el J-20 puede depender de variables menos conocidas, como el alcance y la precisión de sus sensores, objetivos y armamento.
Por ejemplo, se sabe que el F-35 vuela con sensores que le permiten ver y destruir aviones de combate enemigos a distancias sin precedentes. Por lo tanto, si el J-20 fuera incapaz de igualar esta distancia, sería muy vulnerable ante un F-35 o un F-22, independientemente de su maniobrabilidad y armamento.
En caso de que un J-20 sea visto antes de que pueda detectar a un F-22 o F-35, otras variables sin duda importarán menos. En segundo lugar, la precisión de guiado, búsqueda o corrección de rumbo de las armas aire-aire también sería probablemente un factor decisivo.
Por último, es probable que todo esto dependa de la capacidad de la aeronave para “conectarse en red” con otros nodos a través de múltiples dominios y operar con sistemas informáticos y de misión de alta velocidad, potencialmente habilitados para IA. La respuesta a estas variables menos conocidas puede determinar qué aeronave será superior en última instancia.
Conclusión
Lo que esto podría sugerir es que las Fuerzas Aéreas y la Armada estadounidenses harían bien en encontrar y destruir los J-20 en el aire antes de que sobrevuelen zonas objetivo en las que podrían estar posicionados para utilizar una gran capacidad de lanzamiento de bombas con el fin de infligir daños o abrumar las defensas aéreas con numerosos ataques por avión.