El F-22 Raptor, introducido en 2005 como el primer caza de quinta generación producido en serie, sigue siendo el avión más sigiloso y avanzado del mundo casi tres décadas después. Con 178 unidades en servicio a marzo de 2025, este pilar de la superioridad aérea de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) no solo resiste el paso del tiempo, sino que se fortalece con actualizaciones que lo mantendrán letal hasta la llegada del programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación (NGAD) en la década de 2030. Desde nuevos sensores infrarrojos hasta mejoras en la cabina, el Raptor está afilando sus “garras” para enfrentar amenazas emergentes, especialmente de China y Rusia.
La evolución del F-22 Raptor
Diseñado por Lockheed Martin, el F-22 combinó por primera vez sigilo, supercrucero (Mach 1.8 sin postcombustión), maniobrabilidad extrema y aviónica integrada, estableciendo un estándar que ningún rival ha igualado completamente. Originalmente, la USAF planeó 750 unidades, pero la producción se detuvo en 2011 con 187 cazas debido a costos (250 millones de dólares por unidad) y el enfoque en el F-35. Aunque su retiro se proyectaba para la década de 2020, el retraso del NGAD y la creciente tensión geopolítica han llevado a un programa de modernización de 7,800 millones de dólares para mantenerlo en la cima.
En enero de 2025, Lockheed Martin recibió un contrato de 270 millones para integrar el Sistema Defensivo Infrarrojo (IRDS), un conjunto de sensores avanzados de búsqueda y seguimiento por infrarrojos (IRST). Esta actualización, parte de un esfuerzo más amplio, mejora la detección de amenazas, la conciencia situacional y la capacidad de supervivencia, preservando el sigilo del Raptor al evitar emisiones de radar detectables.

Mejoras Técnicas Clave
El programa de modernización incluye varias actualizaciones críticas:
- Sistema IRDS: Este IRST detecta firmas térmicas a larga distancia, permitiendo al F-22 identificar y atacar blancos sin romper su perfil sigiloso. Hank Tucker, vicepresidente de Lockheed Martin Mission Systems, afirmó: “El IRDS hace las misiones más letales y resistentes contra adversarios avanzados”.
- Fusión de sensores: La cabina, renovada desde 2019 con el programa Advanced Cockpit, integra datos de radar, IRST y sensores pasivos en una imagen 3D en tiempo real, reduciendo la carga del piloto. Mike “Dozer” Shower, piloto de pruebas del Raptor, explicó a Sandboxx: “En un F-15, tú operas los sensores y construyes la imagen mental; el F-22 lo hace por ti”.
- Contramedidas mejoradas: Un contrato de 2024 actualiza el sistema ALQ-94 con nuevos emisores de interferencia, fortaleciendo las defensas electrónicas contra misiles guiados por radar.
Estas mejoras, combinadas con los motores F119 (35,000 lbf de empuje) y un diseño de baja sección transversal radar (0.0001 m²), mantienen al F-22 imbatible en combates aire-aire.
Rol estratégico del F-22 en la actualidad
El F-22 se ha convertido en el “apagafuegos” de la USAF, desplegado para proyectar poder y disuadir agresiones. En abril de 2023, cazas desde Polonia reforzaron la misión de blindaje aéreo de la OTAN en Estonia, volando desde la base de Amari para contrarrestar la amenaza rusa en el Báltico. “No hay avión conocido o proyectado que lo iguale”, afirmó la USAF, destacando su valor estratégico.

En noviembre de 2024, F-22 se desplegaron en la Base Aérea de Kadena, Japón, a 370 millas de Taiwán, como parte de la “primera cadena de islas” para contener a China. Acompañados luego por F-35, estos Raptors enviaron un mensaje claro a Pekín tras maniobras navales en el Mar de China Meridional. Su capacidad para operar en entornos disputados, gracias a su sigilo y sensores, refuerza alianzas con Japón, Taiwán y Filipinas.
Ventaja tecnológica y desafíos del F-22
Pilotos como “Dozer” Shower resaltan la brecha tecnológica del F-22: “Un teniente novato en un Raptor podría superar a cuatro instructores en F-15. La diferencia está en los sensores y la formación”. Esta ventaja, sin embargo, no es barata. El costo por hora de vuelo supera los 60,000 dólares, y el programa NGAD, retrasado por limitaciones presupuestarias en 2025, enfrenta incertidumbre bajo la administración Trump entrante. Con un precio proyectado de 300 millones por unidad, el NGAD podría limitar la modernización del F-22 si los fondos se desvían.
Aun así, el Raptor sigue siendo el rey del aire. Su récord de 0 pérdidas en combate simulado y su capacidad para enfrentar cazas como el J-20 chino o el Su-57 ruso lo mantienen como el estándar de oro, incluso cuando el F-35 asume roles más diversos.
F-22: Garras más afiladas para un futuro incierto

El F-22 Raptor, con casi 30 años, no solo sobrevive, sino que se reinventa. Las actualizaciones como el IRDS y la fusión de sensores afilan sus “garras”, asegurando su dominio hasta que el NGAD lo suceda. Desde el Báltico hasta el Pacífico, su presencia disuade a adversarios y protege a aliados, demostrando que la inversión en modernización vale cada dólar. Mientras el mundo espera al caza de sexta generación, el Raptor sigue siendo la punta de lanza de la superioridad aérea estadounidense, un depredador cuya edad solo magnifica su letalidad.