El F-35 Lightning II, el avión de combate más avanzado de Estados Unidos, ha sido puesto a prueba en Europa del Este durante la ofensiva de Rusia en Ucrania en 2022. Las unidades estadounidenses de F-35A llegaron en apoyo de la OTAN y han acumulado valiosa experiencia en el campo de batalla.
La misión en Europa del Este
El objetivo principal de los F-35 en Europa del Este era recolectar toda la información electrónica posible de los misiles tierra-aire y aviones en la región, para construir un mapa que guíe las operaciones de la OTAN. Si la situación se extendía a países miembros de la OTAN, su función sería también añadir poderío militar en defensa de la alianza.
Los F-35 desempeñaron su misión de recolección de información con gran efectividad, proporcionando una imagen precisa de las fuerzas amigas y enemigas en la zona y localizando e identificando emplazamientos de misiles tierra-aire.
Comunicación y adaptación
Esta misión permitió a la Fuerza Aérea de EE. UU. perfeccionar su nuevo enfoque de despliegue a corto plazo y mejorar la capacidad del F-35 para comunicarse con la fuerza conjunta y adaptarse rápidamente a amenazas desconocidas. Además, proporcionó una nueva perspectiva de lo que aún falta mejorar en los aviones para enfrentar posibles futuros combates con Rusia o China.
El F-35 también demostró ser capaz de adaptarse a situaciones en las que no podía reconocer objetos debido a las tácticas de evasión digital utilizadas por los sistemas de defensa antiaérea enemigos. Una vez que se actualizaron y volvieron a cargar los datos en el avión, los F-35 podían geolocalizar esas amenazas y evitar ser sorprendidos.
Operaciones ágiles y flexibilidad
Los F-35 demostraron ser más flexibles de lo esperado en cuanto a conectividad y dependencia de servidores. Esto es un gran avance para las Fuerzas Aéreas de EE. UU., que buscan implementar el “empleo ágil en combate”, es decir, operaciones rápidas en múltiples regiones con un mínimo de personal y recursos.
El despliegue también sirvió para identificar aspectos que requieren mejoras, como el tamaño del personal y la necesidad de hacer paquetes de repuestos más ligeros y modulares para facilitar su transporte en la región.
Conectividad con la OTAN
La capacidad del F-35 para conectarse con otros aviones de la OTAN fue calificada como una “gran victoria” para la alianza. Se espera que para 2030, los miembros de la OTAN tengan más de 400 aviones F-35 estacionados en toda Europa, lo que los convierte en líderes en cualquier posible conflicto futuro en la región.