Un F-35A Lightning II de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) fue captado realizando maniobras tácticas arriesgadas a baja altura sobre el Parque Nacional Kosciuszko, ubicado en las Montañas Snowy, Nueva Gales del Sur, lo que ha generado preocupación entre altos cargos de la RAAF, según informó ABC News.
Las imágenes, tomadas en febrero del año pasado y publicadas por el medio australiano, muestran al avión ejecutando un “entrenamiento de conciencia de bajo nivel”, una práctica común entre pilotos de aviones de combate en todo el mundo. Este tipo de ejercicios están diseñados para mejorar la habilidad de los pilotos para maniobrar sus aeronaves a bajas altitudes.
En el video, que está disponible para el público, se observa al F-35 realizando un giro de alerones antes de descender siguiendo el relieve montañoso, soportando fuerzas G positivas, para luego nivelarse cerca del suelo. Este tipo de maniobras, si bien forman parte del entrenamiento militar, han generado dudas sobre los protocolos de seguridad que se siguen en dichas prácticas, según mencionan las fuentes consultadas por ABC News.
Uno de los aspectos más destacados de este incidente es la supuesta activación del sistema de “recuperación automática” del F-35, conocido como el Sistema Automático de Prevención de Colisiones con el Suelo (AGCAS, por sus siglas en inglés). Este sistema está diseñado para evitar accidentes al tomar el control de la aeronave en caso de que detecte una posible colisión con el terreno.
Aunque el Departamento de Defensa no ha confirmado si el AGCAS se activó durante esta maniobra, una fuente anónima dentro de la RAAF aseguró a ABC News que este sistema fue clave para evitar un posible accidente, salvando al avión de un desenlace peligroso.
Video muestra maniobra de cruce de crestas de un F-35
Un video amateur captó a un F-35 de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) realizando una “maniobra de cruce de crestas”. Esta táctica consiste en volar a baja altitud sobre una cadena montañosa o cresta para evitar la detección por radar enemigo o mantener un perfil bajo durante misiones de reconocimiento o ataque.
Esta maniobra presenta un reto considerable debido a los cambios abruptos en el terreno, lo que exige un control preciso de la aeronave y una gran consciencia del entorno por parte del piloto.
El cruce de crestas es fundamental en entornos donde el terreno se utiliza como camuflaje para ocultar los movimientos de las aeronaves del enemigo.
Aunque el video muestra claramente esta maniobra, un piloto del F-35, que habló bajo condición de anonimato, señaló que dicha maniobra es “bastante normal”. Según su testimonio, “la calidad del video es deficiente, por lo que no se observa claramente la activación del sistema AGCAS, aunque no se puede descartar”.
El AGCAS, integrado por primera vez en el F-16 en 2014 y posteriormente en el F-35, combina datos de sensores, bases de datos topográficas y sistemas de control de vuelo para prever colisiones inminentes con el terreno.
Cuando el sistema AGCAS detecta un peligro inminente de impacto y el piloto no reacciona, toma el control automáticamente, ajustando la trayectoria de la aeronave para evitar la colisión, aplicando las fuerzas G necesarias. Una vez que la trayectoria es segura, el control vuelve al piloto.
Este sistema ha sido reconocido por salvar muchas vidas de pilotos y preservar aviones en situaciones en las que la desorientación o la falta de atención podrían haber provocado accidentes fatales.
Maniobra de piloto F-35 en incidente de la RAAF
El incidente que involucró a la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) no fue bien recibido por el entonces jefe de la Fuerza Aérea, el mariscal del aire Rob Chipman. Según fuentes de defensa citadas por ABC News, Chipman “no estaba contento” con las acciones mostradas en el video del suceso.
A pesar de la reacción negativa, la maniobra registrada es parte de un régimen de entrenamiento formal que se aplica a las tripulaciones de aviones de combate rápido. Este entrenamiento incluye una preparación exhaustiva mediante conferencias, sesiones informativas, simuladores y vuelos reales. El objetivo de estas actividades es capacitar a los pilotos para enfrentar los desafíos del vuelo a baja altura, una habilidad crucial en escenarios de combate donde es necesario “enmascarar el terreno” para evitar la detección por radar y a simple vista.
El entrenamiento de la RAAF se destaca por su riguroso sistema de “revisión e informes”, que asegura que cada misión de práctica sea evaluada detalladamente en términos de seguridad, eficiencia y conformidad con los protocolos establecidos. Este enfoque facilita la mejora constante, incluso cuando se producen incidentes como el mencionado.
ABC también informó que el piloto responsable de esta maniobra completó su curso de instructor de guerra aérea con éxito. La cobertura mediática sobre este incidente, aunque no ha sido confirmada oficialmente, ha generado interrogantes sobre el uso de aviones avanzados, como el F-35, en entrenamientos que involucran altos riesgos.
La flota australiana cuenta con 72 aviones F-35A Lightning II, una inversión considerable para fortalecer las capacidades aéreas del país. Aunque estos aviones alcanzaron su capacidad operativa inicial en diciembre de 2020, la flota ha sido objeto de críticas por su elevado costo, complejidad y récord de seguridad. Incidentes con F-35 en diversas partes del mundo han incrementado el escrutinio.
A principios de este año, el gobierno liderado por Albanese decidió detener la compra de más aviones F-35 y, en su lugar, optó por retrasar el retiro de los Super Hornet de la RAAF. Esta medida no responde a preocupaciones de seguridad, sino a un enfoque prudente en la gestión de la flota y los recursos, especialmente en medio del debate sobre la viabilidad y el valor a largo plazo del programa F-35.
Características avanzadas del F-35
El F-35 Lightning II se destaca como uno de los aviones de combate más avanzados del planeta, gracias a su tecnología furtiva, su capacidad para volar a velocidades supersónicas y la incorporación de una amplia gama de sensores y sistemas de armas de última generación.
Este caza multifuncional puede llevar a cabo misiones aire-aire, ataques a objetivos en tierra, así como operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Su avanzada aviónica y su capacidad para operar en entornos de guerra centrados en la red lo convierten en un recurso esencial para las fuerzas aéreas modernas, como la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF).
A pesar de sus muchas ventajas, la complejidad del F-35 también plantea retos específicos, especialmente en áreas como el mantenimiento, los altos costos operativos y el extenso entrenamiento que requieren los pilotos.
Recientemente, se ha subrayado que, aunque es uno de los aviones más complejos construidos hasta la fecha, el F-35 se considera sorprendentemente sencillo de pilotar. En comparación con los cazas de generaciones anteriores, el esfuerzo que un piloto necesita invertir en el manejo de un F-35 es mucho menor debido a su sistema de control fly-by-wire, sus sensores integrados y sus sistemas altamente automatizados, como el AGCAS.
Gracias a estas innovaciones, la carga de trabajo del piloto se reduce considerablemente, lo que le permite concentrarse más en la gestión de la misión que en las tareas de control básico del vuelo. En los aviones de quinta generación como el F-35, el piloto se enfoca más en el manejo de los sensores que en el control directo del avión o en su aterrizaje.