El avión DC-3, tras un vuelo especial junto a F-35, será preservado en el museo Aviodrome en Lelystad, asegurando su legado histórico.
Un emotivo vuelo de despedida para un avión histórico
El pasado 18 de diciembre de 2024, dos aviones F-35A Lightning II de la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos (RNLAF) escoltaron al emblemático Douglas DC-3, conocido como “Princesa Amalia”, en su último vuelo operativo. Esta aeronave de la Segunda Guerra Mundial, matrícula PH-PBA, forma parte de la flota de la organización Dutch Dakota Association (DDA) Classic Airlines.
Tras años dedicados a vuelos turísticos, el DC-3 ha sido adquirido por el museo Aviodrome, ubicado en Lelystad, para convertirse en una de sus piezas más emblemáticas. El avión estuvo cerca de ser vendido al extranjero antes de que el museo holandés lograra su adquisición, gracias al apoyo de voluntarios y donantes comprometidos con la preservación de la historia aeronáutica.
Un detalle conmovedor del vuelo de despedida fue que uno de los pilotos del DC-3 resultó ser el padre de un piloto que operaba uno de los F-35 durante la formación, según informó el Comando de Combate Aéreo de la RNLAF. Los aviones de combate participantes pertenecen a la Base Aérea de Volkel.
Datos clave del último vuelo
- Fecha: 18 de diciembre de 2024.
- Aeronave homenajeada: Douglas DC-3 “Princesa Amalia” (PH-PBA).
- Acompañantes: Dos F-35A Lightning II de la RNLAF.
- Destino final: Museo Aviodrome, Lelystad.
- Adquisición: Por parte del museo, evitando su venta al extranjero.
Un avión con una historia de servicio destacada
El DC-3 PH-PBA fue construido originalmente como un C-47 el 11 de enero de 1944 y entregado al Ejército de los Estados Unidos. Participó activamente en la Segunda Guerra Mundial, incluido el Día D, transportando paracaidistas sobre Normandía durante la “Misión Boston”. En septiembre de 1944, realizó misiones clave en la operación Market Garden, incluyendo su primer aterrizaje en los Países Bajos.
Finalizada la guerra, el avión fue adquirido por el Príncipe Bernardo en 1946 y registrado como PH-PBA. Durante décadas, sirvió como avión gubernamental, operado por el Rijksluchtvaartdienst y KLM, antes de integrarse a la fundación DDA Classic Airlines.
En sus últimos años, el PH-PBA fue utilizado para vuelos recreativos, pero en octubre de 2024, la DDA anunció el cese de estas actividades debido a los altos costos de operación y la falta de personal técnico voluntario. Su último vuelo con pasajeros tuvo lugar el 16 de octubre, culminando con una ceremonia especial en el aeropuerto de Schiphol.
El papel de Aviodrome en preservar su legado
El museo Aviodrome intervino poco después del anuncio de la DDA, asegurando que el avión permanezca en los Países Bajos. Según declaraciones de la junta de la DDA el 19 de octubre, el PH-PBA será una atracción principal del museo. Aunque seguirá realizando vuelos ocasionales, estos estarán reservados exclusivamente para donantes y patrocinadores del museo.
Además de liberar restricciones financieras relacionadas con su anterior certificado de operación, el cambio de propietario permitirá que el avión sea mantenido y mostrado con mayor flexibilidad. Voluntarios de la DDA continuarán participando en su mantenimiento.
El Aviodrome, conocido como “Nationaal Luchtvaart-Themapark Aviodrome”, alberga numerosas aeronaves icónicas de la aviación civil y militar holandesa, como un Boeing 747-200, un Lockheed Constellation y varios modelos Fokker.
El impacto de la DDA Classic Airlines
Desde su creación en 1982, la Dutch Dakota Association, compuesta enteramente por voluntarios, ha sido fundamental en la preservación de aviones históricos como el PH-PBA. Inicialmente, la DDA recibió un DC-3 de la Fuerza Aérea finlandesa en 1984 y estableció un equipo técnico integrado por exempleados de KLM y entusiastas más jóvenes.
A lo largo de los años, la DDA organizó vuelos turísticos y espectáculos aéreos tanto dentro como fuera de los Países Bajos. Otra de sus aeronaves, el PH-DDA, también participó en el Día D, transportando al famoso primer teniente Dick Winters de la “Easy Company”, representado en la serie Band of Brothers.
Con el apoyo de Aviodrome, la historia de estos aviones seguirá siendo accesible al público, garantizando que su legado permanezca vivo para futuras generaciones de entusiastas de la aviación.