En el ejercicio conjunto Luftforsvaret-EE. UU. de reabastecimiento en vuelo participan aviones F-35A Lightning II y KC-135R.
La reciente colaboración entre la Luftforsvaret noruega y las Fuerzas Aéreas estadounidenses ilustra el dinamismo de la asociación transatlántica, especialmente en la dimensión aérea. El ejercicio conjunto de reabastecimiento en vuelo, que tuvo lugar a finales de la semana pasada, marca el inicio de una era de integración operativa entre plataformas aéreas de distintas generaciones y orígenes.
Durante estos ejercicios, los Boeing KC-135R Stratotanker de la USAF desempeñaron un papel crucial, aunque su configuración y diseño pueden haber supuesto un reto para los pilotos noruegos acostumbrados a los Airbus Defence A330 MRTT de la flota multinacional Multi-Role Tanker Transport. Esta transición de la práctica estándar europea a un cuatrimotor estadounidense pone de manifiesto las adaptaciones necesarias en las operaciones combinadas.
Aunque no es miembro de la Unión Europea, Noruega mantiene una posición estratégica en el Consejo de Europa y participa activamente en los proyectos de la Agencia Europea de Defensa. Esto se refleja en la preferencia de sus fuerzas aéreas por equipos de origen europeo, lo que convierte la transición al KC-135R Stratotanker estadounidense en un interesante ejercicio de adaptabilidad.
Integración transatlántica en el reabastecimiento en vuelo: un nuevo horizonte
El intercambio de capacidades entre la Luftforsvaret y la Guardia Nacional Aérea de Estados Unidos, en particular el 132º Escuadrón de Reabastecimiento en Vuelo con base en Bangor ANGB (Maine), da fe de la voluntad de reforzar la interoperabilidad. Los “Maineiacs”, como se les conoce coloquialmente, han viajado desde Nueva Inglaterra hasta Escandinavia, marcando un importante hito en la colaboración militar entre ambos países.
Esta serie de ejercicios no solo ha puesto a prueba la capacidad de las dos fuerzas aéreas para operar conjuntamente, sino que también ha garantizado un entorno libre de incidentes, demostrando la eficacia y seguridad de los procedimientos aplicados.
Al mismo tiempo, subrayó el continuo interés de Noruega por reforzar su propia capacidad de reabastecimiento en vuelo. Después de que las negociaciones para la adquisición de dos KC-130J Super Hercules se interrumpieran en 2018 debido a la crisis de Covid-19, el aumento de las tensiones con la Federación de Rusia podría reactivar este proyecto, lo que subraya la importancia de la autonomía en el entorno de seguridad actual.
Al mismo tiempo, la intensificación por parte de Noruega de los ejercicios aéreos con aliados europeos y norteamericanos subraya una estrategia de defensa proactiva y colaborativa, esencial para la cohesión y la eficacia de las operaciones militares transatlánticas.