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Portada » Zona de guerra » F-55: el caza que rompe con el dogma monomotor del F-35

F-55: el caza que rompe con el dogma monomotor del F-35

25 de mayo de 2025
El caza furtivo F-55 de Trump sorprende en Qatar

El F-55, propuesto por Trump, promete mayor maniobrabilidad y seguridad con dos motores frente a cazas monomotor de quinta generación.

F-55: nuevo caza bimotor para la supremacía aérea

El 15 de mayo de 2025, el presidente Donald Trump anunció en Doha, Qatar, el desarrollo de un nuevo caza de quinta generación, el F-55, una variante bimotor del F-35 Lightning II. Durante un evento en la base aérea de Al Udeid, Trump destacó la importancia de los dos motores para mejorar la seguridad y el rendimiento, afirmando: “No me gustan los motores únicos. Si un motor falla, es mejor tener dos”. La propuesta, presentada junto a ejecutivos de Boeing y GE Aerospace, busca posicionar al F-55 como una evolución del F-35, con énfasis en maniobrabilidad, potencia y supervivencia en entornos de alta amenaza. Aunque el proyecto está en una etapa conceptual, expertos especulan que podría integrar tecnologías del programa Next Generation Air Dominance (NGAD), incluyendo motores avanzados de GE Aerospace o Pratt & Whitney.

El F-55 se diseñaría para superar las capacidades de maniobrabilidad de cazas monomotor de quinta generación, como el propio F-35A, utilizado por la USAF, o el F-35B y F-35C, operados por la USMC y la US Navy. La configuración bimotor, según Trump, ofrecería mayor empuje, lo que se traduce en mejor aceleración, velocidad y capacidad para realizar maniobras complejas en combates aéreos. A diferencia del F-35, que depende de un solo motor Pratt & Whitney F135, el F-55 podría incorporar dos motores derivados del programa Next Generation Adaptive Propulsion (NGAP), diseñados para el caza de sexta generación F-47. Estos motores prometen mayor eficiencia térmica y empuje, esenciales para maniobras de alta energía en escenarios de combate contra adversarios como el Chengdu J-20 chino o el Sukhoi Su-57 ruso.

La maniobrabilidad mejorada del F-55 se basaría en varios factores. Primero, el aumento de empuje permitiría al caza realizar giros más rápidos y sostenidos, cruciales en enfrentamientos aire-aire. Segundo, la redundancia de dos motores ofrece mayor seguridad operativa, especialmente en misiones de largo alcance sobre el Pacífico o el Medio Oriente, donde un fallo de motor en un caza monomotor podría provocar la pérdida del avión. En comparación, cazas bimotores como el F-22 Raptor, con sus motores Pratt & Whitney F119, han demostrado capacidad para mantener el control y regresar a base con un solo motor operativo, una ventaja que el F-55 buscaría replicar. Además, el diseño bimotor podría permitir una mayor carga útil, ampliando la versatilidad del F-55 para misiones de ataque a tierra y superioridad aérea.

Sin embargo, la transición a un diseño bimotor no está exenta de desafíos. Expertos como Frank Kendall, exsecretario de la USAF, han señalado que añadir un segundo motor al F-35 requeriría un rediseño completo del fuselaje, lo que lo convertiría prácticamente en un nuevo avión. Este proceso podría incrementar significativamente los costos, en un programa ya criticado por su elevado presupuesto, estimado en más de 2 billones de dólares a lo largo de su vida útil. Además, un caza bimotor sería más pesado, lo que podría reducir su agilidad en comparación con el F-35A, conocido por su diseño ligero y maniobrabilidad en combates a corta distancia. La mayor complejidad del F-55 también aumentaría los costos de mantenimiento y logística, un aspecto crítico para aliados de la OTAN que dependen de la estandarización del F-35.

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F-35

Ventajas técnicas del F-55 bimotor frente a cazas monomotor

  • Mayor empuje: Dos motores podrían generar hasta un 50% más de potencia que el F135, mejorando aceleración y maniobras sostenidas.
  • Redundancia operativa: Un segundo motor reduce el riesgo de pérdida del avión por fallos mecánicos o daños en combate.
  • Capacidad de carga: El diseño bimotor permite transportar más armamento, ideal para misiones multirole.
  • Alcance mejorado: Dependiendo del diseño, el F-55 podría tener mayor autonomía, clave para operaciones en el Indo-Pacífico.

Comparación con cazas monomotor de quinta generación

Los cazas monomotor de quinta generación, como el F-35, destacan por su diseño compacto y eficiencia. El F-35A, por ejemplo, combina sigilo, sensores avanzados y conectividad en red, lo que lo convierte en un nodo de mando en el campo de batalla. Su motor F135 proporciona un empuje de 43,000 libras, suficiente para maniobras ágiles y velocidades supersónicas sin postcombustión en ciertas condiciones. Sin embargo, la dependencia de un solo motor limita su capacidad de recuperación en caso de fallos, un riesgo en misiones de largo alcance. En contraste, el F-55 podría ofrecer una ventaja en escenarios donde la redundancia y el empuje adicional son prioritarios, como enfrentamientos contra cazas bimotores chinos como el J-20, que utiliza dos motores WS-10C para lograr supercrucero y alta maniobrabilidad.

Por otro lado, el diseño monomotor del F-35 permite un menor peso, lo que mejora su relación empuje-peso y facilita maniobras de alta agilidad en combates cerrados. La simplicidad de su diseño también reduce los costos operativos, un factor crucial para países como Noruega o Países Bajos, que operan flotas de F-35A. El F-55, al ser más pesado, podría sacrificar parte de esta agilidad, especialmente en maniobras a baja velocidad, donde cazas como el F-35 destacan por su control preciso. Además, el F-35 cuenta con tres variantes (F-35A, F-35B, F-35C), lo que garantiza flexibilidad operativa, mientras que el F-55 probablemente no incluiría una variante de despegue vertical (STOVL), limitando su uso por la USMC.

En términos de sigilo, el F-35 está optimizado para minimizar su sección transversal de radar, gracias a su diseño aerodinámico y materiales absorbentes. Un F-55 bimotor requeriría un rediseño cuidadoso para mantener estas características, ya que la adición de un segundo motor y tomas de aire podría aumentar su firma de radar. Cazas bimotores como el F-22 han logrado un sigilo excepcional mediante toberas de escape vectorizadas y un diseño en V de las colas, algo que el F-55 debería emular para competir en entornos de alta amenaza. Sin embargo, el mayor consumo de combustible de un diseño bimotor podría reducir su alcance en comparación con el F-35, a menos que se implementen tanques de combustible adicionales o motores más eficientes.

La viabilidad del F-55 también enfrenta cuestionamientos estratégicos. El Pentágono ya invierte en el F-47, un caza de sexta generación desarrollado por Boeing, que promete capacidades avanzadas de sigilo, velocidad y conectividad. Expertos como J.J. Gertler del Teal Group sugieren que el F-55 podría ser una propuesta para un segundo incremento del programa NGAD, pero su desarrollo competiría directamente con el F-47 en presupuesto y recursos. Además, aliados clave como Italia y Noruega, que han alcanzado capacidad operativa inicial con el F-35, podrían mostrarse reacios a adoptar un nuevo avión con mayores costos logísticos.

Contexto global y competencia tecnológica

El F-35C XE-100 da la vuelta después de un toque y listo. (Foto de la Marina de los EE. UU. por el teniente j.g. Drew Verbis)

El anuncio del F-55 se produce en un momento de intensa competencia global en el desarrollo de cazas avanzados. China ha consolidado su J-20 como un competidor formidable, con capacidad para supercrucero y misiles de largo alcance como el PL-15. La J-35A, una variante bimotor inspirada en el F-35, refuerza la preferencia china por configuraciones de dos motores para mejorar el rendimiento en combate. Por su parte, Rusia continúa desarrollando el Su-57, que utiliza vectorización de empuje 3D para lograr maniobrabilidad extrema. En este contexto, el F-55 buscaría mantener la ventaja tecnológica de EE. UU., especialmente en regiones como el mar de China Meridional, donde la superioridad aérea es crítica.

La propuesta de Trump también incluye una modernización del F-22 Raptor, denominado F-22 Super, que podría compartir tecnologías con el F-55, como sensores multiespectrales y armas de energía dirigida. Sin embargo, la falta de detalles sobre el diseño del F-55 y su relación con programas existentes, como el F/A-XX de la US Navy, genera incertidumbre. Algunos analistas especulan que el F-55 podría ser un esfuerzo para revitalizar el programa F-35, integrando mejoras como el Block 4 y Tech Refresh 3, que incluyen mejores sensores y capacidades de guerra electrónica. Sin embargo, el énfasis en los dos motores sugiere un enfoque distinto, orientado a misiones de largo alcance y alta intensidad.

En conclusión, el F-55 representa una apuesta ambiciosa por combinar la versatilidad del F-35 con las ventajas de un diseño bimotor, ofreciendo mayor maniobrabilidad, seguridad y capacidad de carga. No obstante, las desventajas en peso, costo y complejidad logística plantean retos significativos, especialmente frente a cazas monomotor optimizados como el F-35. El éxito del F-55 dependerá de su capacidad para integrar tecnologías avanzadas sin comprometer el sigilo ni duplicar esfuerzos con el F-47, mientras EE. UU. busca mantener su dominio en los cielos frente a adversarios globales.

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