Diseñado por Northrop, el F-5E destacó por su agilidad, bajo costo y amplia adopción global, con más de 400 unidades aún en servicio en 2021.
Northrop desarrolló el F-5E como evolución del F-5A Freedom Fighter
Northrop Corporation creó el F-5E Tiger II como una versión mejorada del F-5A Freedom Fighter, nacido en los años 50 como proyecto privado para dotar a aliados de EE. UU. de un caza eficaz y asequible. Introducido en 1972, el F-5E respondió a las necesidades del programa International Fighter Aircraft, cuyo objetivo era proporcionar un avión de superioridad aérea frente a amenazas como el MiG-21, ampliamente utilizado por países del bloque soviético.
Con una estructura enfocada en la eficiencia, el F-5E presentaba un fuselaje de 14.4 metros que integraba dos motores General Electric J85-GE-21, cada uno con capacidad para generar 5,000 libras de empuje mediante poscombustión. Esta configuración le permitía alcanzar velocidades de hasta Mach 1.63 y un alcance de 1,350 millas náuticas al utilizar tanques externos. Comparado con otros cazas contemporáneos como el F-4 Phantom II, su peso al despegue, de 24,675 libras, era considerablemente inferior.
Gracias al rediseño de sus alas con extensiones de borde de ataque, el F-5E ofrecía una excelente maniobrabilidad, especialmente valiosa en combates cercanos. Esta cualidad, junto con su ligereza, le confería una ventaja táctica considerable en enfrentamientos aire-aire.
En cuanto a armamento, el modelo incluía dos cañones Pontiac M39A2 de 20 mm con 280 rondas cada uno, montados en el morro. Contaba con siete puntos de anclaje para portar hasta 7,000 libras de armamento externo, que abarcaba misiles AIM-9 Sidewinder, cohetes y bombas para misiones aire-tierra.
La aviónica del F-5E fue básica, pero cumplía su función
El radar Emerson AN/APQ-159, con alcance de 20 millas náuticas, representaba el sistema principal de aviónica del F-5E. Aunque simple frente a equipos más modernos, ofrecía suficiente capacidad para detección y apoyo en combates visuales.
En versiones posteriores, varios países mejoraron la aviónica del modelo. Singapur, por ejemplo, incorporó el radar FIAR Grifo-F en su variante F-5S, mientras que otros integraron compatibilidad con misiles AIM-120 AMRAAM, incrementando sus capacidades de combate.
Características técnicas y operativas destacadas del F-5E Tiger II
- Velocidad máxima: Mach 1.63
- Alcance: 1,350 millas náuticas con tanques externos
- Carga útil: hasta 7,000 libras en siete puntos de anclaje
- Costo por hora de vuelo: aproximadamente 2,700 dólares en los años 80
- Radar original: Emerson AN/APQ-159 con alcance de 20 millas náuticas
El F-5E entró en servicio en 1975 y fue utilizado por más de 20 fuerzas aéreas, entre ellas las de Suiza, Taiwán, Corea del Sur, Brasil y Tailandia. Northrop construyó 792 unidades del modelo F-5E y 146 del F-5F biplaza, mientras que otros países fabricaron 467 cazas bajo licencia, incluyendo 308 en Taiwán y 91 en Suiza.
Su bajo costo operativo atrajo a naciones con presupuestos militares limitados. En la década de 1980, operar un F-5E costaba cerca de un tercio de lo que requería un F-16, y una hora de vuelo rondaba los 2,700 dólares, en comparación con los 7,000 dólares de modelos más avanzados como el F-15.
El F-5E tuvo un rol clave en entrenamientos como avión agresor
Aunque la Fuerza Aérea de EE. UU. no lo utilizó ampliamente en combate, el F-5E tuvo un papel fundamental como avión agresor en ejercicios de entrenamiento. Desde 1975 hasta 1990, escuadrones como el 64º y 65º en la base de Nellis, Nevada, lo usaron para simular aeronaves enemigas, gracias a su similitud en tamaño y maniobrabilidad con el MiG-21.
La Marina de EE. UU. y el Cuerpo de Marines continuaron con el uso del F-5E en funciones similares. En 2020, el Pentágono adquirió 22 F-5E ex suizos para extender esta capacidad hasta al menos 2025, modernizándolos como F-5N.
Durante la guerra de Vietnam, una versión del F-5A, el F-5C, participó en la operación Skoshi Tiger de 1965, acumulando más de 2,500 salidas de combate. Aunque el F-5E no se desplegó directamente en ese conflicto, la experiencia contribuyó al desarrollo de sus versiones posteriores.
Variantes especializadas como el RF-5E Tigereye para reconocimiento y el F-5F biplaza para entrenamiento conservaron gran parte de la capacidad de combate. Además, el diseño del F-5E sirvió de base para el F-20 Tigershark y el prototipo YF-17, precursor del F/A-18 Hornet.
Modernizaciones internacionales extendieron su vida útil
Fuerzas aéreas de varios países modernizaron sus F-5E para prolongar su operatividad. En Suiza, la fuerza aérea operó 66 unidades desde 1975, algunas de las cuales permanecieron en servicio con el equipo acrobático Patrouille Suisse hasta 2027.
En Chile, el F-5E fue actualizado a la versión Tiger III, incorporando un radar Elta EL/M-2032 y misiles Python. En Brasil, los F-5EM recibieron mejoras como pantallas multifunción y sistemas de navegación avanzados, mientras que Tailandia transformó sus unidades en el modelo F-5T Tigris con aviónica renovada.
Durante la guerra en Yemen en 1994, reportes indicaron que los F-5E derribaron al menos tres MiG-21, confirmando su efectividad en combate real. Estas actualizaciones demostraron la adaptabilidad del diseño frente a nuevas exigencias operativas.
Hasta 2021, más de 400 unidades del F-5 seguían activas en distintas fuerzas aéreas, reflejo de su durabilidad y capacidad de adaptación a lo largo de las décadas.
Producción masiva y legado cultural del F-5E Tiger II
La producción total del F-5E y F-5F alcanzó las 1,400 unidades entre 1972 y 1987, todas fabricadas por Northrop en su planta de Hawthorne, California. En conjunto con otros modelos de la familia F-5, como el entrenador T-38 Talon, se ensamblaron más de 3,800 aviones.
En la cultura popular, el F-5E adquirió notoriedad al aparecer en la película Top Gun (1986), donde se utilizó como el ficticio MiG-28. Pintado de negro, simbolizó la amenaza enemiga en combates aéreos ficticios, reforzando su imagen como avión ágil y letal.
Las limitaciones del F-5E incluían un radar de corto alcance y menor capacidad de carga respecto a cazas mayores. Sin embargo, su diseño simple y facilidad de mantenimiento lo hacían ideal para operar en entornos con infraestructura limitada.
Capaz de despegar con carga completa en menos de 2,000 pies, el F-5E resultaba útil en bases improvisadas o dañadas, lo que lo hizo indispensable en contextos de combate no convencionales.