Tripulaciones del sistema de misiles costeros BAL perfeccionan habilidades en lanzamientos electrónicos dirigidos a objetivos en Kaliningrado.
Ejercicio militar en Kaliningrado fortalece preparación de la Flota del Báltico
Las tripulaciones rusas de la Flota del Báltico, que operan el sistema de misiles costeros BAL, están intensificando su entrenamiento en la región de Kaliningrado mediante la práctica de lanzamientos electrónicos de misiles contra objetivos de superficie. El 26 de agosto, el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia comunicó oficialmente este ejercicio de entrenamiento, destacando su importancia para mejorar la preparación para el combate de las fuerzas rusas.
En el marco de estos ejercicios, las unidades rusas se desplazan desde sus ubicaciones habituales hacia áreas designadas, donde los militares practican la preparación de los lanzadores y la aplicación de técnicas de camuflaje para los vehículos. Parte esencial de este entrenamiento incluye el uso de vehículos aéreos no tripulados, los cuales desempeñan un papel crucial en la vigilancia y seguridad de las posiciones de lanzamiento.
El ejercicio incluye el despliegue de lanzadores móviles en tierra firme, desde donde los militares rusos practican ataques simulados con misiles electrónicos dirigidos a buques enemigos. Finalizado el entrenamiento, las unidades se reubican en nuevas posiciones encubiertas para continuar con la práctica. En estas maniobras participan alrededor de 100 efectivos militares y unas 20 unidades de equipo especializado, incluidas unidades de guerra de la Flota del Báltico, que simulan ser enemigos para incrementar el realismo de las operaciones.
Sistema de misiles Bal: defensa móvil contra amenazas navales en la costa

El sistema de misiles costeros BAL es un recurso clave de la defensa rusa, diseñado para interceptar ataques de buques de superficie y proteger infraestructuras costeras estratégicas, incluidas las bases navales y las aguas territoriales. Este sistema versátil y móvil se compone de varias unidades, cada una con hasta cuatro lanzadores autopropulsados, los cuales llevan ocho misiles antibuque Kh-35.
Además de los lanzadores, la unidad del sistema Bal incluye vehículos de mando y control, de transporte y carga, así como vehículos de apoyo. La integración de estos componentes asegura una respuesta rápida y coordinada ante cualquier amenaza marítima, haciendo del sistema una parte esencial de la defensa costera de Rusia.
El sistema Bal está equipado con el radar Monolith-B, que permite la detección precisa de objetivos, su seguimiento y la guía de los misiles. Este avanzado sistema de radar tiene la capacidad de rastrear múltiples objetivos simultáneamente, mejorando significativamente la capacidad de respuesta y la efectividad en combate.
Kh-35: el misil antibuque de alta precisión del sistema Bal

El misil antibuque Kh-35, conocido en la OTAN como AS-20 ‘Kayak’, es el componente ofensivo central del sistema de misiles costeros Bal. Con una longitud de aproximadamente 3,85 metros y un diámetro de 0,42 metros, el Kh-35 es compacto y adaptable para su despliegue desde distintos sistemas, incluidos defensas costeras, buques y aeronaves. Esta versatilidad permite su utilización en una amplia gama de escenarios operativos.
El Kh-35 combina un cohete propulsor de combustible sólido para su fase inicial y un motor turborreactor para el vuelo sostenido, lo que le permite alcanzar distancias de hasta 130 kilómetros, con variantes más avanzadas que extienden su alcance aún más. Su capacidad de navegación se basa en un sistema inercial (INS) junto con navegación por satélite (GPS/GLONASS), asegurando precisión durante todo su trayecto.
Equipado con un buscador de radar activo que opera en la banda X, el Kh-35 puede identificar y seguir objetivos con alta precisión, incluso en condiciones meteorológicas adversas. Este nivel de precisión, combinado con su capacidad para realizar ajustes en su trayectoria, convierte al Kh-35 en un arma eficaz contra buques enemigos, mejorando así la capacidad defensiva de las fuerzas costeras rusas.
Tecnología de contramedidas electrónicas del misil Kh-35

El sistema de aviónica del misil Kh-35 incorpora avanzadas contramedidas electrónicas (ECCM) diseñadas para superar intentos de interferencia y bloqueo electrónico por parte del enemigo. Esta tecnología permite al misil mantener su trayectoria hacia el objetivo, asegurando su eficacia en combate y la capacidad de sortear las defensas enemigas.
El alcance operativo del Kh-35 varía dependiendo de la versión, generalmente oscilando entre 130 y 300 kilómetros. Esta flexibilidad de alcance permite a las unidades del sistema Bal atacar objetivos situados lejos de la costa, aumentando el radio de acción defensiva de las fuerzas rusas y proporcionando una capa adicional de protección a las infraestructuras estratégicas.
El Kh-35, con su combinación de precisión, alcance y capacidades de contramedidas electrónicas, refuerza significativamente la capacidad de defensa costera del sistema de misiles Bal. Estas características aseguran que las fuerzas navales rusas estén mejor preparadas para enfrentar cualquier amenaza en sus aguas territoriales.