La Fuerza Aérea de EE. UU. propone retomar la adquisición del AGM-183 ARRW en el presupuesto de 2026, tras cancelarlo en 2023 por pruebas fallidas.
Propuesta presupuestaria impulsa el AGM-183 ARRW para 2026
La Fuerza Aérea de Estados Unidos incluyó en su propuesta presupuestaria para el año fiscal 2026 fondos para reanudar la adquisición del AGM-183A Air-Launched Rapid Response Weapon (ARRW), un misil hipersónico de tipo boost-glide que desarrolló Lockheed Martin. Este anuncio representa un cambio significativo, ya que en 2023 el programa quedó cancelado tras múltiples pruebas fallidas, y la solicitud de presupuesto para 2025 no contempló fondos para su desarrollo o adquisición. La decisión de 2023 se fundamentó en un historial de pruebas con resultados mixtos, incluido un fallo crítico en marzo de 2023, cuando la cubierta del misil no se eyectó, lo que impidió la recolección de datos completos. Sin embargo, pruebas posteriores en agosto y octubre de 2023 alcanzaron condiciones nominales y proporcionaron datos valiosos para futuros programas hipersónicos. En 2024, se asignaron $13,4 millones adicionales al programa, lo que elevó su costo acumulado a $1.319 millones, aunque inicialmente se interpretó como un cierre ordenado del proyecto.
El AGM-183 ARRW utiliza un vehículo de planeo hipersónico que, impulsado por un motor de cohete sólido, alcanza velocidades de hasta Mach 15 antes de deslizarse hacia su objetivo. Diseñado para atacar objetivos estratégicos de alto valor, como infraestructuras enemigas en entornos disputados, el misil no requiere ojivas explosivas, ya que su energía cinética es suficiente para causar daños significativos. La tecnología deriva del programa Tactical Boost Glide (TBG), una colaboración entre la Fuerza Aérea y DARPA, que buscaba demostrar capacidades de planeo hipersónico táctico. El ARRW se lanza principalmente desde bombarderos B-52H Stratofortress, con pruebas realizadas en sitios como el Point Mugu Sea Range en California y el Reagan Test Site en las Islas Marshall.
En 2018, Lockheed Martin recibió un contrato por $480 millones para desarrollar el ARRW, seguido por pruebas iniciales de transporte cautivo realizadas en junio de 2019. La primera prueba de lanzamiento, ejecutada en abril de 2021, resultó fallida; sin embargo, en mayo y julio de 2022 se llevaron a cabo dos ensayos exitosos que confirmaron la ignición del propulsor y la capacidad de alcanzar velocidades superiores a Mach 5. La prueba de diciembre de 2022, aunque parcial en su éxito, presentó fallos en los sensores del campo de pruebas, lo que redujo la posibilidad de una evaluación completa del vehículo de planeo. La prueba de marzo de 2023 fue considerada un fracaso, pero los ensayos efectuados en agosto y octubre de ese mismo año evidenciaron avances. Una prueba final, realizada en marzo de 2024 desde Guam, permitió evaluar el rendimiento integral del misil y representó la primera prueba hipersónica estadounidense en la región del Indo-Pacífico. Esta operación incluyó un vuelo de 4.000 km antes del lanzamiento, en un perfil que simuló una misión operativa real.
El programa ARRW recibió críticas debido a su elevado costo, estimado en $1.730 millones hasta 2024, con un precio unitario proyectado de $14,9 millones por misil para una producción prevista de 300 unidades, según un informe de la Congressional Budget Office publicado en 2023. A pesar de los contratiempos, los datos obtenidos han resultado fundamentales para el desarrollo de la tecnología hipersónica, con efectos directos sobre programas como el Hypersonic Attack Cruise Missile (HACM), que incorpora un motor scramjet y permanece en fase de desarrollo por parte de Raytheon y Northrop Grumman, con un presupuesto asignado de $517 millones para el año 2025.
Datos clave sobre el AGM-183 ARRW
- Velocidad máxima: Hasta Mach 15 (18.375 km/h).
- Rango estimado: Superior a 1.000 km en función de la trayectoria.
- Plataforma de lanzamiento: Bombardero B-52H Stratofortress.
- Costo total del programa: $1.730 millones hasta 2024.
- Pruebas exitosas: Mayo y julio de 2022; agosto y octubre de 2023.
- Primera prueba en el Indo-Pacífico: Marzo de 2024, desde Guam.
Avances y pruebas del AGM-183 ARRW en el contexto hipersónico
La Fuerza Aérea de Estados Unidos incluyó en su propuesta presupuestaria para el año fiscal 2026 fondos con el objetivo de retomar la adquisición del AGM-183A Air-Launched Rapid Response Weapon (ARRW), un misil hipersónico de tipo boost-glide desarrollado por Lockheed Martin. Este anuncio representa un cambio significativo, ya que en 2023 el programa fue cancelado tras múltiples pruebas fallidas, y la solicitud de presupuesto para 2025 no contempló recursos destinados a su desarrollo o compra. La decisión de 2023 respondió a un historial de pruebas con resultados mixtos, entre ellos un fallo crítico en marzo de ese año, cuando la cubierta del misil no se eyectó, lo que impidió la obtención completa de datos. No obstante, las pruebas realizadas en agosto y octubre de 2023 alcanzaron condiciones nominales, lo que permitió la obtención de información valiosa para otros programas hipersónicos. En 2024, se asignaron $13,4 millones adicionales al programa, lo que elevó su costo acumulado a $1.319 millones, aunque en un principio esa asignación se interpretó como parte de un cierre ordenado del proyecto.
El ARRW destaca por su maniobrabilidad y trayectoria impredecible, lo que lo hace difícil de interceptar por sistemas de defensa antimisiles. En pruebas de supervivencia, el misil demostró cumplir con los requisitos frente a radares de alerta temprana, misiles tierra-aire y artillería antiaérea en escenarios simulados. Sin embargo, la falta de datos completos sobre el impacto terminal, debido a fallos técnicos en 2022 y 2023, limitó la evaluación de su letalidad contra objetivos tácticos y estratégicos. La prueba de agosto de 2024, realizada frente a la costa de California, proporcionó datos adicionales para validar herramientas de evaluación y beneficiar programas como el HACM.
El HACM, un misil de crucero hipersónico de menor tamaño, ofrece trayectorias más complejas y compatibilidad con aviones como el F-15E Strike Eagle y el F/A-18F Super Hornet, con un rango de aproximadamente 1.000 km y una velocidad máxima de Mach 8. Su desarrollo, iniciado en 2022 con un contrato de $985 millones, se basa en el programa Hypersonic Air-breathing Weapon Concept (HAWC), con pruebas exitosas en 2021 y 2022. Se espera que el HACM alcance capacidad operativa limitada en 2027.
En 2022, el Congreso recortó los fondos de adquisición del ARRW para el año fiscal 2022 y reasignó $80 millones a actividades de investigación y desarrollo, tras concluir que el programa aún no estaba en condiciones de entrar en fase de producción. Esta reducción respondió a las preocupaciones derivadas de los fallos registrados en las pruebas realizadas en 2021 y 2022. No obstante, los avances logrados en 2023 y 2024, sumados a la presión estratégica ejercida por competidores globales, motivaron una nueva evaluación del programa.
Contexto estratégico y futuro del AGM-183 ARRW
El AGM-183 ARRW fue concebido para contrarrestar amenazas en escenarios de alta competencia, como las zonas de denegación de acceso (A2/AD), y ejecutar ataques de largo alcance contra objetivos estratégicos. Su desarrollo comenzó en 2018 con la intención de integrarlo en el B-52H, aunque también se consideró su incorporación en el B-1B Lancer, capaz de transportar hasta 31 misiles en configuraciones internas y externas. En 2020, la administración anterior propuso un incremento del 23 % en los fondos destinados a armas hipersónicas, lo que evidenció su carácter prioritario en la estrategia militar.
El programa Tactical Boost Glide (TBG), concebido como antecedente del ARRW, mantiene sus investigaciones sobre tecnologías de planeo hipersónico, con posibles aplicaciones en sistemas navales. En 2024, la DARPA y la Fuerza Aérea llevaron a cabo una evaluación orientada a transferir tecnologías del TBG hacia programas futuros, lo que indica la posibilidad de un sucesor del ARRW en el entorno clasificado. La asignación de $13,4 millones en septiembre de 2024 podría vincularse con estas actividades o con la preparación institucional para la adquisición proyectada en 2026.
Las pruebas realizadas en 2023 y 2024, en particular la ejecutada desde Guam, pusieron en evidencia la importancia del ARRW en el contexto del Indo-Pacífico, donde la cercanía geográfica con China resalta la urgencia de contar con capacidades de ataque rápido y de largo alcance. La Fuerza Aérea ha destinado recursos a la modernización de su infraestructura de pruebas, con la incorporación de buques de monitoreo naval y aeronaves de la Missile Defense Agency para la obtención de datos durante los ensayos. Estas mejoras han reforzado las capacidades de evaluación de sistemas hipersónicos, con beneficios tanto para el ARRW como para el HACM.
En 2023, la Congressional Budget Office estimó que una producción de 100 misiles costaría $2.200 millones, con un costo unitario de $18 millones. La Fuerza Aérea busca ahora diseños más asequibles para producción en masa, un objetivo que influirá en la viabilidad de la adquisición del ARRW en 2026. La propuesta presupuestaria, pendiente de aprobación del congreso, determinará si el programa avanza hacia la producción o se limita a contribuir datos para futuros sistemas hipersónicos.