Las fuerzas armadas polacas derribaron drones rusos que ingresaron a su espacio aéreo durante un ataque ruso a Ucrania en la noche del 9 al 10 de septiembre de 2025. El mando operativo confirmó que la defensa antiaérea nacional y aliada interceptó los aparatos antes de que alcanzaran zonas pobladas o infraestructuras críticas. El primer ministro Donald Tusk informó que la operación duró varias horas y neutralizó amenazas potenciales.
A medianoche, el mando detectó incursiones de drones Shahed con componentes rusos, iraníes y chinos procedentes de Ucrania. Aviones polacos y de la OTAN, incluidos cazas de reacción rápida, despegaron para interceptar los aparatos, y los sistemas terrestres de defensa antiaérea y los radares funcionaron a máxima capacidad. La alerta inicial de la fuerza aérea ucraniana indicó que los drones cruzaban hacia ciudades como Zamosc, y monitoreos independientes confirmaron al menos tres derribos cerca de la frontera.
💥🇵🇱 Monitors report that 2 more #UAVs have entered #Polish territory.
— Leonard Frank (@LeoonfrankFrank) September 10, 2025
Meanwhile, airports in #Warsaw and #Lublin have also restricted operations due to "unplanned military activity."
Also, as #OSINT channels claim — a video from #Poland where sounds of a fighter jet can be… pic.twitter.com/RNuPhQdZgD
Los aeropuertos de Varsovia, Lublin y Rzeszow-Jasionka suspendieron operaciones por precaución. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos emitió notificaciones sobre cierres temporales de zonas de control aéreo. El mando polaco informó que no hubo daños materiales ni víctimas y que las fuerzas permanecieron listas para responder de inmediato. Ucrania mantuvo alertas aéreas en regiones fronterizas mientras sus defensas enfrentaban ataques rusos con drones y misiles sobre infraestructuras energéticas y de transporte.
Desde 2022, Polonia mantiene vigilancia elevada tras un misil ucraniano desviado que causó dos muertes civiles. Incidentes recientes incluyen la caída de drones en Lublin y otras entradas que no provocaron daños. Como miembro de la OTAN y la UE, Polonia reforzó capacidades defensivas en la frontera oriental y proporciona asistencia militar y humanitaria a Ucrania. El país reportó al menos cinco violaciones aéreas desde agosto, con casos también en Lituania y Rumania, lo que fortaleció la coordinación dentro de la alianza atlántica.
El incidente del 10 de septiembre coincidió con los preparativos para cerrar la frontera polaca con Bielorrusia antes de los ejercicios militares conjuntos Zapad-2025. Los drones derribados operaban como aparatos kamikaze, y su neutralización evitó riesgos para ciudades como Lublin, Radom y Siedlce. El ministerio de exteriores polaco planea entregar una nota de protesta a Rusia mientras analiza la intencionalidad de las incursiones.
La Unión Europea y la OTAN registraron un aumento de estas incursiones desde el inicio de la agresión rusa, lo que impulsa sanciones económicas a sectores energéticos y militares de Rusia. Resoluciones del Parlamento Europeo instan a reforzar la defensa colectiva en regiones orientales. Polonia desplegó unidades antiaéreas dentro del sistema de protección territorial, mientras Ucrania reportó impactos en instalaciones críticas en catorce regiones con heridos civiles, sin relación directa con los derribos polacos.
Investigaciones preliminares indican que los drones derribados proceden de Bielorrusia o Ucrania, y se analizan componentes extranjeros. El portavoz Pawel Wronski destacó la coordinación con la OTAN para proteger la soberanía aérea sin escalar conflictos.
Senadores estadounidenses, entre ellos Dick Durbin, calificaron las incursiones como pruebas de la resolución de la alianza. El mando polaco mantiene vigilancia permanente de la frontera oriental y descarta vínculos directos con ataques en áreas ucranianas adyacentes, aunque reconoce un patrón táctico de expansión rusa.