En una reunión celebrada durante la cumbre del G20 en Brasil, los líderes de Reino Unido, Japón e Italia abordaron la posibilidad de ampliar el Programa Aéreo de Combate Global (GCAP) de sexta generación, para incluir a otros países. Este programa, centrado en el desarrollo de aviones de combate tripulados, busca incorporar tecnologías avanzadas como láseres y un “sistema de sistemas”, con una posible “cabina portátil”. A diferencia del proyecto NGAD de la Fuerza Aérea de EE. UU., que contempla drones, el GCAP se enfoca únicamente en aviones tripulados.
Durante la reunión, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, y el primer ministro británico, Keir Starmer, discutieron la expansión del GCAP y expresaron la necesidad de acelerar el desarrollo del programa. Según declaraciones de los líderes, el objetivo es tener el avión de combate operativo para 2035. Starmer destacó que se busca ampliar la participación de países internacionales en el futuro.
El GCAP, diseñado para reemplazar los cazas Eurofighter Typhoon de Reino Unido e Italia y los cazas Mitsubishi F-2 de Japón, es un caza multifuncional de sexta generación. El primer vuelo de demostración está programado para 2027, con la entrada en servicio prevista para 2035. Esta iniciativa representa un avance significativo en la cooperación internacional en defensa, ya que busca consolidar un proyecto conjunto entre varias naciones.
En un contexto relacionado, Italia ratificó recientemente el tratado GCAP junto a Japón y Reino Unido, lo que formalizó la creación de la Organización Gubernamental Internacional GCAP (GIGO). Esta organización se encargará de supervisar el desarrollo del avión, establecer requisitos técnicos y coordinar la construcción industrial relacionada con el proyecto.
Posibles países adicionales y desafíos para el GCAP
Aunque no se han precisado los países que podrían unirse al GCAP, Suecia fue parte del proyecto en su fase inicial, pero abandonó la iniciativa. Actualmente, está evaluando otras alternativas para desarrollar la próxima generación de capacidades de combate. También Arabia Saudita ha expresado interés en sumarse al proyecto.
A pesar de que el GCAP cumple con los plazos establecidos, enfrenta varios desafíos, incluyendo limitaciones financieras y dificultades en la distribución de la carga de trabajo. Este proyecto marca la primera vez que Japón coopera con naciones fuera de Estados Unidos en un programa de defensa de esta magnitud.
Un desarrollo relacionado que podría influir en el GCAP es la situación del FCAS, un proyecto europeo de caza de sexta generación. Alemania podría retirarse del programa debido a desacuerdos con Francia, aunque sigue comprometida con el proyecto. Si Alemania se uniera al GCAP, esto representaría un importante impulso para el programa.
Con el acuerdo trinacional ya firmado, el GCAP avanzará hacia la fase de desarrollo y diseño completo del avión en 2025. Además, se está preparando un acuerdo para la creación de una empresa conjunta que liderará la ejecución del proyecto.
Los principales contratistas del GCAP y la competitividad global
Entre los principales contratistas del programa GCAP se encuentran BAE Systems (Reino Unido), Leonardo (Italia) y Mitsubishi Heavy Industries (Japón), que colaboran con otras empresas como Rolls-Royce, Avio Aero y MBDA. El avión está siendo desarrollado con la intención de ser exportado a otros países, dado que la construcción de un caza de sexta generación requiere recursos que solo Estados Unidos y China pueden gestionar de manera autónoma.
El desarrollo de aviones de combate avanzados es un desafío significativo, y la ventaja tecnológica de Estados Unidos en este campo es considerable. Expertos como Justin Bronks de Rusi destacan las dificultades en la creación de sistemas de armas avanzados, como la integración de sensores y armas, elementos esenciales para la competitividad en el mercado global de aviación militar.