Países Bajos finaliza la transferencia de 24 aviones F-16 a Ucrania el 26 de mayo, fortaleciendo la defensa aérea de Kiev contra Rusia.
Holanda cumple compromiso de entrega de F-16 a Ucrania
Los Países Bajos completaron la transferencia de 24 aviones de combate F-16 Fighting Falcon a Ucrania, con el envío final programado para el 26 de mayo de 2025, según anunció el ministro de Defensa holandés, Ruben Brekelmans, durante el programa televisivo WNL op Zondag. Esta entrega marca la culminación de un compromiso asumido por el gobierno holandés para reforzar las capacidades de defensa aérea de Ucrania frente a la agresión rusa, iniciada en febrero de 2022. Brekelmans destacó que los aviones estarán “pronto en manos ucranianas”, subrayando la urgencia de apoyar a Kiev en un momento de intensificación de los ataques aéreos rusos.
La entrega comenzó en octubre de 2024, con un primer lote de F-16 transferidos a Ucrania, seguido de envíos adicionales en febrero y abril de 2025. Este proceso refleja el esfuerzo coordinado de la Coalición de Capacidades Aéreas, liderada por los Países Bajos, Dinamarca y Bélgica, que busca modernizar la fuerza aérea ucraniana con tecnología occidental. Además de los aviones, los Países Bajos han proporcionado repuestos, motores y misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM, junto con un paquete de mantenimiento valorado en 80 millones de euros. La Fuerza Aérea Holandesa retiró oficialmente su flota de F-16 en septiembre de 2024, tras un vuelo ceremonial sobre varias ciudades holandesas, liberando estos aviones para su transferencia.
El esfuerzo holandés incluye la capacitación de pilotos y técnicos ucranianos en el Centro Europeo de Entrenamiento de F-16 en Rumanía, donde los Países Bajos han enviado 18 F-16 operativos adicionales para entrenamiento. Este centro, apoyado por la coalición, ha sido crucial para preparar al personal ucraniano en el manejo de los complejos sistemas del F-16, como pantallas multifunción y controles fly-by-wire. Brekelmans destacó que los Países Bajos también han compartido doctrinas militares de la OTAN para alinear la fuerza aérea ucraniana con los estándares de la alianza.
El contexto de esta transferencia es crítico. Los ataques aéreos rusos, con misiles y drones, han aumentado en frecuencia e intensidad, especialmente en ciudades como Kiev y Járkov. En la noche del 24 de mayo de 2025, Rusia lanzó un ataque masivo con 69 misiles y cerca de 300 drones, matando al menos a 12 personas, según informes de la prensa holandesa. Los F-16, equipados con sistemas de radar avanzados y capacidad para suprimir defensas aéreas enemigas, son esenciales para contrarrestar esta amenaza, especialmente frente a la ventaja rusa en misiles aire-aire y radares.
Datos clave sobre la transferencia de F-16 a Ucrania
- Inicio de entregas: Primer lote enviado en octubre de 2024, seguido por envíos en febrero y abril de 2025.
- Capacitación: Pilotos y técnicos ucranianos entrenados en Rumanía, con 18 F-16 holandeses destinados a este fin.
- Apoyo financiero: Países Bajos destinó 150 millones de euros en marzo de 2024 y 300 millones en julio de 2024 para armas de F-16.
- Pérdidas: Ucrania perdió al menos dos F-16, uno en agosto de 2024 por error de piloto y otro en abril de 2025.
- Coalición: Dinamarca prometió 19 F-16, Bélgica 30 y Noruega 6, sumando un total de 79 aviones comprometidos.
Esfuerzo multinacional para fortalecer la fuerza aérea ucraniana
La transferencia holandesa forma parte de un esfuerzo más amplio de la OTAN para equipar a Ucrania con aviones de combate modernos, reemplazando su flota de cazas de la era soviética, como los MiG-29 y Su-27. Dinamarca ha comprometido 19 F-16, con entregas iniciadas en 2024, mientras que Bélgica prometió 30 aviones, algunos de los cuales podrían llegar antes de lo programado, según el ministro de Defensa belga, Theo Francken. Noruega ha pledged 6 F-16, y la coalición ha asegurado un total de 79 aviones para Ucrania. Estos esfuerzos se complementan con el entrenamiento de personal ucraniano en países como Rumanía, Dinamarca y Reino Unido, donde se han reducido los tiempos de formación en casi tres meses, según el viceministro de Defensa ucraniano, Serhiy Melnyk.
Estados Unidos ha desempeñado un papel crucial al autorizar la transferencia de los F-16, fabricados por Lockheed Martin, y ha comenzado a enviar aviones no operativos para repuestos. A finales de abril de 2025, varios F-16 fueron cargados en un Antonov An-124 ucraniano en el Aeropuerto Internacional de Tucson, Arizona, según observaciones reportadas por medios especializados. Esta medida busca garantizar la sostenibilidad de la flota ucraniana, especialmente tras la pérdida de al menos dos F-16 en combate, uno en agosto de 2024, probablemente por error de piloto, y otro en abril de 2025.
La transición de Ucrania a los F-16 representa un desafío operativo. Los pilotos ucranianos, acostumbrados a cabinas analógicas soviéticas, deben adaptarse a los sistemas digitales avanzados del F-16. Además, el entorno de combate en Ucrania es altamente disputado, con sistemas de defensa aérea rusos como el S-300 y S-400 limitando la libertad operativa de los F-16. La integración con inteligencia proporcionada por la OTAN y defensas terrestres ucranianas será clave para maximizar la efectividad de estos aviones.
Los Países Bajos han liderado este esfuerzo desde 2023, cuando cancelaron la venta de seis F-16 a la empresa estadounidense Draken para incluirlos en el paquete destinado a Ucrania. Inicialmente, el compromiso holandés era de 18 aviones, pero se amplió a 24 tras la decisión de priorizar el apoyo a Kiev. La exministra de Defensa holandesa, Kajsa Ollongren, destacó en 2023 que “la superioridad aérea de Ucrania es esencial para contrarrestar la agresión rusa”. Esta postura se ha mantenido bajo el liderazgo de Brekelmans, quien ha reiterado la necesidad de presionar a Rusia y mantener el apoyo a Ucrania.
Implicaciones estratégicas de las entregas de F-16
La transferencia de F-16 refleja un cambio estratégico en la OTAN hacia la integración de Ucrania en los estándares militares de la alianza, en línea con las aspiraciones de Kiev de unirse a la organización. Los Países Bajos, Dinamarca y Bélgica están reemplazando sus flotas de F-16 con el caza de quinta generación F-35 Lightning II, lo que ha facilitado la transferencia de los aviones más antiguos. Sin embargo, los F-16, aunque modernizados con actualizaciones de media vida entre 1998 y 2002, enfrentan limitaciones en un entorno de alta amenaza, especialmente ante los nuevos misiles rusos guiados con capacidad nuclear táctica.
La experiencia de los F-16 en conflictos pasados, como la Guerra de Kosovo de 1999, donde aviones de la OTAN neutralizaron defensas aéreas serbias, ofrece un precedente para Ucrania. Sin embargo, la red de defensa aérea rusa en Ucrania es significativamente más avanzada, lo que requiere una coordinación precisa entre los F-16 y otros activos ucranianos. La coalición también ha proporcionado sistemas de defensa aérea, como el Patriot y el I-Hawk, con un paquete holandés valorado en 150 millones de euros anunciado en abril de 2025.
La transferencia de los F-16 no solo fortalece la capacidad militar de Ucrania, sino que también envía una señal geopolítica clara. La decisión de los Países Bajos de autorizar el uso de estos aviones para ataques dentro de Rusia, confirmada en febrero de 2025, amplía las opciones estratégicas de Ucrania, aunque aumenta el riesgo de escalada. Mientras tanto, la intensificación de los ataques rusos, incluyendo el uso de misiles avanzados, subraya la urgencia de estas entregas para proteger el espacio aéreo ucraniano.
Los Países Bajos han reafirmado su compromiso con Ucrania, destinando más de 10% de incremento en su presupuesto de defensa para 2025, en respuesta a la invasión rusa. Este apoyo, combinado con la cooperación internacional, posiciona a Ucrania para construir una fuerza aérea moderna, capaz de enfrentar los desafíos actuales y futuros en la guerra.