Fotos satelitales recientes parecen confirmar que un ataque israelí en represalia contra la ciudad de Isfahán, en Irán, impactó un sistema de radar de una batería de defensa aérea de origen ruso. Este hecho contradice las afirmaciones de funcionarios en Teherán, quienes han negado cualquier daño resultante del ataque.
El radar S-300 afectado se encuentra en una zona que sugiere un ataque muy limitado por parte de Israel, lo cual parece haber causado más daño que el masivo asalto con drones y misiles que Irán lanzó contra Israel el 13 de abril. Esta discrepancia en el impacto del ataque podría ser la razón por la que, desde funcionarios gubernamentales hasta el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, se ha intentado minimizar las discusiones sobre los efectos reales del ataque en territorio iraní.
Según analistas, tanto Irán como Israel buscan disminuir las tensiones tras una serie de enfrentamientos recíprocos. Este esfuerzo ocurre mientras continúa la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, que mantiene la región en una constante tensión.
Las imágenes capturadas por Planet Labs PBC esta mañana, cerca del aeropuerto de doble uso y la base aérea de Isfahán —ubicada aproximadamente a 320 kilómetros (200 millas) al sur de Teherán—, muestran una zona que anteriormente servía como punto de despliegue para el sistema de defensa aérea impactado.
Las marcas de quemaduras alrededor de lo que analistas, incluyendo a Chris Biggers, ex analista de imágenes del gobierno, han identificado como un sistema de radar “tapa de solapa” para el S-300, sugieren un impacto significativo en el área. Imágenes satelitales tomadas tras el ataque del viernes muestran quemaduras similares, aunque no se ha confirmado el contenido exacto del sitio en esos momentos.
Según Biggers, es probable que otros componentes del sistema de misiles fueran retirados antes del ataque, lo cual es relevante, ya que estos sistemas proporcionan cobertura defensiva a la instalación subterránea de enriquecimiento nuclear de Natanz en Irán. “Esa es una declaración poderosa, dado el sistema, la ubicación y cómo lo usan”, apunta Biggers.
En respuesta, los funcionarios iraníes han intentado minimizar la gravedad del incidente, describiéndolo como meras incursiones de pequeños drones. “Lo que pasó… no fue un ataque”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, en una entrevista con NBC News. “Eran más como juguetes con los que juegan nuestros hijos, no drones”.