El país asiático refuerza su fuerza aérea con cazas J-10C de generación 4.5 en un acuerdo histórico que diversifica proveedores y eleva capacidades defensivas.
Ministro de Defensa, anuncia adquisición de cazas chinos en Yakarta
El ministro de Defensa, de Indonesia, Sjafrie Sjamsoeddin, anunció el 15 de octubre de 2025 en Yakarta que el país adquirirá 42 cazas Chengdu J-10C fabricados en China. Este acuerdo se valora en más de 9.000 millones estadounidenses. La medida refuerza las capacidades de su fuerza aérea en el marco de un programa de modernización militar que impulsa el presidente Prabowo Subianto. El ministro de Finanzas, Purbaya Yudhi Sadewa, confirmó en la misma fecha que su cartera autorizó el presupuesto necesario para la adquisición.
El titular de Finanzas precisó que los preparativos se encontraban en fase de ejecución, aunque restaba verificar el cronograma de entrega de las aeronaves desde Pekín hasta Yakarta. Sjamsoeddin, por su parte, declaró a los periodistas que los cazas volarán sobre la capital indonesia en un plazo cercano, aunque evitó ofrecer pormenores adicionales sobre el itinerario. El portavoz del Ministerio de Defensa, el brigadier general Frega Wenas Inkiriwang, había revelado el mes anterior que la fuerza aérea evaluaba la incorporación de estos aparatos.
La evaluación se realizó con el fin de garantizar que contribuyeran de manera efectiva al fortalecimiento de la defensa antiaérea nacional. El acuerdo representa la primera adquisición de aeronaves de combate procedentes de un proveedor no occidental por parte de Indonesia. El país hasta ahora había dependido principalmente de suministros estadounidenses, rusos y británicos. El contrato se gestionó entre el ministerio de Defensa indonesio y la Corporación de la Industria Aeronáutica de Chengdu.
El valor aproximado asciende a 214 millones por unidad, lo que suma un total superior a los 9.000 millones. Las fuentes oficiales indican que el financiamiento se estructurará mediante una combinación de préstamos soberanos y asignaciones del presupuesto estatal. Pekín facilita líneas de crédito a bajo interés a través del Banco de Exportación e Importación de China. Esta modalidad permite a Indonesia acceder a los cazas de forma expedita.
Detalles clave del financiamiento y el contrato de adquisición
- Valor por unidad: $214 millones estadounidenses.
- Financiamiento: combinación de préstamos soberanos y asignaciones presupuestarias.
- Líneas de crédito: a bajo interés desde el Banco de Exportación e Importación de China.
- Restricciones evitadas: sin las presiones que afectaron compras previas como los Su-35 rusos.
Características técnicas avanzadas de los cazas J-10C chinos
Los cazas J-10C, que desarrolló la Corporación de la Industria Aeronáutica de Chengdu, pertenecen a la generación 4.5. Se distinguen por su integración de tecnologías avanzadas que los posicionan como una opción intermedia entre los aparatos de cuarta y quinta generación. Cada unidad incorpora un radar de matriz activa de barrido electrónico. Este radar detecta objetivos a distancias superiores a los 200 kilómetros y rastrea hasta 10 simultáneamente. Al mismo tiempo engancha múltiples amenazas.
El motor WS-10B Taihang proporciona un empuje que permite alcanzar una velocidad máxima de Mach 1,8, equivalente a unos 2.200 kilómetros por hora. El radio de combate llega a 1.240 kilómetros y el alcance en ferry asciende hasta 1.850 kilómetros. El techo de servicio se eleva a 18.000 metros, y la relación empuje-peso supera la unidad. Esta relación facilita maniobras de alta agilidad. En cuanto al armamento, los J-10C portan misiles aire-aire de corto alcance PL-10 y de largo alcance PL-15.
El PL-15 tiene alcances estimados entre 200 y 300 kilómetros. Además, incorporan bombas guiadas por láser y satélite, misiles antibuque y armas de precisión para ataques a tierra. La estructura incluye materiales compuestos que reducen el peso y los costos operativos. El sistema de aviónica integrada abarca capacidades de guerra centrada en red, sensores infrarrojos de búsqueda y rastreo, y defensas electrónicas contra interferencias. El viceministro de Defensa, Donny Ermawan Taufanto, había mencionado en junio que China presentó una oferta integral.
La oferta abarcaba las aeronaves y también buques, armamento y fragatas, lo que influyó en la decisión de avanzar con la compra. La fuerza aérea indonesia, conocida como TNI-AU, opera actualmente alrededor de 260 aeronaves con más de 30.000 efectivos. Enfrenta el reto de reemplazar unidades envejecidas que han servido durante tres décadas. Entre su inventario figuran cazas F-16 Fighting Falcon de origen estadounidense, Su-27SK y Su-30MK2 rusos, así como entrenadores Hawk 109/209 británicos y T-50i Golden Eagle surcoreanos.
Modernización de la fuerza aérea indonesia y diversificación
Muchos de estos aparatos han experimentado limitaciones en su disponibilidad operativa debido a escasez de repuestos y restricciones en las exportaciones. Esta situación ha impulsado la diversificación de proveedores. La adquisición de los J-10C se integra en este esfuerzo porque permite la retirada gradual de los F-5 y F-16 más antiguos. En particular ocurre en zonas como las islas Natuna, ricas en recursos y sujetas a patrullas aéreas disputadas. Además, el acuerdo incluye programas de entrenamiento para pilotos indonesios en China.
También abarca sistemas de simuladores, apoyo logístico integrado y discusiones sobre transferencias tecnológicas. Estas podrían habilitar capacidades de mantenimiento y reparación locales a través de la empresa estatal PT Dirgantara Indonesia. Indonesia, como la mayor economía del sudeste asiático y con una política exterior de no alineamiento activo, ha ampliado sus asociaciones en materia de defensa en los últimos años. Bajo la administración de Prabowo Subianto, quien asumió como presidente tras su período como ministro de Defensa, desde 2019, el país ha concretado otros contratos significativos.
En enero de 2024, finalizó la orden de 42 cazas Dassault Rafale de Francia, con la primera entrega prevista para principios de 2026, junto con dos submarinos Scorpene Evolved y 13 radares de interceptación terrestre Thales. En junio, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció la exportación de 48 cazas KAAN de quinta generación, fabricados en Turquía. Asimismo, Indonesia participa en el desarrollo conjunto del caza KF-21 Boramae con Corea del Sur, aunque redujo su contribución financiera, lo que limitará la transferencia tecnológica.
Estas adquisiciones diversificadas responden a la necesidad de autonomía estratégica porque evitan la dependencia de un solo suministrador y mitigan riesgos asociados a sanciones o presiones geopolíticas. El rendimiento del J-10C en escenarios reales ha contribuido a su atractivo para Indonesia. Pakistán, el único operador extranjero del modelo hasta ahora aparte de China, incorporó 36 unidades en 2020, junto con 250 misiles PL-15E. Durante la guerra en Cachemira en mayo de 2025, las fuerzas paquistaníes utilizaron estos cazas para derribar al menos un Rafale indio.
Rendimiento del J-10C en combate y consolidación regional
Esto representó la primera victoria aire-aire confirmada del J-10C en combate y la primera pérdida de un Rafale. Egipto ha mostrado interés, con un piloto egipcio que participó en ejercicios conjuntos con una variante biplaza. Para Indonesia, esta experiencia valida la fiabilidad del aparato en entornos de alta intensidad, porque se alinea con sus objetivos de disuasión regional. El acuerdo con China cubre las aeronaves y fortalece los lazos en materia de defensa industrial, con potencial para ensamblaje local o pruebas de componentes.
Esto podría elevar la capacidad aeroespacial doméstica del país. Con esta compra, Indonesia se convierte en el tercer operador del J-10C, tras China y Pakistán, y consolida su posición como una fuerza aérea multifuente en el Indo-Pacífico. El jefe de Estado Mayor de la TNI-AU, el mariscal Mohamad Tonny Harjono, ha resaltado la importancia de plataformas óptimas para la defensa, en línea con la revisión técnica que precedió al anuncio. El presupuesto asignado equivale al 1,2 por ciento del producto interior bruto indonesio de 2025.