En medio de tensiones escaladas, el panorama de seguridad europeo pende de un hilo ante la persistencia de Rusia en Ucrania, según inteligencia militar noruega.
Rusia fortalece su posición bélica en Ucrania, según E-tjenesten
La reciente declaración del presidente francés, Emmanuel Macron, subraya la preocupación europea ante un posible triunfo ruso en Ucrania, considerándolo una amenaza directa para la seguridad del continente. A pesar de estas advertencias, los informes del “Focus 2024” de la inteligencia noruega, E-tjenesten, indican un avance significativo de Rusia en el conflicto.
El almirante Nils Andreas Stensjones, al frente de E-tjenesten, destaca la superioridad rusa actual en comparación con el año anterior. La escalada de este avance sugiere que sin un apoyo occidental significativo a Ucrania, incluyendo un suministro constante de armamento y estrategias defensivas, la balanza podría inclinarse definitivamente hacia Rusia.
El estancamiento en la provisión de ayuda militar de EE. UU. a Ucrania, debido a discrepancias en el Congreso sobre el fondo de ayuda, complica aún más la situación. Este impasse no solo frena el suministro de armas y municiones, sino que también afecta el mantenimiento de los equipos defensivos ucranianos. Además, el cambio inesperado en el liderazgo militar ucraniano, del General Valery Zaluzhny al General Alexander Sirsky, introduce una incertidumbre adicional sobre el futuro del conflicto.
Impacto del conflicto en la futura capacidad militar rusa
El informe de E-tjenesten proyecta que el desenlace de la guerra en Ucrania será crucial para determinar la fortaleza militar de Rusia en los años venideros. La adopción de una “economía de guerra” por parte de Rusia ha fortalecido su sector armamentístico, asegurando recursos suficientes para el esfuerzo bélico futuro.
La inteligencia noruega estima que, dada la actual atención en la producción de material bélico y un presupuesto militar sustancial, Rusia podría recuperar su capacidad de combate pre-2022 en un lapso de tres a cinco años después del conflicto. Esta evaluación encuentra eco en las declaraciones del Ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, y el Jefe del Estado Mayor de la Bundeswehr, General Carsten Breuer, quienes advierten sobre la posibilidad de un ataque ruso a miembros de la OTAN en un futuro cercano.
La anticipación de un gran asalto ruso contra Ucrania en 2024 destaca la preparación logística, el aumento en la producción de municiones y una reorganización de las fuerzas que podrían otorgar a Rusia una ventaja decisiva. La experiencia ganada y el desarrollo de nuevo armamento en el contexto ucraniano servirían para reforzar la capacidad militar rusa en el futuro.
La estrategia rusa de alianzas frente a sanciones occidentales
La percepción rusa del conflicto como una confrontación directa con Occidente ha motivado la búsqueda de alianzas estratégicas, especialmente con China y otras naciones fuera del bloque occidental. Esta reconfiguración diplomática y comercial responde directamente a las sanciones impuestas por EE. UU. y Europa, buscando contrarrestar su impacto y desafiar la supremacía occidental.
El almirante Andreas Stensones resalta la creciente cooperación entre naciones no democráticas con aspiraciones de redefinir el equilibrio de poder global. Ante este escenario, Rusia planea ampliar su fuerza militar a 1.5 millones de efectivos para 2026, revitalizar los distritos militares de Moscú y Leningrado, y formar nuevas divisiones, preparándose para un prolongado enfrentamiento con Occidente.