El 15 de marzo, el dominio público digital fue testigo de la publicación de unas imágenes reveladoras: una versión avanzada y notablemente transformada del tanque M60, fruto aparente del ingenio de la industria de defensa iraní.
En la actualidad, el arsenal de la República Islámica de Irán alberga unas 150 unidades del tanque M60 de origen estadounidense. Este contingente forma parte de un legado de 460 vehículos blindados heredado por las Fuerzas Armadas iraníes tras el estallido de la Revolución Islámica en 1979.
Las modificaciones recientemente exhibidas en las imágenes publicadas evidencian transformaciones sustanciales, lo que dificulta cualquier intento de establecer similitudes directas con el diseño original estadounidense, concebido en el crepúsculo de la década de 1950, en plena Guerra Fría. Sin embargo, la brevedad de la grabación, procedente de fuentes iraníes, impone ciertas limitaciones a un análisis detallado de estas mejoras técnicas.
Curiosamente, se percibe que los ingenieros se han inspirado en la ciencia ficción para este rediseño, dando al vehículo un aspecto inconfundiblemente futurista. Llama especialmente la atención la torreta del M60 iraní, que ha sufrido importantes modificaciones, o quizás ha sido sustituida por completo, lo que marca una notable diferencia con la torreta original del modelo estadounidense. Además, este M60 renovado incorpora protección dinámica en su base, lo que refuerza sus capacidades defensivas.
Este vehículo proyecta una imagen de sólido blindaje modular, enriquecido con una configuración de visión panorámica y un moderno módulo de combate que incluye una ametralladora, característica distintiva de los tanques de nueva generación. Otras modificaciones exteriores, como el caparazón y las pantallas laterales inclinadas, sugieren un enfoque en el diseño estético más que en la funcionalidad pragmática.
El reflejo se extiende al cañón del tanque. Los modelos estadounidenses M60 y M60A1/A3 están equipados tradicionalmente con un cañón de 105 mm, mientras que la variante M60A2, que nunca fue adquirida por Irán, tiene un cañón de 152 mm. Esto plantea la posibilidad de que Irán haya optado por actualizarlo a un cañón de 120 mm o incluso de 125 mm, en comparación con el original de 105 mm.
Esta hipótesis cobra fuerza al considerar el tanque iraní Zulfiqar, similar al Abrams y equipado con el cañón soviético 2A46 de 125 mm, lo que evidencia la influencia de la estrecha colaboración militar entre Irán y Rusia, así como el predominio de los cañones de 125 mm en los tanques rusos.
Paralelismos en el rediseño del M60: La influencia israelí en el punto de mira
Los expertos han identificado un sorprendente parecido entre el M60 modernizado iraní y el M60T Sabra, una versión previamente modernizada actualmente en uso por las fuerzas armadas israelíes. Esta similitud es particularmente evidente en el diseño de la torreta y la configuración de la mira panorámica, lo que sugiere una posible inspiración o incluso un modelo a seguir para los esfuerzos de modernización iraníes.
Aunque existen variaciones en elementos específicos como las pantallas angulares, el enfoque general iraní parece estar claramente influido por los avances técnicos aplicados en Israel. Este fenómeno refleja un estudio meticuloso y posiblemente una adaptación de las técnicas de mejora israelíes en el campo de los vehículos blindados.
El M60T Sabra se distingue por mejoras significativas en tres áreas clave: potencia de fuego, blindaje y agilidad en movimiento. La optimización de la capacidad ofensiva se logró mediante la incorporación de sistemas de puntería de última generación, el aumento del calibre del cañón principal y la introducción de nuevo armamento. En cuanto al blindaje, se ha avanzado mediante la adopción de blindajes reactivos y compuestos, elevando el nivel de protección contra las armas antitanque.
Las adaptaciones en la movilidad del tanque se lograron con la instalación de motores más potentes y el desarrollo de sofisticados sistemas de suspensión, lo que se tradujo en una mejora palpable de la maniobrabilidad en terrenos variados.
Estas mejoras han garantizado la relevancia del M60T Sabra en el contexto de la guerra moderna, equipándolo para hacer frente a los retos emergentes en el teatro de guerra. Aunque Israel ha progresado hacia el desarrollo e implementación del Merkava, un tanque de diseño propio que existe en múltiples variantes y es una piedra angular de su arsenal terrestre, el M60T Sabra sigue siendo un testimonio del ingenio israelí en el campo de la tecnología de tanques, marcando una transición hacia la actual generación de vehículos blindados.
Implicaciones de las mejoras del M60 iraní: un gran salto adelante.
Echando la vista atrás, resulta impresionante observar cómo Irán se estableció como uno de los principales receptores de armamento militar estadounidense y británico en la década de 1970, posicionándose como una potencia militar en ascenso.
Bajo el liderazgo del último Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, y aprovechando el auge económico provocado por la subida de los precios del petróleo tras el conflicto árabe-israelí de 1973, Irán invirtió fuertemente en la adquisición de equipamiento militar avanzado, con el ambicioso objetivo de transformarse en una de las fuerzas armadas convencionales más poderosas a nivel mundial.
Al evaluar las diferencias entre el M60 iraní y su homólogo estadounidense original, destaca la evolución del tanque en cuanto a blindaje y capacidad ofensiva. Irán ha incorporado blindaje reactivo tanto en el casco como en la torreta, elevando significativamente el nivel de protección. La inclusión de un telémetro láser avanzado y de sistemas de visión térmica mejora la eficacia en la adquisición de objetivos, marcando una clara diferencia con respecto a su versión predecesora.
Desde el punto de vista técnico, el tanque iraní M60 está propulsado por el potente motor diesel Continental AVDS-1790-2 V12 biturbo refrigerado por aire, que desarrolla una potencia de 750 caballos. Esta máquina blindada alcanza velocidades máximas de 48 km/h en carretera y tiene una autonomía aproximada de 500 km. Con un peso de 52,6 toneladas y unas dimensiones de 9,3 metros de largo, 3,63 metros de ancho y 3,27 metros de alto, el M60 iraní se presenta como un adversario formidable.
El arsenal tecnológico del M60 iraní incluye un ordenador balístico para garantizar una precisión de tiro excepcional, un telémetro láser para medir distancias con precisión y sistemas de imágenes térmicas para la identificación de objetivos en condiciones adversas. A esto se añade un completo sistema de defensa contra amenazas nucleares, biológicas y químicas (NBQ) y un dispositivo generador de cortinas de humo, lo que eleva su perfil como contendiente capaz en el moderno teatro de operaciones militares.
El M60 y su arsenal: Potencia de fuego modernizada y adaptaciones
El arsenal del M60 se centra en su potente cañón M68 de 105 mm, capaz de disparar una diversa variedad de municiones, incluidos proyectiles antitanque de alta potencia explosiva (HEAT) y proyectiles antiblindaje de aleta estabilizada (APFSDS). Para complementar su capacidad ofensiva, el M60 está armado con una ametralladora M240 de 7,62 mm y una ametralladora Browning M2 de calibre .50, ambas eficaces para el combate antiaéreo y contrapersonal.
La implementación de un cargador automático ha sido un elemento distintivo en las últimas modificaciones introducidas en el M60, una innovación también destacada en las versiones modernizadas por Turquía. Este avance no solo reduce la silueta del tanque, sino que también reduce la necesidad de dotación. La incorporación de este sistema permite que la torreta soldada, incluso equipada con un cañón de 105 mm, presente un peso reducido de 13 toneladas, frente a las 14,5 toneladas de su predecesor.
En términos de defensa, la estructura se ha reforzado con componentes de protección dinámica y NERA (blindaje reactivo no explosivo). Un ingenioso diseño en la parte trasera de la torreta integra un cargador de munición con paneles eyectores para mejorar la seguridad. Además, la torreta incorpora sensores de detección de radiación láser TLUS y sistemas de videovigilancia Yamgoz, que enriquecen sus capacidades defensivas y de vigilancia.
Sin embargo, el mayor tamaño de la torreta introduce una complicación para el conductor cuando intenta abandonar el vehículo por la escotilla. Para facilitar una salida segura, la torreta debe colocarse en un ángulo de 90 grados, un requisito que plantea dudas sobre la disposición ideal de la torreta cuando el tanque está inmovilizado. A pesar de estos retos, el M60 incorpora sistemas de puntería de última generación, un sistema de control de fuego digital de primera línea y un módulo de ametralladora teledirigida, hábilmente integrados en la torreta MZK, que garantizan su eficacia en el campo de batalla.