La feria Army-24, centrada en el desarrollo militar y de defensa, ha llegado a su fin, pero un aspecto destacado del evento fue la exhibición del misil de crucero Paveh por parte de la República Islámica de Irán, según informan fuentes españolas presentes en la exposición.
Este misil representa un ambicioso proyecto de la industria armamentística iraní. No obstante, surge la pregunta: ¿cuál es su nivel de eficacia y para qué está diseñado?
El misil Paveh fue presentado oficialmente en agosto de 2023, marcando un hito en las crecientes capacidades tecnológicas de Irán para desarrollar armamento de fabricación propia. Con un alcance notable de 1.650 kilómetros (equivalentes a 1.025 millas), se clasifica como un misil de crucero de largo alcance, lo que le permite a Irán atacar objetivos en toda la región de Oriente Medio y más allá.
Este amplio alcance es estratégicamente relevante para Irán, ya que le permite tener en su rango de acción posibles objetivos en el Golfo Pérsico, Israel, bases militares estadounidenses en la región e incluso algunas partes de Europa.
El Paveh ha sido diseñado para ser lanzado desde tierra utilizando principalmente plataformas móviles, lo que ofrece a Irán una mayor flexibilidad en su despliegue. Sin embargo, algunos analistas especulan que el misil podría ser adaptado para lanzamientos desde plataformas adicionales, como buques de guerra o submarinos, aunque no se ha confirmado ningún plan oficial al respecto. Aun así, la actual configuración del Paveh ya fortalece el creciente arsenal de misiles iraní.
Uno de los aspectos más destacados del misil es su sistema de guía avanzado. Se cree que combina navegación inercial (INS) y sistemas de posicionamiento por satélite (GPS/GLONASS), lo que permite correcciones en mitad del vuelo y asegura una alta precisión en distancias largas. En su fase final, es probable que dependa de tecnologías como el sistema TERCOM (correspondencia de contornos del terreno) o DSMAC (correlación de área de correspondencia de escena digital), que le permiten comparar su entorno con mapas de terreno prealmacenados para aumentar la precisión.
Estas avanzadas tecnologías de guía resultan cruciales para garantizar la efectividad del misil, especialmente contra objetivos fuertemente protegidos o de gran valor estratégico.
Irán busca aumentar su poder ofensivo con el misil de crucero furtivo Paveh
El perfil de vuelo del misil de crucero Paveh ha sido diseñado específicamente para maximizar su capacidad de sigilo y evasión. Similar a otros misiles de crucero modernos, vuela a baja altitud, aprovechando el terreno para evitar la detección. Según funcionarios iraníes, su sección transversal de radar es reducida (RCS), lo que indicaría que posee alguna tecnología furtiva, dificultando su detección e interceptación por parte de sistemas de defensa enemigos.
Aunque no está claro si estas características furtivas igualan a las de misiles occidentales o rusos, es evidente que Irán se ha centrado en aumentar la resistencia del Paveh a las defensas aéreas. En cuanto a la velocidad, se estima que el misil vuela a velocidades subsónicas, probablemente entre 800 y 900 km/h. Si bien esto no es tan rápido como los misiles balísticos, su capacidad para seguir trayectorias de vuelo complejas lo hace difícil de interceptar.
El Paveh está propulsado por un motor turborreactor, una tecnología común en misiles de crucero de largo alcance, que le permite cubrir grandes distancias de manera eficiente y con un consumo moderado de combustible. Aunque Irán no ha revelado detalles sobre la capacidad de su ojiva, se cree que está equipada con una carga convencional de alto poder explosivo, diseñada para causar graves daños en infraestructuras clave, instalaciones militares y centros de mando. Si bien se ha especulado sobre la posibilidad de que el misil pueda llevar una ojiva nuclear, no existen confirmaciones oficiales al respecto, por lo que estas teorías permanecen en el terreno de la especulación.
El lanzamiento del misil de crucero Paveh subraya las ambiciones de Irán de reforzar su capacidad ofensiva y disuasoria en el campo de los misiles. Perteneciente a la familia de misiles “Martyr Haj Qassem”, este desarrollo refleja la determinación de Teherán de alcanzar la autosuficiencia en tecnología de defensa. Al integrarse en el creciente arsenal de misiles balísticos y drones de Irán, el Paveh amplía la capacidad de proyección de poder del país y plantea importantes consideraciones para la seguridad regional.
Pese a sus características avanzadas, algunos analistas señalan que, debido a la falta de mejoras en su tecnología furtiva, el Paveh no sería particularmente difícil de enfrentar para adversarios que dispongan de sistemas avanzados de detección y defensa aérea. Esto lleva a expertos a considerar que el verdadero propósito del misil podría no ser ejecutar ataques aislados, sino más bien formar parte de una estrategia de ataques de saturación.
Por ejemplo, en un hipotético ataque a Israel, Irán podría optar por lanzar cientos de misiles desde distintas ubicaciones, apuntando a múltiples objetivos. Esta táctica podría abrumar las defensas aéreas israelíes, haciéndolas incapaces de neutralizar todas las amenazas entrantes de manera efectiva.
Defensa aérea de Israel enfrentaría gran desafío ante ataque masivo con misiles de Irán
El sistema de defensa aérea de Israel es considerado uno de los más sofisticados del mundo, con un escudo de múltiples capas que intercepta diversas amenazas, desde cohetes de corto alcance hasta misiles balísticos. la Cúpula de Hierro se encarga de interceptar cohetes de corto alcance, mientras que el Honda de David se especializa en misiles de mediano alcance y el sistema Arrow protege contra misiles balísticos de largo alcance, ofreciendo una cobertura integral.
Sin embargo, los misiles de crucero tierra-tierra, como el Paveh de Irán, presentan desafíos particulares. Estos misiles vuelan a baja altitud, siguen trayectorias impredecibles y son más difíciles de detectar que los misiles balísticos. En el caso de un ataque masivo de Irán, con el lanzamiento de cientos de misiles de crucero desde diferentes direcciones, las defensas de Israel se verían severamente puestas a prueba, demandando una respuesta rápida y precisa.
Si bien los sistemas de defensa de Israel brindan una protección significativa, enfrentarse a un ataque de esta magnitud exigiría una intensa gestión. Los radares e interceptores tendrían que priorizar las amenazas más inmediatas, lo que aumentaría la probabilidad de que algunos misiles lograran atravesar las defensas, especialmente si se lanzaran desde múltiples plataformas o si los ataques estuvieran diseñados para saturar el sistema.
El uso de misiles de crucero que se adaptan al terreno y que pueden evitar ser detectados hasta el último momento añade otra capa de complejidad a la defensa israelí. Aun así, Israel ha demostrado una notable capacidad de adaptación a nuevas amenazas. Gracias a su sistema de interceptores en capas y a la coordinación eficiente de sus equipos de respuesta, su ejército se esfuerza por reducir significativamente el número de ataques exitosos.
A pesar de la eficacia de las defensas aéreas israelíes, un ataque masivo podría permitir que algunos misiles lograran atravesar el sistema, impactando infraestructuras clave tanto civiles como militares, lo que conllevaría posibles víctimas y daños. No obstante, las defensas de Israel están diseñadas para soportar ataques a gran escala y no colapsarían completamente bajo tales circunstancias.
La capacidad de Israel para repeler un ataque de cientos de misiles de crucero dependería de varios factores, como la velocidad del ataque, el tipo de misiles utilizados y su capacidad para neutralizar los sitios de lanzamiento iraníes antes de que los misiles sean disparados. Esto sugiere que, aunque algunas amenazas podrían superar las defensas, Israel tiene sistemas robustos preparados para minimizar los daños en un escenario de alta tensión como este.