Una delegación iraní en Bielorrusia está estudiando la posibilidad de adaptar las fábricas locales para producir drones kamikazes para Rusia con el fin de resolver los problemas de transporte del Kremlin, según informó el lunes el Centro Nacional de Resistencia de Ucrania.
El objetivo de esta alianza estratégica entre Irán y Bielorrusia es claro: fortalecer a Rusia en su ofensiva militar en Ucrania. Un grupo de ingenieros iraníes se encuentra actualmente en Bielorrusia evaluando la posibilidad de convertir una planta en Gomel para la producción de los drones de la serie Shahed, conocidos por su eficacia y letalidad en el campo de batalla. Fuentes revelan que los servicios de inteligencia rusos han sido clave en la organización de esta colaboración.
El dilema logístico ruso
La falta de logística ha sido un problema para Rusia en la implementación de sus drones suicidas iraníes en Ucrania. Transportar estos aviones no tripulados desde Oriente Próximo ha resultado complicado y costoso. Sin embargo, la producción de drones en Bielorrusia solucionaría este inconveniente, al permitir un acceso más rápido y económico a estos letales artefactos.
El trasfondo de la cooperación
No es la primera vez que Bielorrusia se convierte en un centro de cooperación entre Rusia e Irán en el ámbito de los drones. En el pasado, el Centro Nacional de Resistencia de Ucrania ya denunció la presencia de instructores del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) en la región de Gomel, entrenando a soldados rusos en el manejo de estos aviones no tripulados. Además, se ha informado que dichos instructores han coordinado ataques con drones Shahed-136 en Ucrania, resultando en bajas y daños considerables.
Rusia aprovecha la superioridad de los drones Shahed
En su ofensiva militar en Ucrania, Rusia ha utilizado de manera efectiva los drones suicidas Shahed-136 de fabricación iraní. Estos drones han sido empleados para desbordar las defensas aéreas ucranianas y lanzar ataques coordinados junto con artillería y misiles. A pesar de los intentos de las fuerzas ucranianas por neutralizarlos, algunos de estos drones han sido derribados, demostrando la resistencia y determinación de Ucrania en defenderse de esta amenaza conjunta.
El panorama en Ucrania
La situación en Ucrania es cada vez más tensa. El gobernador de la región de Dnipropetrovsk informó recientemente sobre el derribo de tres drones Shahed-136 en la región. Al parecer, los instructores del CGRI también ayudaron a coordinar algunos ataques con drones Shahed-136 contra objetivos en Ucrania. Se estaba impartiendo más formación en Crimea, y en octubre diez iraníes murieron en un ataque ucraniano.
La cooperación entre Irán, Bielorrusia y Rusia en la fabricación de drones Shahed puede tener consecuencias significativas en el conflicto armado en Ucrania. Si bien la producción local en Bielorrusia facilitaría el transporte de los drones a Rusia, también podría aumentar la cantidad de drones en poder de Rusia y sus aliados. Además, la implicación de instructores iraníes en la formación de soldados rusos en el uso de drones Shahed muestra la colaboración estrecha entre estos estados en el ámbito militar.