La inclusión del caza Su-35 Flanker-E en la Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán marca un hito en su modernización aeronáutica.
La transacción Irán-Rusia refuerza vínculos y capacidades aéreas
La Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán se encuentra en un proceso de notable transformación, abandonando su histórica dependencia de aeronaves antiguas para dar paso a tecnologías de combate avanzadas. La reciente adquisición del caza Su-35 Flanker-E, de fabricación rusa, es testimonio de esta evolución, así como de la creciente sinergia entre Teherán y Moscú. Esta maniobra no solo representa una ampliación cuantitativa de la flota aérea iraní, sino también un salto cualitativo en términos de capacidades operativas y estratégicas.
La operación incluye la integración de cazas Su-35, helicópteros de ataque Mil Mi-28 y aviones de entrenamiento Yak-130 en el arsenal bélico de Irán, lo cual fue confirmado por el viceministro de Defensa iraní, Mehdi Farahi. Aunque la fecha exacta de entrega de los Su-35 permanece incierta, la orden comprende dos docenas de estas aeronaves, lo que evidencia el compromiso de Irán por revitalizar su capacidad defensiva aérea.
En contraste con los esfuerzos previos por desarrollar un caza autóctono, que resultaron en el cuestionado Kowsar, se percibe que la adquisición del Su-35 constituye un paso firme hacia la modernización. La presencia de cazas Su-24 y MiG-29 en la flota iraní ya anticipaba esta transición hacia tecnologías de combate más avanzadas, pero la inclusión del Su-35 sugiere un cambio de paradigma en la estrategia aérea de Irán.
Impacto regional y estratégico de la adquisición del Su-35 por Irán
La venta del Su-35 a Irán no solo refleja la dinámica de poder y alianzas en Oriente Próximo, sino que también podría influir en la carrera armamentística regional. La presencia de este avanzado caza en el inventario iraní posiblemente incite a otros países del área a reconsiderar y potencialmente modernizar sus propias fuerzas aéreas. Este fenómeno podría ser una pieza clave en la estrategia de Moscú para promover su nuevo caza Su-75 Checkmate, aunque las reacciones iniciales, como el interés de Arabia Saudí en el Boeing F-15EX Eagle II, sugieren un panorama competitivo complejo.
El Su-35 Flanker-E, designado por la OTAN como “Flanker-E”, destaca por ser una plataforma aérea de 4++ generación, con capacidades que rozan la quinta generación. Este caza monoplaza se caracteriza por su supermaniobrabilidad y versatilidad, capaz de enfrentar amenazas aéreas, terrestres y marítimas con eficacia. Desarrollado inicialmente para la exportación a partir del Su-27, ha demostrado su valía en múltiples teatros de operaciones, incluyendo su despliegue en Siria.
La adquisición del Su-35 por parte de Irán no solo es un testimonio de la evolución tecnológica de su fuerza aérea, sino que también representa un desafío estratégico para sus adversarios regionales y globales. Aunque países como Argelia, Egipto, India y los Emiratos Árabes Unidos han mostrado interés en el Su-35, la concretización de estas ventas aún está por verse, lo que subraya la complejidad del mercado de defensa aérea internacional.