Israel está buscando activamente fuentes alternativas de armas y materiales, más allá de los proveedores estadounidenses, para hacer frente a la escasez de equipos de combate esenciales, según reveló KAN News.
Un alto funcionario de seguridad señaló que las críticas y la deslegitimación crecientes, impulsadas por grupos musulmanes y antisemitas, amenazan la continuidad del suministro de municiones y material bélico de Estados Unidos.
La situación se complica por las tensiones derivadas de la intervención de tropas israelíes en Rafah y la crisis humanitaria en Gaza, que podrían influir negativamente en la voluntad de Estados Unidos de mantener su nivel de ayuda a Israel. Varios países han optado por un “boicot silencioso”, evitando suministrar armas a Israel debido a restricciones legales internas en contextos de conflicto.
Recientemente, Canadá cesó el suministro de armamento a Israel, incluidos componentes críticos para el sistema de defensa Cúpula de Hierro, y se han observado restricciones similares en Italia respecto a la venta de armamento israelí. Francia y Alemania también han insinuado la posibilidad de sumarse al boicot de equipos, en medio de una escasez mundial de municiones, en la que los países dan prioridad a sus propias necesidades.
A pesar de la tensión, el flujo de ayuda estadounidense continúa, con envíos regulares de armas. Sin embargo, cada vez preocupa más que la situación en Rafah pueda afectar a este apoyo.
En respuesta, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, tiene previsto reunirse con altos funcionarios de la Casa Blanca, entre ellos el secretario de Defensa y el jefe de la CIA, para tratar la estabilidad en el suministro de municiones y el apoyo estadounidense a las operaciones militares en Gaza.
Además, un funcionario de seguridad indicó la necesidad de intervenir en Rafah a menos que se alcance un acuerdo de alto el fuego. Si no se alcanza dicho acuerdo, se considera que los gazatíes deben ser evacuados de Rafah a través de la costa.