Israel se encuentra ante la amenaza de una posible falta de interceptores de cohetes y misiles dentro de su sistema de defensa aérea, en medio de una guerra que lleva más de un año en Gaza y Líbano, mientras anticipa un conflicto mayor con Irán, según lo reveló un informe británico el martes.
El Financial Times, citando a expertos y exfuncionarios militares, informó que Washington está colaborando con el estado judío para enfrentar esta situación. Una de las medidas clave es el compromiso de Estados Unidos de suministrar el sistema THAAD (Terminal High Altitude Area Defense). Sin embargo, Jerusalén podría verse obligada a seleccionar cuidadosamente los objetivos que priorizará en su defensa.
“El problema de las municiones de Israel es grave”, señaló Dana Stroul, exfuncionaria del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Además, advirtió que, en caso de una respuesta iraní a un ataque israelí, y si Hezbolá decide intervenir, la presión sobre las defensas aéreas israelíes aumentaría de manera significativa.
Stroul añadió que los recursos no son infinitos y que Washington no podría mantener el flujo actual de suministros tanto para Ucrania como para Israel de manera indefinida.
Por su parte, Boaz Levy, director ejecutivo de Israel Aerospace Industries, empresa encargada de fabricar los interceptores de misiles, comentó: “Algunas de nuestras líneas de producción operan las 24 horas, los siete días de la semana. Nuestro principal objetivo es cumplir con todos nuestros compromisos”.
El sistema de defensa aérea multicapa de Israel incluye la Cúpula de Hierro, empleada para interceptar misiles de corto alcance; la Honda de David, utilizada para neutralizar misiles de mediano alcance; y el sistema Arrow, diseñado para interceptar misiles balísticos de largo alcance.
Israel derriba 20.000 misiles y promete responder ataque iraní
Desde el ataque del 7 de octubre del año pasado, lanzado por Hamás, más de 20.000 cohetes y misiles han sido disparados hacia Israel desde Gaza y Líbano, de acuerdo con los datos proporcionados por fuentes militares. Las defensas aéreas israelíes han logrado interceptar la mayoría de los proyectiles dirigidos a áreas densamente pobladas, asegurando así que el daño fuera mínimo.
Israel ha tenido que enfrentar dos intentos de ataques con misiles por parte de Irán, uno en abril y otro, de mayor intensidad, en octubre. Durante este último, la República Islámica lanzó 180 misiles balísticos. La defensa israelí, con el respaldo de Estados Unidos y aliados regionales, logró neutralizar la amenaza. Israel ha dejado claro que responderá al ataque de octubre en el momento y con los medios que considere oportunos, lo que podría desatar una represalia más violenta de parte de Teherán y sus aliados.
El ex general de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Assaf Orion, declaró que Israel aún no ha sido probado en su totalidad, pues Hezbolá, respaldado por Irán en Líbano, no ha mostrado todo su potencial militar.
“Solo han lanzado alrededor de un 10% de su capacidad total de ataque, es decir, unos cientos de cohetes diarios en lugar de los 2.000 que podrían alcanzar”, comentó Orion en una entrevista con el Financial Times. Según el ex general, esta diferencia se debe en parte a la decisión estratégica de Hezbolá de no utilizar toda su capacidad y, por otra parte, a los esfuerzos de las FDI por degradar el arsenal enemigo. Sin embargo, Hezbolá aún cuenta con recursos suficientes para llevar a cabo una ofensiva significativa.
Ofensiva de Israel en el sur del Líbano debilita a Hezbolá
Hezbolá, que comenzó a lanzar ataques diarios contra Israel después del asalto perpetrado por Hamás hace un año, ha sufrido varias importantes violaciones de seguridad en las últimas semanas. Entre los incidentes más notables se incluyen las explosiones de miles de dispositivos de comunicaciones pertenecientes a sus operativos, en un ataque que ha sido ampliamente atribuido a Israel. Además, los ataques aéreos israelíes han golpeado duramente al liderazgo del grupo, dejando serias consecuencias en su estructura de mando.
A comienzos de este mes, Israel decidió llevar a cabo una ofensiva terrestre en la zona sur del Líbano, con el objetivo de empujar al grupo terrorista lejos de la frontera y así reducir la amenaza. La operación también busca destruir depósitos de armas e infraestructuras clave del grupo, además de neutralizar cualquier posibilidad de una invasión similar a la que Hamás ejecutó el año pasado desde Gaza.