Israel se prepara para incrementar su gasto en defensa, enfocándose en debates estratégicos sobre sistemas de ataque de largo alcance y doctrinas militares.
Israel revisará sus doctrinas militares y capacidades defensivas
Se anticipa que el presupuesto destinado a defensa y adquisiciones militares en Israel crecerá considerablemente durante la próxima década. Este proceso exigirá un análisis profesional, transparente y abierto sobre las doctrinas de combate y defensa del país.
Entre los temas clave estará la evolución de los sistemas de ataque de largo alcance, como los misiles balísticos y los de crucero. Actualmente, la estrategia defensiva de Israel da prioridad al uso del poder aéreo, como quedó demostrado en los recientes ataques de represalia contra Irán en octubre y Yemen este mes.
La preparación de un ataque de represalia con aviones de combate es un proceso complejo. Requiere coordinación internacional, sistemas para el reabastecimiento de combustible, comunicación, inteligencia y rescate. Estas operaciones pueden extenderse durante un periodo significativo.
El ataque del 26 de octubre por parte de Israel contra instalaciones militares iraníes ocurrió semanas después de que Irán lanzara cientos de misiles balísticos hacia territorio israelí. Este incidente tuvo lugar mientras Israel enfrentaba una intensa presión diplomática y de seguridad.
Datos clave sobre las capacidades militares de Israel
- Israel cuenta con un sistema de misiles balísticos Jericó, considerado estratégico según informes extranjeros.
- El sistema Golden Horizon podría estar vinculado al Air LORA, con un alcance de más de 400 kilómetros.
- Los misiles ROCKS tienen un alcance estimado de 300 kilómetros y son lanzados desde el aire.
- El misil Popeye, lanzado desde submarinos de clase Dolphin, tiene un alcance de 1.500 kilómetros.
- Barcos misilísticos de clase Sa’ar 5 han sido detectados equipados con lanzadores de misiles LORA.
Opciones estratégicas en el arsenal militar israelí
Expertos en defensa han destacado que, si Israel utilizara misiles balísticos de precisión, podría responder a amenazas en menos de una hora. Asimismo, el uso de misiles de crucero reduciría el tiempo de reacción a unas tres o cuatro horas, según las estimaciones.
A pesar de estas ventajas, el número de misiles balísticos o de crucero terrestres disponibles en el arsenal israelí parece ser limitado. El sistema Jericó, aunque altamente avanzado, está supuestamente reservado para misiones estratégicas, según fuentes extranjeras.
El desarrollo de misiles balísticos lanzados desde aviones es una de las áreas que el ejército israelí ha priorizado. Documentos filtrados de inteligencia estadounidense revelaron planes para atacar a Irán, que incluyen el uso potencial de este tipo de armamento.
Entre los misiles mencionados están el Golden Horizon y el ROCKS, ambos diseñados para lanzarse desde aviones de combate. Estos sistemas, producidos por Israel Aerospace Industries y Rafael Advanced Defense Systems, tienen un alcance que varía entre 300 y 2.000 kilómetros.
Sistemas balísticos y de crucero: una estrategia en evolución
En noviembre de 2024, un barco misilístico israelí equipado con lanzadores de misiles LORA fue avistado en el Canal de Suez, rumbo al mar Rojo. Este hecho destaca la expansión de las capacidades de ataque israelíes más allá de las operaciones terrestres y aéreas.
Además, el misil Popeye, que se lanza desde submarinos de clase Dolphin, es otra pieza importante en el arsenal. Según informes extranjeros, tiene capacidad nuclear y un alcance probado de 1.500 kilómetros.
A pesar de la disponibilidad de estos sistemas avanzados, Israel ha optado por no utilizarlos en sus ataques recientes. Esta decisión ha generado cuestionamientos sobre la preferencia por misiles lanzados desde el aire en lugar de opciones terrestres más rápidas y directas.
Las razones detrás de esta elección podrían estar relacionadas con limitaciones logísticas, costos o estrategias específicas que aún no se han esclarecido públicamente.
Fuerzas de Defensa de Israel en busca de equilibrio estratégico
La discusión entre quienes apoyan el desarrollo de misiles balísticos lanzados desde tierra y los defensores de la supremacía aérea lleva décadas en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Según los planificadores militares, invertir en una flota de misiles terrestres supondría un costo elevado que comprometería los recursos destinados a aviones y armamento aéreo.
Yair Ramati, exjefe del Ministerio de Defensa responsable del desarrollo del sistema Arrow, señaló que históricamente se ha considerado que los aviones representan una solución más versátil que los misiles terrestres. Sin embargo, argumentó que la actual crisis bélica exige reevaluar estos supuestos, recordando que en los años 1980, tras la Guerra del Yom Kippur, también se realizaron cambios significativos en las estrategias militares israelíes.
Ramati cuestionó si es necesario crear un sistema de misiles separado de la fuerza aérea o realizar modificaciones internas en esta última para evitar redundancias en las cadenas de mando. En declaraciones al The Times of Israel, subrayó la importancia de renovar tanto la organización como los conceptos estratégicos en este momento histórico.
Argumentos clave sobre misiles terrestres frente a sistemas aéreos
- Los misiles lanzados desde tierra son menos vulnerables a defensas aéreas avanzadas, como las que posee Irán.
- Los sistemas terrestres son más económicos y no requieren pilotos, reduciendo riesgos humanos.
- Los aviones ofrecen mayor versatilidad, capaces de realizar múltiples misiones además de ataques.
- Un cuerpo de misiles terrestre generaría redundancias en la inteligencia, comando y gestión de objetivos.
Ventajas estratégicas y desafíos en la implementación
El uso de misiles balísticos terrestres tiene ventajas clave en escenarios donde las defensas aéreas enemigas son avanzadas. Por ejemplo, mientras que atacar Yemen no representa un gran desafío debido a la superioridad aérea israelí, la situación sería diferente al enfrentar a Irán, que cuenta con sofisticados sistemas de defensa rusos.
Si bien los ataques de Irán han tenido un impacto limitado en Israel, sus avances tecnológicos podrían hacer que sus misiles sean más precisos en el futuro. Esto obligaría a Israel a reducir los tiempos de respuesta, dificultando los actuales procesos de planificación de ataques aéreos, que pueden llevar semanas.
En 2018, Avigdor Liberman, entonces ministro de Defensa, propuso la creación de un cuerpo de misiles independiente, destinado a operar misiles de precisión con un alcance de hasta 300 kilómetros. El plan, que nunca se implementó, requería una inversión de 500 millones de dólares y habría creado redundancias operativas dentro de las FDI, según los críticos.
Los detractores argumentan que los sistemas terrestres son unidimensionales, mientras que los aviones permiten realizar múltiples misiones en una sola operación. Sin embargo, los opositores a los sistemas aéreos destacan el riesgo de perder pilotos y aeronaves en caso de misiones fallidas.
Lecciones de la guerra en Ucrania para la estrategia israelí
Algunos analistas han señalado que las experiencias de Rusia en Ucrania proporcionan lecciones relevantes. En ese conflicto, los ataques con misiles tierra-tierra y el uso de drones han mostrado resultados menos efectivos en comparación con las operaciones aéreas.
No obstante, Tal Inbar, investigador principal de la Missile Defense Advocacy Alliance, indicó que la resistencia al cambio dentro de los planificadores militares no es nueva. Recordó cómo tecnologías como la Cúpula de Hierro y los drones, inicialmente cuestionadas, se han convertido en piezas clave de la defensa israelí.
Inbar señaló que las tecnologías actuales permiten ataques precisos que no eran posibles en el pasado, y sugirió que algunas misiones de la fuerza aérea podrían ser reemplazadas por sistemas de misiles terrestres a medida que se produzcan avances tecnológicos.
“En el pasado, hubo escepticismo hacia la Cúpula de Hierro y los drones, pero hoy son motivo de orgullo”, comentó al The Times of Israel. “Las misiones que requieren ataques a cientos de kilómetros podrían encontrar una solución más eficaz en los misiles tierra-tierra”.