En un esfuerzo por modernizar sus fuerzas armadas, Grecia está en conversaciones con Israel para desarrollar un sistema de defensa antiaérea y antimisiles valorado en 2.000 millones de euros (2.110 millones de dólares). Según funcionarios griegos, este proyecto se enmarca dentro del plan del país para reforzar sus capacidades militares mientras se recupera de la prolongada crisis de deuda.
El sistema de defensa que Grecia espera adquirir se asemejaría a la Cúpula de Hierro de Israel, que se ha utilizado con éxito para interceptar misiles de corto y largo alcance lanzados en conflictos recientes en Gaza y Líbano. Grecia busca mejorar sus defensas para equipararse con Turquía, su aliado en la OTAN y también su rival histórico, que está avanzando en el desarrollo de sus propias defensas aéreas, aunque las relaciones entre ambos países han mejorado ligeramente.
“Nuestro objetivo es diseñar un sistema antiaéreo y antidrones de múltiples capas”, mencionó una fuente familiarizada con las negociaciones después de una reunión privada con el ministro de Defensa griego, Nikos Dendias. Además, la misma fuente señaló: “Estamos en contacto con Israel para avanzar en este proyecto”.
Otro funcionario corroboró la magnitud del acuerdo, señalando que Grecia necesita invertir 12.800 millones de euros hasta 2035 para modernizar su ejército. El plan incluye un programa de compras militares a 10 años, entre las que destacan hasta 40 aviones de combate F-35 y drones estadounidenses, además de cuatro fragatas Belharra y aviones Rafale adquiridos de Francia.
“Nuestra misión es llevar a cabo una transición rápida de nuestras fuerzas armadas al siglo XXI”, declaró Dendias antes de la reunión informativa del jueves. Grecia utiliza actualmente sistemas Patriot estadounidenses y antiguos sistemas rusos S-300 para proteger su espacio aéreo.
A pesar de las mejoras en las relaciones diplomáticas, las tensiones entre Grecia y Turquía persisten. Ambas naciones mantienen desacuerdos sobre varias cuestiones, como las fronteras marítimas, los recursos energéticos y el control del espacio aéreo sobre el Mediterráneo oriental.