Un nuevo capítulo se abre en la historia militar rusa con el dron Lancet evolucionando hacia el Izdeliye-53 y triplicándose su producción.
El Lancet evoluciona a Izdeliye-53: Nueva era de los drones de combate
Rusia eleva la apuesta en el escenario bélico global con la evolución del dron Lancet hacia su siguiente iteración, el sofisticado Izdeliye-53. Deja de ser un lobo solitario para convertirse en un cazador en grupo, formando enjambres en pleno vuelo, y actuando en simbiosis para llevar a cabo devastadores ataques coordinados.
Esta nueva táctica bélica, denominada “enjambre de drones”, permite que, una vez un Lancet identifica un objetivo, la información se disemine al resto del enjambre. Esta inteligencia compartida incita a un ataque coordinado, incrementando la eficacia destructiva.
El Izdeliye-53 fue presentado en la cadena de televisión Rossiya 1, donde se ensalzaron las capacidades de este dron, describiéndolo como un “rapaz sigiloso capaz de desatar la furia del cielo con una precisión quirúrgica”.
La metamorfosis de un centro comercial en una fábrica de drones
El informe reveló el increíble proceso de transformación de un centro comercial a una fábrica de drones ultramoderna, en tan solo ocho semanas. Las imágenes mostraban salas repletas de maquinaria de última generación: robots soldadores, máquinas CNC, láseres de precisión y más, dando vida al ejército del cielo.
El responsable de la metamorfosis, Alexander Zakharov, confirmó que la inversión para la conversión y la producción posterior provenía de fondos estatales. “No hay problemas financieros; es nuestro dinero, dinero del Estado”, declaró, aportando una visión de la economía de guerra.
Además de los Lancets, la planta también produce drones de vigilancia para salvaguardar los vastos campos de gas rusos, y hasta fabrica el Geren-2, réplica del Shahed 136 iraní, evidenciando la ambición de la industria de drones rusa.
Centro de entrenamiento de pilotos de drones: Héroes ocultos detrás de las pantallas
En un rincón reservado de la planta, se encuentra el centro de formación para los futuros pilotos de drones. Aunque sus rostros permanecen en el anonimato, se mostró su entrenamiento en simuladores de misión, como si de una partida de ajedrez aéreo se tratase.
Izdeliye-5353: El nuevo Lancet redefine la guerra moderna
La presentación del Izdeliye-53 deja en evidencia el salto cualitativo en la estrategia bélica. El presentador aludía a las posibilidades: “Imaginen múltiples lanzadores en el campo de batalla atacando varios objetivos simultáneamente”.
El Izdeliye-53 abandona la catapulta tradicional para el lanzamiento, reemplazándola por un sistema autónomo. Además, su diseño adopta un formato circular a 45 grados, lo que permite funcionar en enjambres más eficientes.
La innovación no se detiene ahí. Zakharov asegura que “interceptarlos es prácticamente imposible. Son más eficaces que los Lancet-2”. Y esto se debe a que, en lugar de utilizar inteligencia artificial, opera con algoritmos matemáticos que actúan en fracciones de segundo, dando una nueva dimensión a la automatización en el campo de batalla.
Lancet: El halcón que despierta la curiosidad internacional
A pesar de los avances, el Lancet sigue siendo un objeto de interés para los analistas internacionales. Según Rossiya 1 TV, desde la finalización de la guerra, los restos del Lancet han sido recolectados por ucranianos y representantes occidentales para analizar y comprender este dron exitoso.
El Lancet e Izdeliye-53 demuestran que la era de los drones no solo ha llegado, sino que está evolucionando a una velocidad sin precedentes, redefiniendo las reglas de la guerra en el cielo.
El Izdelie 53 es la evolución del dron Lancet de Rusia, marcando un nuevo capítulo en la historia militar del país. Este dron avanzado ha adoptado una táctica de “enjambre de drones”, donde varios drones actúan en simbiosis para realizar ataques coordinados. Una vez que un dron Lancet identifica un objetivo, la información se disemina al resto del enjambre, incitando a un ataque conjunto que incrementa la eficacia destructiva.
El Izdelie 53 se ha descrito como un “rapaz sigiloso capaz de desatar la furia del cielo con una precisión quirúrgica”. Este dron ha abandonado la catapulta tradicional para el lanzamiento, optando en su lugar por un sistema autónomo. Además, adopta un diseño con un formato circular a 45 grados que permite funcionar en enjambres más eficientes. En lugar de usar inteligencia artificial, opera con algoritmos matemáticos que actúan en fracciones de segundo, lo que añade una nueva dimensión a la automatización en el campo de batalla.
Un centro comercial en Rusia fue transformado en una fábrica de drones de última generación en tan solo ocho semanas. El proceso de transformación incluyó la instalación de robots soldadores, máquinas CNC y láseres de precisión. El responsable de la metamorfosis, Alexander Zakharov, confirmó que la inversión para la conversión y producción posterior provenía de fondos estatales.
Además del Izdelie 53, la planta también produce drones de vigilancia para salvaguardar los vastos campos de gas rusos. Incluso fabrica el Geren-2, una réplica del dron Shahed 136 iraní. Esto es una prueba de la ambición creciente de la industria de drones rusa.
En un área reservada de la planta, hay un centro de formación para los futuros pilotos de drones. Aquí, los pilotos se entrenan en simuladores de misión, de manera similar a una partida de ajedrez aéreo. Aunque sus rostros permanecen en el anonimato, su formación intensiva es esencial para operar los drones en combate.